The world economy. Dominant and dangerous. As America’s economic supremacy fades, the primacy of the dollar looks unsustainable

Cita: 

The Economist [2015], “The world economy. Dominant and dangerous. As America’s economic supremacy fades, the primacy of the dollar looks unsustainable”, The Economist, London, 3 de octubre, http://www.economist.com/news/leaders/21669875-americas-economic-suprema...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Octubre 3, 2015
Tema: 
Hegemonía mundial. Transición a un nuevo orden mundial.
Idea principal: 

El papel de cualquier super-potencia en activo es mantener el equilibrio dentro del sistema que domina. Esto es algo que ha hecho de manera efectiva Estados Unidos durante los últimos 70 años. A pesar de los continuos embates de sus contra-partes, aun hoy el dólar sigue siendo la principal divisa como medio de cambio, depósito de valor y activo de reserva, por lo cual, aunque el yuan se encuentra en crecimiento, una transición a un orden seguro y menos inestable como el actual, será complicado.

Estados Unidos ha perdido participación en la producción, comercio, inversión corporativa mundial, importaciones y exportaciones, pero Wall Street marca el ritmo de los mercados en todo el mundo. Los gestores de fondos estadounidenses ejecutan el 55% de los activos mundiales, frente al 44% de hace una década. Sin embargo, los costos de mantener el control sobre el sistema financiero están siendo más altos que los beneficios.

Las decisiones tomadas en la Reserva Federal afecta a otros países de distintas formas, desde las deudas contraídas en dólares en el extranjero, hasta las decisiones de los bancos centrales de países emergentes que vinculan su moneda al dólar. Los extranjeros, que poseen entre el 20 y 50% de los bonos del gobierno en moneda local en lugares como Indonesia, Malasia, México, Sudáfrica y Turquía, son más propensos a abandonar los mercados emergentes cuando las tasas estadounidenses suben.

Un segundo problema se encuentra en la cantidad de dólares en circulación que se encuentran en el extranjero. Durante la crisis de 2007, la Reserva Federal se vio forzada a actuar como prestamista de última instancia, ofreciendo $ 1 billón de dólares de liquidez a los bancos extranjeros y los bancos centrales. Después de casi una década, los flujos de dólares suman aproximadamente al doble de los que eran en aquello tiempos y se piensa que en 2020 podrían ser tan grandes como la industria bancaria Americana. Ante una crisis, no es seguro que exista un prestamista de última instancia o, si lo hay, los planes de la Fed para emitir enormes swaplines podrían encontrar resistencia reguladora o del Congreso.

Una tercera preocupación es que los políticos y fiscales utilizan el sistema financiero como medio para ejercer presión sobre otros países, banqueros y funcionarios.

Como se mencionó anteriormente, ser el agente que domina el sistema financiero tiene beneficios, como deuda barata y el privilegio de poseer la moneda de reserva. Pero los costos son altos. Si la Fed no actúa como prestamista de última instancia ante una nueva crisis, las consecuencias rebotarán directamente en la economía de Estados Unidos. No obstante, aun sin crisis puede perder el control de su propia moneda. Si los extranjeros siguen acumulando reservas, van a dominar el mercado de los bonos de la década de 2030. Para satisfacer la creciente demanda extranjera de activos seguros denominados en dólares, el gobierno de Estados Unidos podría emitir más bonos del Tesoro para añadir a sus deudas. O podría dejar a los extranjeros comprar otros valores, pero esto podría generar burbujas de activos, al igual que el auge de las hipotecas de la década de 2000.

La hegemonía de Estados Unidos es inestable, pero un sustituto es inadecuado. Durante la transición de la batuta de líder mundial en 1920-1945, Gran Bretaña y Estados eran aliados, lo que hizo la transferencia ordenada. Además, Estados Unidos gozaba de una economía dinámica.

Actualmente no existe una economía lo realmente estable para tomar el control. La zona del euro es insegura, el yuan ha creado los sistemas para poder llegar a serlo, pero no cuenta con el apoyo suficiente. Lo que sugiere que el dólar continuará con su dominio en el sistema financiero global. Sin embargo, Estados Unidos debe adoptar nuevas reglas, como la creación de grandes líneas de intercambio de emergencia con más bancos centrales.

Datos cruciales: 

Estados Unidos aporta el 23% al PIB mundial y el 12% al comercio de mercancías.

Alrededor del 60% de la producción mundial, y una proporción similar de la población del planeta, se encuentran dentro de la zona del dólar

La inversión corporativa internacional de las empresas estadounidenses ha caído de 39% en 1999 al 24% en la actualidad.

Los gestores de fondos estadounidenses ejecutan el 55% de los activos mundiales, frente al 44% de hace una década.

En la década pasada, la participación en las importaciones mundiales de mercancías de los Estados Unidos ha disminuido del 16% al 13%.

Estados Unidos es el mayor mercado de exportación de sólo 32 países, frente a 44 en 1994; la cifra para China ha aumentado de dos a 43.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El artículo realiza un análisis del cómo es que debe de actuar una super-potencia en activo, como lo es Estados Unidos. A pesar de las deficiencias dentro de su propio sistema (el financiero) aún mantiene su hegemonía a través de su moneda. Sin embargo, los costos de ser la potencia líder están comenzando a ser más altos que los beneficios. ¿Si Estados Unidos no aplica medidas concretas para controlar el sistema financiero, finalmente será sometida? ¿China parece ser una mejor opción? La transición será lenta y complicada.