Nuclear weapons. America and its allies are entering a period of nuclear uncertainty

Cita: 

The Economist [2024], "Nuclear weapons. America and its allies are entering a period of nuclear uncertainty", The Economist, London, 6 de abril, https://www.economist.com/briefing/2024/04/04/america-and-its-allies-are...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Abril 6, 2024
Tema: 
Las tensiones geopolíticas avivan el fuego de la competencia nuclear
Idea principal: 

    La “estabilidad” nuclear que impera hoy en día se caracteriza por basar su equilibrio en el terror y la precariedad. Es decir, se reconoce que hace falta una mayor atención en este tema en relación con el daño que pudiera ocasionar. Los acuerdos existentes palidecen a la hora de enfrentar las tensiones geopolíticas. En este sentido, la rivalidad de Estados Unidos (y sus aliados) con Rusia vuelve a avivarse a raíz del conflicto ruso-ucraniano, al que se añade el ascenso de China en el terreno económico y nuclear. Así, tales tensiones se cristalizan en una nueva competencia nuclear que pretende demostrar el poderío, pero también las preocupaciones. En este contexto, The Economist evalúa la capacidad nuclear de Estados Unidos frente a estas dos potencias y examina cómo el gobierno estadounidense entrante hará frente a esto, ante una intensificación en el gasto nuclear que se hizo evidente desde la era Trump (datos cruciales 1 y 2).

    Dentro de Estados Unidos hay escépticos y no tan escépticos que distan en dimensionar la escala del problema. Algunos consideran que no hay riesgo porque los estadounidenses cuentan con una ventaja en número, experiencia, al igual que en preparación. Asimismo, se cuestiona si Estados Unidos pudiera hacer frente a un ataque nuclear combinado de Rusia y China. Ante tales afirmaciones y cuestionamientos, el gobierno estadounidense, pese a la reticencia de Joe Biden por financiar programas nucleares, invierte en el desarrollo de tecnología nuclear.

    No entienden…

    Los defensores de la postura nuclear insisten en que Estados Unidos debe invertir mucho más para actualizar su arsenal nuclear. Una postura que en la práctica se enfrentaría a barreras técnicas (es difícil la modernización nuclear en poco tiempo sin generar sobre costos) y de financiamiento (se tendría que invertir menos en otros rubros como las fuerzas militares convencionales).

    Otra limitante para el crecimiento del equipo nuclear es el Tratado de Nuevo Comienzo. Este restringe el número de misiles, bombarderos, así como cabezas nucleares totales desplegadas tanto por Estados Unidos como Rusia. Se dice que en cuanto expire el Tratado (2026), ambos países tendrán la libertad de ampliar su arsenal nuclear si es que no existe una actualización del mismo (dato crucial 3).

    Otra de las formas para prepararse ante un ataque nuclear refiere a regresar a las pruebas nucleares en campo que actualmente se realizan con modelos informáticos. La nota indica que Estados Unidos, Rusia y China no realizan este tipo de pruebas desde 1990, aunque existen acusaciones sobre pruebas clandestinas por parte de Rusia y China. Es verdad que ante el incremento de la incertidumbre nuclear, los tres países trabajan en la construcción y ampliación de la infraestructura para este propósito, como estrategia de prevención ante un posible cambio de política por parte de algún país.

    No obstante, tampoco hay certezas verídicas sobre la gestión de esta competencia nuclear puesto que depende que quién llegue a la presidencia en las próximas elecciones. Por ejemplo, durante el mandado de Trump salió a relucir un interés por el control de armas que se vio entre los encuentros del magnate estadounidense con el líder norcoreano Kim Jong-Un en 2018 y 2019. Asimismo, Trump dio indicios de un interés por el sistema de antimisiles de Israel “Cúpula de hierro” a principios de 2024. Todo lo anterior únicamente ha incrementado la especulación, y anima a Rusia y China para construir arsenales nucleares más grandes y diversos.

    …lo que intento decir

    No hay garantías ni para Estados Unidos y sus aliados (la Organización del Tratado del Atlántico Norte [OTAN] junto con algunos países asiáticos), ni mucho menos para Rusia y China.

    Estados Unidos es más vulnerable que antes a los ataques nucleares en la medida en que otros países (como Corea del Norte) se han hecho con armas tan poderosas como los misiles balísticos. Mientras que sus aliados, “festejan” que el gobierno estadounidense amplíe su arsenal nuclear, tampoco tienen la confianza de que frente a un ataque por parte de otra potencia, los estadounidenses acudan en su ayuda.

    Por otro lado, Rusia está consciente de los cambios por venir. Hace lo necesario para incrementar su capacidad nuclear, pero también sabe que tiene un presupuesto limitado que sale a relucir por el cuantioso gasto que supone la operación especial en Ucrania (dato crucial 4). China ve como limitantes la pronta escasez del plutonio (en la siguiente década) junto con su desaceleración económica que inició en 2023, para hacer crecer un arsenal que se topa con problemas de acumulación de artefactos defectuosos, producto de su prisa por fabricar a un ritmo acelerado, pero que también reluce que la actual expansión nuclear podría estar sobrepasando sus límites.

    ¿No sientes miedo…?

    En el caso de los aliados de Estados Unidos, los temores por la intensificación de la competencia nuclear, hacen que países como Japón y Corea del Sur analicen la posibilidad de incrementar su arsenal. Cuentan con bastante capacidad técnica para desarrollarlo, además de que la vecindad con Corea del Norte tensa la situación luego de los “coqueteos” de Trump con el líder norcoreano (más de 70% de los surcoreanos se dice a favor de la adquisición de armas nucleares). Esto a pesar de que el gobierno de Joe Biden ha relegitimado su apoyo a estos países mediante consultas nucleares en julio de 2023.

    En cuanto a Europa, la nota indica que pese a que la región cuenta con Reino Unido y Francia como potencias nucleares, en relación con un ataque, su capacidad solo serviría para comprar tiempo, mientras se encuentran en la espera de que Estados Unidos llegue a su rescate (el arsenal combinado de ambas naciones es de 500 cabezas nucleares, las cuales representan 10% de las rusas, pero suficientes para acabar con Moscú y San Petesburgo).

    Asimismo, The Economist remarca que esto solo es signo de preocupación ante un entorno de seguridad en detrimento que se retroalimenta con una China cada vez más fuerte, una Rusia débil, en tanto un sistema de seguridad estadounidense desmadejado.

    …que siento hoy?

    La nota cierra enfatizando que las alianzas nucleares no terminan de generar algún tipo de beneficio porque ante un fácil “si no me ataques no te ataco” se sobreentiende a “si me atacas a mi o alguno de mis aliados te lanzaré una bomba nuclear al tiempo que acepto las represalias que puedas tener para conmigo y mis aliados”. Es decir, las alianzas nucleares exigen la construcción de mayores arsenales en la medida en que otros países se nuclearizan, a la vez que las naciones aceptan “voluntariamente una vulnerabilidad extraordinaria”. Del mismo modo, la revista londinense señala que la auto-imposición de Estados Unidos como el salvaguarda de la seguridad de sus aliados es producto de su reluctancia desde 1950 por evitar que otros desarrollaran armamento nuclear (como Alemania Occidental).

Datos cruciales: 

    1) El candidato que gane las elecciones de Estados Unidos el próximo noviembre de 2024, presidirá un complejo nuclear que se encuentra en pleno proceso de renovación de 30 años y una inversión destinada de 1.5 billones de dólares. Se trata de proyectos nucleares que van desde el diseño de nuevos misiles hasta la construcción de submarinos. Durante la administración de Trump, se comenzó a trabajar en un nuevo misil llamado SLCM-N; en marzo de 2024, el Senado aprobó gastar otros 130 millones de dólares en este proyecto.

    2) El arsenal de China pasó de menos de 300 cabezas nucleares en 2019 a 500 en 2024, en tanto se pronostica una producción de hasta 1 mil unidades al final de la década.

    3) La gráfica 1 muestra el inventario nuclear de las potencias nucleares para 2024. Estados Unidos y Rusia cuentan con un gran arsenal en reserva que duplica a las existencias actuales de armamento nuclear.

    4) El think tank estadounidense RandCorporation estima que la guerra de Ucrania podría costarle a Rusia 132 miles de millones de dólares a finales de 2024.

Nexo con el tema que estudiamos: 
    En consonancia con la crisis civilizatoria, la disputa por la hegemonía mundial se militariza aceleradamente. En ese contexto, los arsenales nucleares y las alianzas que los desarrollan y hacen operativos mediante geoestrategias, regresan al primer plano, en tanto armas absolutas que reinstalan el llamado "equilibrio del terror". Como en el caso de las geoingenierías, el consumo de fósiles, las tecnologías transgénicas y otras opciones del capitalismo decadente, las armas nucleares muestran el callejón sin salida en que está encerrada la civilización capitalista.