La producción récord de petróleo en Estados Unidos está generando beneficios económicos y políticos, a pesar de contradecir los objetivos de reducción de emisiones de carbono (dato crucial 1). El incremento en la producción, atribuido a la respuesta tardía a la invasión rusa a Ucrania desde febrero de 2022 (dato crucial 2), ha otorgado a la administración Biden una influencia significativa en las relaciones con países productores de petróleo como Rusia, Venezuela e Irán (dato crucial 3). Aunque se han implementado esfuerzos para contrarrestar el cambio climático, el aumento en la oferta de combustibles fósiles y la reducción de precios podrían exacerbar la demanda global.

Según Amy Myers Jaffe, directora del Laboratorio de Energía, Justicia Climática y Sostenibilidad de la Universidad de Nueva York, se ha fortalecido la seguridad energética (dato crucial 4). Estados Unidos sigue importando más de lo que exporta debido a las características de su crudo y sus capacidades de refinación. Sin embargo, prácticamente cada barril adicional de crudo estadounidense producido se exporta, principalmente a Europa y Asia, donde la oferta es limitada. Además, el gas natural producido en centrales eléctricas de gas en Estados Unidos ha contribuido a récords de exportación, reduciendo los precios tanto de este combustible como de la electricidad. La exportación de petróleo ha sido clave para mitigar la crisis energética en Europa, sustituyendo una parte del suministro ruso.

La industria petrolera ha atravesado múltiples crisis desde 2015, culminando con el colapso de precios durante la pandemia. Aunque el presidente Joe Biden prometió durante su campaña presidencial de 2020 reducir la perforación en tierras y aguas federales en alta mar y acelerar la transición hacia energías renovables, su presidencia ha visto presiones hacia las compañías petroleras para aumentar la producción y reducir precios para los consumidores (dato crucial 5). La mayoría de la nueva producción de petróleo en Estados Unidos proviene de la cuenca del Pérmico, en Texas y Nuevo México.

El reciente incremento ha dinamizado el mercado y beneficiado a los consumidores con reducciones en el precio del combustible (dato crucial 6). No obstante, la automatización y los avances tecnológicos han redundado en una disminución del empleo en este sector. Asimismo, la industria ha implementado técnicas para aumentar la producción, como la expansión de pozos laterales que atraviesan roca de lutita dura.

El ciclo de inversión y producción petrolera se ve influenciado por factores como el precio del petróleo y las decisiones corporativas (dato crucial 7). Hacia finales de 2022, muchas empresas públicas pequeñas y cientos de empresas privadas intensificaron sus operaciones, con muchas pequeñas compañías siendo adquiridas por empresas más grandes, lo que estimuló aún más la producción.

Raoul LeBlanc, vicepresidente de S&P Global Commodity Insights, afirmó que las inversiones realizadas durante el segundo semestre de 2022 estaban dando sus frutos (dato crucial 8). La incertidumbre en torno a la respuesta de Arabia Saudita ante el aumento de la producción fuera de la OPEP Plus genera preocupaciones por posibles fluctuaciones en los precios del petróleo (dato crucial 9). A pesar del crecimiento en las acciones de las empresas petroleras, la volatilidad de los precios continúa generando desconfianza entre los inversores (dato crucial 10).