La apertura comercial de la economía mexicana la volvió totalmente dependiente de la actividad económica de Estados Unidos. En el 2008, México tuvo la peor tasa de crecimiento económico de toda América continental. Además, los monopolios y cuasi monopolios han tornado ineficente la oferta de bienes y servicios a la población. Sin embargo, se ha buscado reformar sectores –como el petrolero y el financiero– para permitir la entrada a la inversión extranjera que modifique la estructura actual de los sectores. Un elemento importante del pronóstico favorable para la economía mexicana es la reducción de la brecha salarial con China, lo cual impulsará el ingreso de inversiones extranjeras. A pesar de que la banca comercial mexicana tiene muchos rendimientos, el acceso al crédito ha sido restringido para las empresas locales, lo cual dificulta a estas poder crecer y desarrollar más actividades. En contraste con lo anterior, el sector automotriz ha tenido un desempeño positivo y se estima que para 2020, habrá un desplazamiento de autopartes fabricadas hoy en día en China, por las que se estarán haciendo en México. Los temas del crédito, la apertura del sector petrolero y el combate a los monopolios como el de Telmex, serán esenciales para detonar un mayor crecimiento de la economía mexicana.