Atlantic Ocean is headed for a tipping point − once melting glaciers shut down the Gulf Stream, we would see extreme climate change within decades, study shows
Van Westen, René, Henk Dijkstra y Michael Kliphuis [2024], "Atlantic Ocean is headed for a tipping point − once melting glaciers shut down the Gulf Stream, we would see extreme climate change within decades, study shows", The Conversation, 9 de febrero, https://theconversation.com/atlantic-ocean-is-headed-for-a-tipping-point...
René van Westen es investigador postdoctoral en física climática y experto en modelado climático de alta resolución y dinámica de Circulación de vuelco atlántico meridional (AMOC, por su sigla en inglés).
Henk A. Dijkstra es profesor de física con experiencia en investigación marina y atmosférica y oceanografía física.
Michael Kliphuis es especialista en modelos climáticos en investigación marina y atmosférica en la Universidad de Utrecht.
Los efectos del calentamiento global se manifiestan cada vez con mayor intensidad. Uno de los problemas más evidentes es el derretimiento de glaciares que, de mantenerse el ritmo actual, podría afectar las corrientes marinas causando nuevos retos ambientales.
Según un reciente estudio basado en modelos predictivos del clima terrestre que simulan el deshielo de glaciares y el consecuente aumento en el volumen de agua dulce, la circulación oceánica natural en el Océano Atlántico se encuentra en un punto de inflexión. En ese sentido, se ha observado una ralentización y se estima que su movimiento podría desaparecer en un siglo, lo cual podría generar un descenso de la temperatura en el hemisferio norte del planeta.
La cinta transportadora del planeta
La figura 1 indica que la corriente superficial del océano Atlántico inicia en el Ecuador, es cálida, salada, y va en dirección a Groenlandia. En esa región, el agua experimenta cambios en su densidad, volviéndose menos salada y más fría, lo que la sumerge más profundamente en el océano y la redirige hacia el sur. Sin embargo, surgen problemas al alterar la densidad de estas corrientes al disminuir la concentración de salinidad por el aumento del volumen de agua dulce. Es decir, el derretimiento de los glaciares y la capa de hielo de Groenlandia puede disminuir la salinidad del agua. Esto evita que el agua se hunda y la influencia del agua fría de los glaciares repercute en las corrientes, reduciendo la transferencia de calor hacia el norte y debilitando la llamada "Cinta transportadora" oceánica. Cuando una cinta transportadora es más débil, transporta menos calor hacia el norte y permite que agua menos pesada llegue a Groenlandia.
¿Qué sucede con el clima en el punto de inflexión?
Los modelos climáticos indican una continua disminución de la fuerza de la cinta transportadora debido a los efectos del cambio climático. Lo que abonan los autores de esta nota es su estudio propio para determinar qué es lo que sucede con un cierre abrupto de la circulación del Océano Atlántico. Sus resultados indican una vez que se alcanza el punto de inflexión, la cinta transportadora se detiene en 100 años, se reduce la transferencia de calor significativamente y eso provoca cambios abruptos (dato crucial 1).
El resultado: Frío peligroso en el norte
La debilidad en la corriente del Atlántico causada por la entrada de agua dulce en el sistema podría alcanzar un punto de inflexión según el estudio, pues el modelo indica que a partir de este punto la corriente se detendría en un siglo. Debido a que la corriente del Golfo transmite calor a regiones de Norteamérica y de Europa, el experimento dictaminó que en dichas zonas la temperatura disminuirá 3 grados Celsius por década y en la zona sur, se calentará unos pocos grados. Además se estima que otras áreas en el Norte de Europa se verán afectadas en una mayor medida. De cumplirse estas predicciones, serían solo el inicio de una cascada de problemáticas que presionaran a la estabilidad de otros ecosistemas generando cambios irreversibles y provocando que estos también alcancen puntos de inflexión (datos cruciales 2 y 3).
Entonces, ¿cuándo veremos este punto de inflexión?
Ante todo esto, las observaciones no son claras respecto a la llegada a este punto de inflexión, sin embargo, los autores desarrollaron una primera alerta basada en el transporte de salinidad en la zona sur del Océano Atlántico, en el que llegando a este intervalo, prevén que el punto de inflexión llegue entre una y cuatro décadas posteriores.
Finalmente, podría resultar contraintuitivo ver de manera negativa el enfriamiento de ciertas zonas cuando se está experimentando un calentamiento planetario, pero resulta relevante mencionar que todos estos cambios ambientales serán la raíz de problemáticas que alteren el equilibrio ecosistémico y deriven en desafíos sociales que se tendrán que afrontar en un futuro no muy lejano.
1) La existencia de un punto de inflexión se observó por primera vez en un modelo demasiado simplificado de la circulación del Océano Atlántico en el principios de la década de 1960
2) Por ejemplo, la selva amazónica es vulnerable a precipitación en disminución. Si su ecosistema forestal se convirtiera en pastizales, la transición sería liberar carbono a la atmósfera y dar como resultado la pérdida de un valioso sumidero de carbono, acelerando aún más el cambio climático.
3) La figura 2 muestra los cambios de temperatura media anual luego de que se detenga la cinta transportadora. De acuerdo con la escala de temperatura, Europa vería disminuir sus temperaturas aún más.
4) La circulación atlántica se desaceleró significativamente en el pasado. Durante periodos glaciales, cuando las capas de hielo que cubrían gran parte del planeta se estaban derritiendo, la entrada de agua dulce ralentizó la circulación del Atlántico, provocando enormes fluctuaciones climáticas.
5) La figura 3 muestra qué tan rápido se desacelera la circulación de vuelvo meridional atlántico ( también AMOC, por su sigla en inglés) una vez alcanzado el punto de inflexión.
El texto aborda la preocupante temática de la destrucción del ambiente, destacando las futuras consecuencias del deshielo ártico como resultado del calentamiento global. Aunque se reconoce la existencia de una conciencia sobre el cambio climático, se critica la persistente priorización de intereses económicos en detrimento de la estabilidad natural. La reflexión resalta cómo estos intereses a corto plazo generan problemáticas sociales adicionales a largo plazo. Además, se enfatiza la necesidad de regular actividades que afecten los cambios en la corriente del Atlántico para preservar la estabilidad ambiental. Esto implica abordar la compleja interacción entre empresas, estados y sociedad a nivel global en el esfuerzo conjunto de combatir el cambio ambiental.
