How China Came to Dominate the World in Solar Energy

Cita: 

Bradsher, Keith [2024], "How China Came to Dominate the World in Solar Energy", The New York Times, New York, 8 de marzo, https://www.nytimes.com/2024/03/07/business/china-solar-energy-exports.html

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Marzo 8, 2024
Tema: 
La avanzada industria solar en China hace palidecer a sus rivales estadounidenses y europeos
Idea principal: 
    Keith Bradsher es corresponsal para The New York Times en China. Su trabajo ha relucido por relatar lo acontecido en China continental durante la pandemia por COVID-19.

    En lo que respecta a la producción de energía renovable, China lidera la fabricación de paneles solares. Sus principales competidores han perdido dinamismo. China invirtió desde hace dos décadas en un programa para reducir las importaciones de energía; mientras que Estados Unidos y Europa decidieron aprovechar los bajos costos de los paneles solares chinos para comprarlos. De este modo, la revitalizada industria de los paneles en China muestra su esplendor desde 2023; al tiempo que los estadounidenses y europeos buscan la manera de abaratar costos de fabricación a través de subsidios y programas (como la Ley de la reducción de la inflación del presidente de Estados Unidos, Joe Biden), y de este modo, hacer frente a la competencia china. Una competencia que ha sido señalada por Unión Europea como “prácticas comerciales desleales” (datos cruciales 1 y 2).

    La industria de paneles solares y sus componentes clave no avanzan en Estados Unidos y Europa, esta última con una clara dependencia de las importaciones (dato crucial 3). Mientras que en China, la inversión en la energía solar (junto con los proyectos eólicos e hidroeléctricos que están por venir) ha servido para hacer frente a la desaceleración económica que data de hace poco más de diez años y que se caracteriza por la fuerte caída en el sector de la construcción de viviendas. Para el presidente chino Xi Jinping se trata de inversión en “nuevas fuerzas productivas”, reemplazando a las viejas (“ropa-muebles-electrodomésticos” por “paneles solares-autos eléctricos-baterías de litio).

    Es cierto que los paneles solares chinos son muy baratos. Esto se puede explicar en primera instancia por salarios bajos; sin embargo, también hay que hacer una acotación muy grande, puesto que la industria solar en general en China está muy avanzada. Existen grandes facilidades para la construcción de infraestructura solar tanto por el lado técnico como por el lado financiero (los terrenos se venden por debajo de los precios de mercado mientras que los bancos estatales prestan a tasas de interés bajas, otro tanto refiere a la sapiencia china para construir naves industriales a bajo costo). Aunado a eso, el costo de la electricidad en China es bajo. En parte esto se debe a que el carbón (que es barato también) proporciona cerca de 66% de la electricidad, mientras que otra proporción proviene de granjas solares.

    En la práctica, a pesar de que la fabricación de paneles solares requiere grandes cantidades de energía (dato crucial 4), en China este gasto se compensa tanto por el carbón barato como por la energía que generan los paneles una vez instalados; es decir, si aumenta el número de granjas solares, la electricidad se vuelve todavía más barata, lo que se traduce en paneles solares más baratos. No menos importante es que esto también sirve para que China contribuya con la reducción de emisiones, cuestión crucial pues ese país es el mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero (dato crucial 5).

    Por el contrario, en Europa la electricidad se volvió más costosa luego de la invasión rusa a Ucrania, en tanto el gas natural funge como fuente principal para la obtención de electricidad. A ello se suman los altos precios de los terrenos para granjas solares. Sobre el particular, la construcción de infraestructura verde en Estados Unidos se enfrenta a protestas ambientales y a bloqueos en los permisos, lo que ralentiza el avance en la construcción de la infraestructura necesaria para la transición energética.

    Antes, el know-how (saber-hacer) de paneles solares se encontraba en Estados Unidos, en tanto China dependía de las importaciones estadounidenses. Ahora, en un intento por frenar las exportaciones chinas de esta tecnología, los estadounidenses han impuesto sanciones comerciales; del mismo modo, han prohibido las importaciones de regiones como Xinjiang, arguyendo que se practican trabajos forzados y represión a musulmanes. Unión Europea por su parte evalúa llevar a cabo acciones similares (dato crucial 6).

    Contradictoriamente, muchas de las empresas chinas han logrado evadir las sanciones a través de un tipo de “blanqueo” a sus exportaciones con el envío de componentes cruciales al extranjero para su ensamblaje final. Asimismo, aprovechando la Ley de reducción de la inflación, los fabricantes chinos aprovechan este tipo de “blanqueo” para beneficiarse de los subsidios de tal ley y construir plantas para ensamblaje final en Estados Unidos (dato crucial 7). En suma, tratar de frenar el liderazgo chino en este rubro no será nada fácil para los estadounidenses y europeos.

Datos cruciales: 

    1) En 2023, China instaló más paneles solares que Estados Unidos en toda su historia. Redujo el precio mayorista de los paneles que vende casi a la mitad. Sus exportaciones de paneles completamente ensamblados aumentaron 38%, y la exportación de componentes clave casi se duplicó.

    2) Una unidad de investigación de la Comisión Europea calculó en un informe de enero de 2024 que las empresas chinas pueden fabricar paneles solares con un costo aproximado de 16-18.9 centavos por vatio de capacidad de generación; a las empresas europeas les cuesta entre 24.3-30 centavos por vatio, y a las estadounidenses 28 centavos.

    3) Norwegian Crystals, un importante productor de materias primas para paneles solares, se declaró en bancarrota el verano de 2023. La empresa suiza Meyer Burger, anunció el 23 de febrero de 2024 que detendría la producción en la primera quincena de marzo en su fábrica de Freiberg, Alemania; en tanto, intentaría recaudar dinero para completar las fábricas de Colorado y Arizona.

    4) El polisilicio es el componente clave principal para la fabricación de paneles solares. Obtener este material requiere grandes cantidades de energía. En teoría los paneles deben generar energía durante al menos siete meses para recuperar la energía que se utilizó para su fabricación.

    5) Kevin Tu, experto en energía, indica que si los fabricantes chinos no hubieran reducido el costo de los paneles solares hasta en 95%, hoy no serían realidad todas las instalaciones solares en el mundo. En este sentido, la instalación anual de paneles se cuadruplicó en todo el mundo desde 2018.

    6) En 2010, Applied Materials, una empresa de Silicon Valley, construyó dos extensos laboratorios en Xi’an. Cada laboratorio debía hacer pruebas finales para líneas de ensamblaje con robots que pudieran producir paneles solares sin la intervención humana. Años después las empresas chinas descubrieron cómo hacer esto por sí mismas, por lo que Applied Materials redujo considerablemente su producción de herramientas para paneles y se centró en la fabricación de equipos similares, tal es el caso de los semiconductores.

    7) La Ley de reducción de la inflación en Estados Unidos contempla amplios subsidios para revivir la industria estadounidense de paneles solares, la cual colapsó casi completamente hace 10 años, ante las importaciones chinas de bajo costo.

Nexo con el tema que estudiamos: 

    Las disputas por detener la hegemonía china en el terreno de lo económico, hacen que aquellos países que promovieron el libre mercado y el neoliberalismo, se contradigan. En este sentido, las prácticas desleales únicamente son válidas cuando se trata de los hegemones del Norte Global, pero no sucede así cuando sus empresas desarticulan y erosionan tanto la actividad local como los entornos en el Sur Global.

    Los intentos de Estados Unidos y Europa por contener el ascenso chino en el mercado de los paneles solares parecen condenados al fracaso, toda vez que el tejido productivo chino ha conseguido dinámicas sistémicas que impulsan los costos de fabricación a la baja. Asimismo, la necesidad global de instalar parques solares abre mercado a la producción china y a su fortalecimiento.

    Un tema crucial será evaluar la provisión de materias primas para la producción de paneles solares en este contexto de demanda creciente.