The molecular turn. Can Big Oil run in reverse?

Cita: 

The Economist [2024], "The molecular turn. Can Big Oil run in reverse?", The Economist, London, 16 de marzo, https://www.economist.com/special-report/2024/03/11/can-big-oil-run-in-r...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Marzo 16, 2024
Tema: 
¿Qué proyectos tiene el capital para superar al llamado "principio del fin del petróleo"?
Idea principal: 

    El incremento de la demanda de petróleo luego de la eliminación de las restricciones por la pandemia de COVID-19, aunado a los efectos que tuvo sobre lo económico la invasión rusa en Ucrania, dejan un abanico de posibilidades para que la industria petrolera todavía no hable de un fin tajante sino de una reestructuración en el negocio. En esta entrega The Economist analiza los proyectos a futuro de las grandes petroleras, así como los alcances y limitaciones que tendrá esta industria ante la transición energética.

    En ese contexto, las inversiones en nuevos proyectos petroleros se hacen con cautela, puesto que no se olvida que antes de la caída de la demanda durante la pandemia, los rendimientos de la industria ya iban a la baja (dato crucial 1). Además de los efectos negativos producto del activismo climático, existía una preocupación por una infra-inversión preventiva ante la creencia de que pronto aparecerían sustitutos al petróleo y el gas.

    Estas infra-inversiones han tenido como resultado un uso más eficiente del capital (datos cruciales 2 y 3). No obstante, la industria del petróleo busca desvincularse progresivamente de su negocio principal (datos cruciales 4 y 5).

    Reforzar las viejas razones

    Hay múltiples proyectos alternativos que desarrollan empresas de combustibles fósiles en todo el mundo, tal es el caso de Ecopetrol y PTT (Colombia y Tailandia respectivamente) que apuestan por las energías renovables. Es necesario destacar que en el negocio de las energías “verdes” los rendimientos de capital que se obtienen no se comparan con los obtenidos en los proyectos con combustibles fósiles. Empresas como BP y Shell continúan apostando a la producción de petróleo pese a sus promesas de años atrás, dejando un resto para la inversión en proyectos de energía molecular (producción de energía en base a biocombustibles, hidrógeno o dióxido de carbono). Sobre el particular, el secuestro y captura de carbono (CCS, por su sigla en inglés) y la producción de hidrógeno verde destacan por tener el potencial de hacerse rentables además de que resultan más viables para empresas que no apuestan por la electricidad renovable (datos cruciales 6-10).

    Las empresas petroleras tienen la “esperanza” de que CCS alcance una escala muy amplia a nivel mundial. En tal aspecto, el método de recuperación mejorada de petróleo (EOR, por su sigla en inglés) es una apuesta por hacer que la extracción del hidrocarburo en pozos ya agotados tenga una mayor eficiencia, siempre y cuando se demuestre que el dióxido de carbono permanece en el pozo una vez extraído el combustible (con lo cual también obtendrían créditos por el secuestro). Asimismo, destaca también el método de captura directa de aire (DAC, por su sigla en inglés), pues promete eliminar toneladas de dióxido de carbono y en el que empresas como Occidental Petroleum y Oxy ya se encuentran trabajando y desarrollando proyectos al respecto (datos cruciales 11 y 12).

    A pesar de los “esfuerzos” por acoplarse a la transición energética a su manera, algunos ven a las acciones de estas corporaciones como un lavado de manos ante su negacionismo climático que practicaron por años. Aunque tampoco se puede negar que en efecto cuentan con las capacidades para llevar a cabo este tipo de proyectos a gran escala.

    Un excedente de piedras

    La nota cierra señalando que no hay una directriz exacta que indique que la demanda de petróleo acabará ni el corto ni el largo plazo. Aunque aparezcan mejores alternativas, todavía existen industrias que no pueden migrar hacia otro tipo de energías, tal es el caso de la industria aeronáutica. En tal perspectiva, las perturbaciones en la oferta de petróleo pueden paliarse con los pozos que queden en pie y sobre el catálogo de opciones que aparezcan.

    Esto indica que la transición energética no será radical y tendrá que volverse laxa en algunos aspectos. Es por lo que en esta sección se hace un símil con la edad de piedra indicando que en realidad esta nunca terminó porque la piedra nunca desapareció. No obstante, la emergencia climática puede suponer una revolución de todo lo anterior que haya vivido la humanidad.

Datos cruciales: 

    1) La industria del petróleo y el gas fue el sector con peores resultados del índice de referencia estadounidense S&P 500, entre 2010 y 2020. Esto fue así en gran parte debido al auge del esquisto, que absorbió todo el dinero. JPMorgan Chase calcula que un millón de dólares gastado en capital de exploración en Estados Unidos en 2023 producirá el doble de petróleo que la misma cantidad gastada en 2014.

    2) La gráfica 1 muestra los gastos de capital en petróleo y gas de 2010 a 2022, en el que se muestra que luego de la pandemia por COVID-19 el dinamismo en la industria recuperó sus niveles de 2015.

    3) La inversión en exploración y producción ascendió a 500 miles de millones de dólares (mmd) en 2022. Esto representan 50% del máximo alcanzado de 700 mmd alcanzados en 2014.

    4) La consultora BCG reveló que 84% de los inversionistas consideran importante que las empresas petroleras demuestren un crecimiento rentable con inversiones bajas en carbono del presente 2024 a 2025; más de la mitad de los inversionistas europeos indican sentirse presionados para desinvertir en combustibles fósiles.

    5) De acuerdo con el banco Citi, las inversiones en proyectos petroleros buscan hacerse en aquellos con una duración inferior a 10 años. Específicamente, entre menor sea la huella de carbono y el costo por barril, mejor. Tal es el caso del descubrimiento del hidrocarburo por parte de ExxonMobil en Guyana que se consolidó en sólo un par de años.

    6) De acuerdo con la empresa china CNOOC, la energía descarbonizada representará más de 50% de la producción total de energías en 2050.

    7) La producción de hidrocarburos de BP para 2030 sólo será 25% menos que la de 2019. Contrario a la reducción de 40% que pregonaba antes.

    8) Arabia Saudita tiene planes tanto para la producción de hidrógeno como el secuestro de carbono. Por su parte, Petronas de Malasia, pretende utilizar yacimientos petrolíferos que ya agotó para secuestrar el dióxido de carbono de todo el Sudeste Asiático.

    9) ExxonMobil está construyendo la primera planta de hidrógeno limpio alimentada con gas natural a gran escala en todo el mundo. Con sede en Baytown, Texas, se pretende convertir metano y agua en 28 millones de metros cúbicos de hidrógeno al día; otro tanto (aunque inferior) de dióxido de carbono. El hidrógeno se utilizará en otras partes de la planta o se venderá, mientras que un depósito subterráneo recibirá 10 millones de toneladas de dióxido de carbono anualmente (lo que convertiría a esta planta en uno de los mayores proyectos para captura y almacenamiento de carbono). Con esto, ExxonMobil espera que la cantidad de dióxido de carbono que elimina alcance 50 millones de toneladas anuales en 2030 (y el doble en 2040).

    10) En julio de 2024, ExxonMobil pagó 5mmd para adquirir Denbury, propietaria de una amplia red de oleoductos para transportar dióxido de carbono a los pozos que necesitan mejorar su recuperación.

    11) La empresa especialista en dióxido de carbono Occidental Petroleum, pagó en agosto de 2023, 1 100 millones de dólares por el proceso captura directa de aire (DAC, por su sigla en inglés) a la empresa Carbon Engineering.

    12) La empresa Oxy recibió una subvención del gobierno estadounidense por 600 millones de dólares para construir una planta de DAC en Texas, capaz de eliminar de la atmosfera 1 millón de toneladas de dióxido de carbono al año. Oxy proyecta instalar más de 100 de este tipo de plantas, con lo que pretende implementar “créditos de descarbonización verificados” que le den licencia social para operar, al tiempo que ofrezca a las petroleras petróleo sin emisiones netas.

Nexo con el tema que estudiamos: 

    Con lo expuesto en la nota, todo indica que aunque exista una emergencia climática que incite a un cambio en lo estructural, el presente sistema no puede ni quiere desvincularse de lo económico ante un planeta que exige su salvación. Además, los múltiples proyectos que se desarrollan para seguir con el extractivismo parecen tener la urgencia por no quedarse fuera del negocio, y en primera instancia, no detener su acumulación de capital y de recursos. No hay una preocupación real por las otredades involucradas en la sociedad que resientan los efectos del cambio climático, lo único que hay son negocios que generen rendimientos a partir de la desgracia.

    Siguiendo el argumento de The Economist, la captura de carbono ocupa el lugar estratégico como mediación para garantizar la continuidad de la explotación de los combustibles fósiles, planteando grandes interrogantes sobre las alternativas capitalistas en curso.