A global elite?

Cita: 

Mazlish, Bruce y Elliott R. Morss [2005], “A global elite?”, Alfred D. Chandler y Bruce Mazlish (editores),Leviathans. Multinational corporations and the new global history, New York, Cambridge University Press, pp. 167-186.

Fuente: 
Libro
Fecha de publicación: 
2005
Tema: 
Participación de las empresas multinacionales en la conformación de una élite global. A partir del Foro de Davos, se sacan algunas conclusiones de las características de este selecto grupo
Idea principal: 

Bruce Mazlish es profesor emérito en Historia por el MIT.

Elliott R. Morss es consultor privado y ha impartido cursos en University of Michigan, Harvard, Boston University, Brandeis y en la Universidad de Palermo. También participó en el establecimiento de la empresa DevelopmentAlternatives, Inc. (dai.com), el mayor contratista del Programa de Asistencia al Extranjero de la USAID.


El capítulo intenta definir y caracterizar a una élite particular, la que dirige a las multinacionales y, probablemente, al mundo, es decir, la élite global.

Conceptos básicos de una clase de élite

Como concepto, élite se refiere a la “parte elegida” de la sociedad, sin tamaño o alcance predeterminados. En palabras de Harold Lasswell “los influyentes son quienes obtienen más de lo que hay para repartir […] quienes obtienen más, son la élite, el resto las masas”. Sin embargo, las élites no son estáticas ni se petrifican en el tiempo; su lugar está siendo constantemente disputado por los grupos encumbrados en los sectores políticos, económicos, o ambos, de avanzada y con diferente alcance geográfico (nacional, internacional o global) (p. 167-168).

En términos históricos, Marx definió a la burguesía y a la aristocracia terrateniente como la clase gobernante. Saint-Simon, por su parte, propuso una reorganización social en forma piramidal, cuya lógica es la producción, es decir, los individuos productivos reemplazarían a la aristocracia en la pirámide (p. 169).

Las élites más antiguas han sido, principalmente, guerreros, sacerdotes o burócratas, y han persistido, en algún grado, hasta los tiempos modernos. Las élites modernas, como las de la Europa medieval, son transnacionales, es decir, no están obligadas a lealtades territoriales (p. 169).

Una élite global emergente

Los autores se enfocan en un sector de la élite global emergente, la formada por los directivos de algunas empresas multinacionales, misma que está relacionada con las élites de otros sectores (p. 170).

En el contexto de una mayor integración global, las funciones de los Estados-nación, lejos de reducirse o desaparecer, se han transformado. Esto significa que las élites nacionales tampoco se desvanecen, sino que tienen mayor interacción e integración entre ellas, formando una élite global. Estamos pues ante un grupo desterritorializado, que abandona su estatus nacional y adquiere uno global (p. 170).

En las corporaciones multinacionales, la globalidad suele relacionarse con la ubicación geográfica de las instalaciones, o con la nacionalidad de los empleados; sin embargo, la cuestión central es que sus dirigentes y las relaciones que mantienen son parte de una élite global. El hecho de que los directores sean nacionales no resta fuerza a dicha élite, pues los ejecutivos de las grandes corporaciones interactúan en foros internacionales o mediante las alianzas productivas o de comercialización (p. 171).

Existe una tendencia generalizada de compañías y dirigentes hacia la expansión global, “las élites globales, como sus compañías, se ven a sí mismas como cosmopolitas, como ciudadanos globales, con una identidad que se adhiere, y trasciende, al Estado-nación y a su sentido restringido de territorialidad” (p. 171).

La nueva identidad y comportamiento de la élite global

Entre las características de la élite global deben señalarse:

• una visión que rebasa la escala nacional, a diferencia de los líderes estatales;

• búsqueda de influencia en foros supranacionales estratégicos (OMC, OTAN) para asegurar mejores negocios transfronterizos;

• es mayoritariamente masculina; aunque la composición en las escuelas de negocios, mayoritariamente femenina, hace pensar que está en curso una transformación en ese rubro (p. 172);

• los sectores y espacios de funcionamiento de la élite son: empresas multinacionales, firmas contables, consultoras y legales, escuelas de negocios, organizaciones internacionales (BM, FMI), foros privados como Davos, la Comisión Trilateral, el Club Bilderberg, y algunas ONG (p. 173).

Un estilo de vida global

Una característica fundamental de la élite global es la cultura compartida, es decir, la creación de sentidos comunes en la visión del mundo. La comida, la forma de vestir, los lugares de recreación, son elementos que configuran un estilo de vida global que, además de la riqueza y el poder, comparte la élite (p. 175-176).

Hipótesis sobre la élite global

Para definir concretamente a la élite global en ascenso, los autores ofrecen cuatro hipótesis:

1. La primera élite global hereda su estatus de los antecedentes sociales y familiares. Normalmente, esta élite tiene el mismo origen geográfico y acude a las mismas escuelas, donde forja una red influyente. Los miembros de este grupo ocupan altos puestos gubernamentales o son ejecutivos en el sector privado.

2. La segunda élite se forma con los dirigentes de empresas sobresalientes en los sectores de vanguardia (Microsoft, Cisco Systems, AOL), su origen familiar y educativo es más diverso.

3. La tercera élite deriva su estatus de la posición sobresaliente que ocupa en organizaciones globales, ya sean gubernamentales o privados. Este grupo tiene cierta homogeneidad, ya que, en general, provienen de un sector adinerado, de una familia con influencia o experiencia en el tema.

4. La cuarta élite está compuesta por gerentes de organizaciones globales. Dado que provienen, en su mayoría, de escuelas de negocios, es un grupo que tiende a ser muy homogéneo en educación, gustos, estilo de vida (p. 176).

Sin embargo, las élites no se reducen a grupos de individuos, también pueden haber industrias élites. Su posición sobresaliente no se define sólo por su tamaño, sino por la importancia estratégica que ocupa el sector. Para los autores, las industrias que forman la nueva élite industrial son informática, medios de comunicación (cine, televisión), finanzas (compañías de seguros, compañías de inversión, bancos) y servicios al productor (firmas legales, de contabilidad, consultoras, bancos de inversión) (p. 177).

Análisis de la lista de las élites de Davos, en el año 2000

Entre los hallazgos que arrojó el análisis de la lista de casi 2000 invitados al Foro Económico Mundial en Davós, en el año 2000, se encuentran:

• En términos de género, el masculino tiene un predominio absoluto en la asistencia (93%).

• De los invitados, la mayor parte pertenecen al sector privado (77%), seguido del gubernamental (11.3%) y al final, de ONG (6.5%) y del ámbito académico (5.2%).

• Sólo el 10.9% de los asistentes del sector académico son líderes, lo que significa que son los profesores, y no sus directores, los pertenecientes a la élite, o bien que los académicos son invitados para tomar nota de lo que se dice en el Foro (p. 178).

• Las industrias cuyos líderes pertenecen a la élite global son: manufactura, minería, medios de comunicación, finanzas, alta tecnología, servicios al productor, servicios de transporte.

• Hay una sobrerrepresentación de las industrias de medios de comunicación, finanzas, alta tecnología y servicios al productor, en comparación con el valor que aportan al producto global, lo que indica que son los sectores considerados parte de la élite global industrial.

• No hay una correlación entre el tamaño de la población y el número de invitados. La mayoría de los invitados (78.5%) pertenece a países con altos ingresos aunque la población de esos países es sólo el 15% de la población mundial.

• El número de invitados no está correlacionado con el tamaño del PNB de cada país (p. 182).

• Los países con mayor número de invitados, según su población y PNB, son centros de dinero (Bermuda, Luxemburgo, Liechtenstein) o reciben altas inversiones a través del petróleo (Qatar, Bahréin).

• Como regiones, Norteamérica y Europa tienen el mayor número de invitados en proporción a su población (p. 184).

Direcciones futuras para la investigación y el análisis

Los autores señalan tareas por hacer para profundizar en el conocimiento de la élite emergente. Una de las más apremiantes es la relación con el sector militar y sus relaciones con el resto de la industria.

La otra es el análisis de la vinculación entre el poder económico y político que ha logrado la élite global y los beneficios que obtienen, al contrario de “las masas” (p. 185).

Datos cruciales: 

Tabla 6-1. Invitados al Foro de Davos por institución y líderes, 2000 (p. 178)

Tabla 6-2. Invitados al Foro de Davos por industria y líderes, 2000 (p. 179)

Tabla 6-3. Invitados al Foro de Davos por región o país, población y PNB per cápita, 2000 (p. 180)

Tabla 6-4. Invitados al Foro de Davos por ingreso, población y producción del país, 2000 (p. 182)

Tabla 6-5. Invitados al Foro de Davos por población del país, 2000 (p. 183)

Tabla 6-6. Invitados al Foro de Davos por PNB del país, 2000 (p. 183)

Tabla 6-7. Invitados al Foro de Davos por región, población y PNB per cápita, 2000 (p. 184)

Trabajo de Fuentes: 

Gill, Stephen [1990], “The emerging hegemony of transnational capital: trilateralism and global order”, David P. Rapkin (editor), World leadership and hegemony, Boulder, Lynne Rienner Publishers.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El texto es revelador porque sugiere que lejos de una mayor competencia, la reestructuración productiva de la economía hacia la integración mundial, llevó a la conformación de selectos grupos de poder económico y político, que actúan como bloque homogéneo y cuyo alcance es global.

En esta reestructuración, los sectores tradicionales de liderazgo económico, como la manufactura, han sido desplazados por las finanzas y los servicios especializados, es decir, por los sectores que manejan el flujo de dinero y los que se apropian de la información y gestionan su transferencia. No significa que el sector industrial o agrícola no sean importantes, sino que están subordinados a los primeros.

El tercer tema importante es la construcción de un sentido de vida particular, el de la élite global, que excluye a la mayoría de la población mundial. Esta perspectiva no intenta ser impuesta al resto del mundo, puesto que no hay posibilidades de acceso, sino que sirve de directriz para generar lógicas de producción riqueza material a costa de la reproducción del entorno y de los seres humanos.

Queda por analizar el cruce entre los sectores en que se forman las élites y aquellos considerados como estratégicos en nuestro abordaje teórico