Great-power politics. The new game. American dominance is being challenged

Cita: 

The Economist [2015], “Great-power politics. The new game. American dominance is being challenged”, The Economist, London, 17 de octubre, http://www.economist.com/news/leaders/21674699-american-dominance-being-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Octubre 17, 2015
Tema: 
La disputa de poder entre Estados Unidos, Rusia y China por el dominio político mundial
Idea principal: 

Todo un continente separa los combates en Siria de los arrecifes y zonas pesqueras de China, sin embargo, ambos lugares están atestiguando los significativos cambios en el control y poder políticos desde el colapso de la URSS. En Siria, es la primera vez desde la guerra fría que Rusia ha hecho uso de sus fuerzas para someter una revolución y mantenerlo como cliente del régimen. Entre Vietnam y Filipinas, Estados Unidos pronto hará ver que no reconoce las demandas del territorio chino sobre asentarse en arrecifes y ejercer su derecho a navegar dentro de un límite marítimo de 12 millas que un estado soberano controla.

Desde hace 25 años Estados Unidos ha dominado totalmente el poder político, sin embargo, se vive en un mundo cada vez más competido. El nuevo juego con Rusia y China que se ha ido desarrollando en Siria y en el Sur del Mar de China es una prueba del avance de esta competencia. Vladimir Putin ha intervenido en Siria para sofocar a los Yihadistas y como una forma reforzar su propio dominio. También tiene intención de demostrar que, a diferencia de Norteamérica, pude ser leal y hacer cosas en el Medio Oriente y ganar amigos, como en Iraq ofreciendo una alternativa diferente a Estados Unidos.

La lucha es también sobre legitimación. El señor Putin quiere desacreditar la administración del país norteamericano de orden internacional. Estados Unidos argumenta que el descontento popular y el abuso del régimen sirio sobre los derechos humanos descalifican el poder del presidente Bashar Al-Assad. Putin quiere restar importancia a los derechos humanos, puesto que lo ve como una licencia para intervenir en la soberanía de los países del Oeste, siendo que él ha impuesto severas medidas en Rusia.

El poder y la legitimación no son menos importantes en el Sur del Mar de China, para muchos una vía esencial del comercio marítimo. Muchas islas, arrecifes y playas son sujetos de reclamo. China se está imponiendo para usar esos territorios instalando sus pistas de aterrizaje y cuarteles. Esto es parcialmente una reivindicación del rápido crecimiento de su poderío naval. Ocupándose de quedar bien en su estrategia de dominar de manera adecuada el mar y sus costas.

La relación entre China y Estados Unidos es muy importante, pero también difícil de manejar. Para el beneficio de la paz y la prosperidad ambas naciones deben trabajar juntas, aun cuando sus objetivos estén inevitablemente plagados de rivalidades y desacuerdos. La política exterior norteamericana aún no se ha ajustado a su competencia global, los tres presidentes anteriores hicieron énfasis en la exportación de producción estadounidense, (aunque algunos países-clientes más bien lo sentían como una imposición). La idea fue que esos países inevitablemente gravitarían a la democracia, al mercado y a los derechos humanos. Los optimistas pensaron que entonces China se dirigió en esa dirección.

Una vez alcanzado esto Obama parece concluir que Estados Unidos podría retroceder, consecuencia de ello es que Rusia ha tomado la iniciativa en el Medio Oriente, cosa que no ocurría desde 1970. Aún se ve que la democracia y los mercados así como la ruta a la paz y la esperanza de prosperidad Estados Unidos estará dispuesto a guiarla. El deseo de Obama de que otros países compartan la responsabilidad de las leyes del sistema internacional y de los derechos humanos funcionará sólo si su país toma la iniciativa y la agenda del orden del día (como se hizo con el programa nuclear Iraquí).

Estados Unidos tiene los recursos y el poder que a otros les falta, incluyendo su red de alianzas como la Organización del Tratado Atlántico del Norte (OTAN), su poderío militar es inigualable, que sin embargo, dificulta en ocasiones las relaciones políticas (como puede verse reflejado en el congreso de Washington), puesto no solo empobrece el discurso de democracia que este país maneja con las potencias con las que mantiene rivalidad, sino también obstaculiza los intereses estadounidenses al mostrar una imagen hostil a otras naciones. Así pues es este nuevo juego, algunas veces para Estados Unidos es muy difícil de afrontar.

Datos cruciales: 

El dominio que por 20 años sostuvo Estados Unidos militarmente en estos mares se ve en un riesgo potencial, le insiste a China en resolver sus demandas por vías de la negociación o arbitraje internacional. China afirma que al estar en su región la disputa de las islas, entre otras cosas, es ahora legal. Sin embargo, hay razones para preocuparse, la reinserción del poder Ruso habla del problema, ya ha anexado a Crimea y ha guiado la invasión del Este de Ucrania, mismas violaciones a las leyes internacionales que ha mantenido en Siria.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Después de la crisis del año 2008 se cuestionó el papel de los Estados Unidos como potencia hegemónica dentro del ámbito económico puesto que las decisiones tomadas frente a ésta no llegaron a ser efectivas, creando oportunidades para potencias emergentes como China y Rusia con las que en la actualidad mantiene una competencia por la hegemonía y el control geopolítico de zonas estratégicas que ayudan a expandir sus respectivas economías. Ante los efectos de la recesión, la configuración de un nuevo orden mundial puede considerarse como un nuevo juego de poder, donde el control y dominio de los territorios (aun cuando no es nuevo) traerá cambios muy profundos en todas las economías a nivel mundial.