Teorías de la empresa y la competitividad
Vargas Sánchez, Gustavo [2006]. Teorías de la empresa y de la competitividad, México, Castdel, S.A. de C.V., 168 pp.
Gustavo Vargas Sánchez es docente e investigador egresado de la Facultad de Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Es constante colaborador en revistas especializadas en temas económicos.
Prólogo
El mundo económico en el que vivimos se reconoce así mismo como “Economía de la empresa” (p. xiii).
Constituye una “paradoja” que en el instrumental básico del pensamiento económico dominante, basado en la teoría de los precios, la empresa no exista, sino que se apele a una ficción como la maximización del consumidor y los temas de la empresa se releguen a segundo plano sin dar cabida a temas como el cambio tecnológico, cambio estructural, ganancias, estrategias empresariales de desarrollo, etc.
El libro pretende ser la conexión entre la teoría de los precios y la teoría de la empresa, puesto que se quiere demostrar que “la creación de valor constituye la estructura esencial en la estrategia competitiva de la empresa, […] de la articulación de la socialidad a través del mercado. El trabajo, entonces, constituye la célula esencial de la economía en su conjunto y en la organización de la empresa” (p. xiii). Lo anterior sostiene la hipótesis principal del libro: el valor-trabajo representa el común denominador entre la teoría de la empresa y la teoría de los precios.
Introducción
La hipótesis central del libro surge de la pregunta que hace la economista E. Penrose (1957) sobre si existe algo inherente a la naturaleza pura de la compañía que promueva su crecimiento y necesariamente suponga un límite en su tasa de crecimiento. Para el autor existe y se plantea que “el trabajo es la fuente del valor y la dinámica de la empresa” (p. xv). Aunque otras teorías no niegan que el trabajo sea importante para la creación del valor, su carácter en la producción es tratado como un simple factor.
“La fuente de la riqueza está en el trabajo; más aún, la única fuente de la riqueza está en el trabajo”. El trabajo ha existido desde la aparición del hombre pero ¿qué distingue al trabajo que produce mercancías al interior de la empresa? La solución está en el concepto de valor-trabajo que involucra “un conjunto de procesos económicos, sociales, políticos e institucionales y de mercado, que explican y determinan la importancia del trabajo en el espacio de la empresa y que vuelve a ella en forma de beneficios” (p. xv).
El estudio de todos esos procesos da una aproximación dinámica al crecimiento de la empresa, puesto que el libro pretende introducir las consideraciones de la teoría del valor-trabajo al aparato analítico de la empresa neoclásico y poskeynesiano. Por último, se señalan dos discrepancias con la teoría de la empresa neoclásica y su aplicación real en el mundo económico de la empresa:
1. La existencia de un equilibrio, óptimo, único y estable;
2. El concepto valor-trabajo usado por la ortodoxia marxista como argumento para postular la transformación social revolucionaria del sistema.
El libro se divide en 8 capítulos, conclusiones y un apéndice, en este último se estudian los enfoques más relevantes para el análisis de la empresa trasnacional a partir de la reconsideración del concepto valor-trabajo en la teoría de la empresa (p. xvi).
Capítulo 8. La teoría de la empresa, una reconsideración a partir del concepto valor-trabajo
Este capítulo tiene 4 objetivos combinados en uno solo, que es encontrar la forma de relacionar de manera coherente la teoría del valor-trabajo con la teoría de la empresa, así pues, se pretende:
i) Dar con el concepto de empresa. El autor no da la definición de forma inmediata sino que hace una reconsideración del análisis de la empresa destacando dos niveles bajo los cuales puede encontrarse una lógica. El primer nivel es el de carácter multidimensional de la empresa abordado en el capítulo 6, en donde se involucran los aspectos económico general, social e histórico. El segundo nivel es del tipo particularmente económico que ofrece un eje teórico articulador para su comprensión y organización explicativa (este eje se concentra en los conceptos de trabajo y valor) (p. 138).
ii) Caracterizar el trabajo como elemento que construye las diferentes aproximaciones a la teoría de la empresa. En este punto se toma el papel que juega el trabajo en la empresa en las diferentes teorías.
Los neoclásicos consideran al trabajo como un factor sustituto del capital, por lo que en la relación producto-capital, el trabajo presenta rendimientos crecientes en una etapa y luego decrecientes(p. 138).
Para poskeynesianos y heterodoxos, el trabajo y el capital son complementarios y la proporción de estos en el producto es constante, por lo que los costos medios y marginales se igualan, no hay condiciones de equilibrio en la empresa (p. 138).
Los economistas regulacionistas dejaron de lado los conceptos de valor y trabajo.
Para los teóricos de la competitividad aunque el trabajo es otro factor dentro de la empresa, este reporta rendimientos crecientes y se encuentra estrechamente ligado a la rentabilidad de la empresa.
La corriente que propone el carácter multidimensional de la empresa, considera que el trabajo, y las relaciones entre sus diferentes clases, esencial para entender la relevancia de la empresa en todos los procesos organizativos de la empresa.
Para los economistas clásicos el trabajo es la fuente del valor y de la riqueza en la economía en su conjunto.
iii) La caracterización del trabajo y el valor. Para una definición adecuada de la empresa, la caracterización del trabajo no basta y para incluir el carácter multidimensional, se parte del concepto valor-trabajo.
Caracterización del trabajo
Se afirma que el trabajo es el elemento activo de la generación de valor puesto que “en la empresa no sólo reproduce el valor y la riqueza actual, sino que se caracteriza porque crea nuevo valor a través de las actividades laborales que se organizan en el proceso productivo interno” (p.139). Ese elemento esencial del trabajo se ve reflejado en el mercado y las relaciones de la empresa con el mismo y con las instituciones, por lo que algunos determinantes de la inversión están en función de la creación de valor.
Al ser la empresa el espacio donde se genera valor, mediante un proceso laboral (sea individual o colectivo) asociado directa o indirectamente con esa creación de valor, el valor trabajo es la sustancia que le da coherencia a toda la economía. Esto se entiende así porque “una actividad laboral es la actividad más simple en la que se puede descomponer analíticamente el proceso de generación de valor y sin la cual el proceso laboral y el funcionamiento de la empresa no se puede realizar” (p. 140).
Como las actividades laborales se agrupan en departamentos o áreas, dicha división del trabajo forma dentro de la empresa una gran organización o cadena de valor, esta última se puede definir “como el conjunto de procesos, áreas de labor, divisiones o actividades que participan en la producción y realización de las mercancías de una empresa y que están relacionados positivamente con la rentabilidad de la empresa” (p. 140). La cadena de valor potencializa la productividad del trabajo o mejor dicho su capacidad creativa de valor.
El autor define a la empresa como “el espacio económico donde el trabajo genera riqueza y valor”, es decir, el trabajo físico e intelectual en combinación con un conjunto de recursos productivos adquiere la cualidad de generar más valor del que se ha invertido en el proceso laboral y esto permite a la empresa crecer. De lo general a lo particular, cada empresa tiene su propia cadena de valor puesto que el trabajo empleado genera conocimiento que es difícil de replicar en otras empresas, aunado a esto, la técnica, y la innovación son elementos que junto con el trabajo determinan la competitividad de la empresa (140-141 pp.).
Caracterización del valor
Sobre este punto se hace una aproximación a los determinantes socioeconómicos de las ganancias.
El valor, dice el autor, incide en los salarios, la tecnología, la organización, la división del trabajo, los costos e ingresos de la empresa. La empresa tiene el poder de fijar los precios, por lo que el análisis del valor se encausa en el análisis de los determinantes del mark-up, y aunque desde la visión poskeynesiana el valor no tiene importancia, se considera que el mark-up y la demanda tienen una gran influencia (p. 141)
Dado que el valor dentro de la empresa se refleja en el mercado bajo la forma de dinero, la empresa percibe ingresos monetarios con los cuales recupera su inversión inicial y aparte percibe un excedente, este último puede dividirse para ampliar el monto de inversión inicial, por lo que el autor afirma: “el valor monetario que recibe la empresa del mercado supone una dimensión social, que involucra no sólo el acto de compra-venta, sino toda la dinámica de inversión, reinversión y de crecimiento de la economía en su conjunto” (p. 142).
A diferencia de la visión neoclásica en donde los precios reflejan el valor y este valor se crea en el mercado, la visión multidimensional de la empresa asegura que el valor es creado dentro de esta durante el proceso de producción para después realizarse en el mercado. Los ingresos monetarios que percibe la empresa tienen la característica de contener el valor invertido inicialmente, más el nuevo valor económico creado o excedente económico, por lo que esto representa su participación en la riqueza nacional.
Dicha participación está en función de la competencia en el mercado. Estudios recientes han revelado como el tamaño de la empresa, las compañías globales y las redes internacionales, así como las relaciones de coordinación y colaboración pueden alterar la posición de la empresa en el reparto del ingreso nacional, al respecto, también la política pública y las instituciones pueden influir en la rentabilidad y crecimiento de la empresa.
Dado que la empresa crea mediante el trabajo un valor social expresado en dinero, la forma en la que percibe ingresos estará influida por todo su entorno, donde las empresa y la demanda limitarán la forma en la que crea valor, por lo tanto el autor define al mercado como: “un espacio de conflicto, cooperación o lucha por mantener o incrementar la participación de la empresa en el ingreso, valor o riqueza que produce una economía. El mercado está formado por el conjunto de agentes, instituciones y relaciones actuales y potenciales que existen fuera de la empresa, en su entorno, que determinan directa o indirectamente la magnitud de valor que la empresa obtiene durante un periodo específico” (p. 143).
Para concluir este punto, tanto la empresa como el mercado son dos espacios o dimensiones económicas que determinan la creación y magnitud de valor creado por cada empresa. La interrelación de la empresa con el mercado está dotada de incertidumbre, puesto que no se puede tener información plena resultado del proceso de competencia.
iv) Reconsideraciones de la teoría de la empresa poskeynesiana.
El autor en este punto da su propia definición de la empresa considerando la actividad de la misma como creadora de valor: “la empresa constituye un espacio económico donde se gestiona la formación y acumulación del valor desde una posición de intereses particulares. […] El poder creativo del trabajo se potencia en la empresa al actuar en trabajos de equipo coordinados y administrados, revolucionando todo lo que está a su alcance […] El elemento activo de este proceso es el hombre en sus capacidades físicas, mentales y colectivas, para crear valor” (p. 144). Dicha creación y control del valor tiene su origen en el trabajo, por lo que la diferenciación entre fuerza de trabajo y trabajo es la base para una explicación coherente de la dinámica de la empresa.
Dado que para los poskeynesianos el concepto de valor no tiene relevancia, Vargas intenta conciliar la teoría del valor-trabajo y la nueva microeconomía mediante el concepto de excedente económico, donde la teoría valor-trabajo se expresa como la plusvalía obtenida de la explotación del trabajo y la teoría poskeynesiana como el resultado de un nivel de producción tal que los costos medios de insumos y trabajo se ven rebasados generando dicho excedente.
“A la fuerza de trabajo se le paga un salario negociado antes de la producción, por lo que, en términos de costos, a la empresa le interesa producir más allá del volumen de producción que equivale al pago del salario establecido” (p. 145). Con una tecnología dada y una administración dada, el comportamiento de los costos medios variables mantienen una tendencia horizontal hasta un punto donde el salario se iguala a la cantidad de producto que representa su costo de reproducción, es allí donde se da el quiebre de la curva a un nivel inferior, por lo que el costo de la fuerza de trabajo por unidad de producto se reduce y eso genera el excedente económico.
El punto de quiebre de la curva de costos medios según el autor puede ser un punto de referencia para fijar los precios (p. 146), con ello refuerza la visión poskeynesiana y la de los teóricos de la competitividad, de igual forma esto es compatible con la visión de la empresa de Edith Penrose que mantiene la organización de los recursos productivos, sobre todo del trabajo de los directivos como el límite del crecimiento de la empresa, pero a su vez es el potencializador de la misma, pues le dan capacidad de descubrir sus “oportunidades productivas” (p. 146).
Sin embargo, el crecimiento, dado por los recursos productivos en el proceso productivo de la empresa, no significa crecimiento del valor, sino que el valor-trabajo dentro de la empresa al estar influido por relaciones políticas, jurídicas, sociales e institucionales, genera crecimiento al ser la fuerza de trabajo la que lo materializa de forma social para su consiguiente apropiación privada (p. 146).
Respecto a la competitividad de la empresa, la diferenciación entre recursos productivos y los servicios productivos que generan las oportunidades de crecimiento dentro de la empresa, es el primer paso para entender la competitividad. Las corrientes desarrolladas bajo esta perspectiva sobre los estudios empresariales y de competitividad utilizan la división del trabajo en las empresas más rentables, relacionando actividades y competitividad, ellos lo expresan como cadena de valor (p. 148), que no es lo mismo que la teoría valor-trabajo pero ha demostrado interrelacionar muy bien los conceptos de trabajo y ganancia en las empresas.
No es meramente el conjunto de activos productivos lo que le da la competitividad a la empresa, sino de las actividades laborales que movilizan esos recursos mediante la división del trabajo, dentro de las visiones de la competitividad los desplazamientos de la curva de costo medio hacia abajo y a la izquierda, los cambios en la organización de los recursos son un pilar fundamental para la competitividad y sustentan su validez en la continua búsqueda de la disminución del tiempo de trabajo en la producción de mercancías (p. 148).
Siguiendo a los teóricos de la competitividad y su búsqueda de la eficiencia, la revaloración del concepto valor-trabajo tiene al menos 3 implicaciones:
1. Aporta elementos importantes y complementarios a la nueva microeconomía de la empresa.
2. Ofrece métodos de evaluación del desempeño y dinámica de la empresa, así como de su competitividad.
3. Propone nuevas políticas que trascienden las recomendaciones de dejar actuar libremente a las fuerzas del mercado (p. 149).
Apéndice. El caso de la empresa trasnacional
Esta parte del libro se integra como una “aproximación” al análisis de la empresa trasnacional mediante las consideraciones hechas de la teoría del valor trabajo en la nueva microeconomía poskeynesiana (p. 151).
Aun con la complejidad que pudiera representar, el análisis de la empresa trasnacional no implica una teoría económica de la empresa aparte o diferente, entre lo más importante a destacar es:
• La forma más compleja de la empresa.
• Cómo la megacorporación se convirtió en el centro del proceso de acumulación de una economía nacional y rectora del proceso económico mundial.
• Se ha convertido en la forma organizativa dominante del capitalismo moderno (p. 152).
El autor citando a Dunning (1995) refuerza los puntos anteriores al declarar que el movimiento de la globalización de la producción y de los mercados por MNE (Empresas Multinacionales) es la característica principal de la dinámica mundial.
En principio se explica mediante distintos autores qué es una empresa trasnacional para formular una definición. Las ideas de los autores varían: desde su operación en territorio extranjero hasta el número de filiales que tiene operando en el extranjero (p. 152). Entre las definiciones tomadas se encuentran:
Vernon (1971): La trasnacional debe operar en 6 o más países.
Dunning (1971): Son propietarias de la empresa y controlan en más de un país la producción instalaciones productivas.
Brooke y Remmers (1972): Corporación multinacional que opera empresas en el extranjero.
Caves (1996): La empresa que controla y administra la producción en al menos 2 países.
Hirch (1973): La empresa que adquiere o establece una fábrica en el extranjero.
Eiteman, Stonehill, Moffett (2004): Empresa multinacional como la que posee filiales, subsidiarias, sucursales y afiliados localizados en otros países.
El Departamento de Comercio de los Estados Unidos (1985) y El Centro sobre Empresas Trasnacionales de la ONU (1973): La empresa trasnacional como la que decide abrir un establecimiento en el exterior.
Las definiciones anteriores (152-153 pp.) sirven para que el autor exponga su propio punto de vista sobre la definición de empresa trasnacional: a nivel microeconómico puede considerarse a la megacorporación como una empresa que opera en más de un país y que tiene comportamiento oligopólico (p. 153).
Tomando en cuenta lo anterior, surge la tarea de relacionar a la empresa trasnacional con la teoría del valor, conociendo sus objetivos y la forma en la que a nivel mundial genera valor. Al respecto el autor se plantea las siguientes preguntas:
i) ¿Cómo explicar la naturaleza y dinámica de la empresa trasnacional a partir de la teoría del valor?
ii) ¿Es importante, en su estudio, la consideración del carácter multidimensional de la empresa? (p. 153).
Vargas considera que el valor y el trabajo explican la naturaleza y dinámica de la empresa, que a nivel internacional el valor que crea “tiene valor de carácter mundial”. Respecto a la segunda pregunta, la respuesta es afirmativa ya que las características de las empresas trasnacionales y sus características requieren de una visión más amplia para ser analizadas. Volviendo a citar a Dunning (1971), habla sobre la conjunción de distintas disciplinas para entender los determinantes del comportamiento de las trasnacionales y su interacción con los demás agentes económicos.
"Desde una perspectiva histórica [...] el crecimiento de las fuerzas y capacidades productivas y financieras de las empresas trasnacionales trascienden las posibilidades de absorción en el mercado interno, por lo que ha de salir de sus fronteras nacionales realizando operaciones de diferente índole (venta, producción, etc.) en otros países” (p. 154). Se afirma que esto no altera su naturaleza básica, es decir el crecimiento constante de la empresa, su evolución a formas más sofisticadas, y la acumulación y concentración del capital en todas sus formas.
A través de un estudio de empresas trasnacionales realizado por Fajnzylber y Martínez Tagarró (1976), se menciona que los objetivos de la empresa trasnacional son la “rentabilidad y el crecimiento” en sus operaciones en el ámbito del mercado mundial y a largo plazo. Adicionalmente, el autor destaca otros dos objetivos alternos dentro de la administración de las empresas trasnacionales: la maximización de la riqueza de los accionistas y la maximización de la riqueza de las corporaciones, ambas en constante conflicto de intereses en la repartición de la riqueza (p. 155).
Cualquiera de los dos objetivos requiere que la empresa cree valor, y esto lo hace mediante el trabajo, su división dentro de la empresa y la forma en que las relaciones de la empresa con su entorno permiten traspasar las fronteras de un país. La empresa trasnacional entonces organiza las actividades laborales a nivel global mediante una matriz en el país donde la empresa reside o mediante sus filiales si esta cuenta con cierta autonomía: “el proceso de trabajo está organizado bajo una estricta división internacional del trabajo, encargado y controlado por una autoridad central que se encuentra en la casa matriz” (p. 156).
El espacio bajo el cual se desarrolla la actividad de la empresa trasnacional se conforma por:
a) la matriz de transacciones;
b) el conjunto de condiciones sociales, políticas, históricas e institucionales; y
c) las fuerzas que componen la competitividad, pues conforman las condiciones, relaciones y procesos que determinan el valor que fluye en forma monetaria a la empresa no sólo a nivel nacional sino también a nivel mundial.
El espacio requiere de la flexibilidad de la empresa trasnacional para adaptarse a la cultura e instituciones, historia, riesgos políticos, tipo de cambio, y finanzas locales del país al que llega, y dado que la creación de valor se da a nivel mundial entre distintos países en donde puede operar “el motor de acumulación se hace global” (p. 156).
Del análisis que se realizó antes sobre la empresa trasnacional, Vargas hace un esfuerzo por hacer una representación microeconómica de la empresa trasnacional tomando en cuenta la conjunción de la teoría del valor trabajo y de la nueva microeconomía heterodoxa.
En principio se afirma que “la madurez de la economía en su conjunto, y de la empresa en particular, son condiciones para el surgimiento de la empresa trasnacional” (p. 156). La forma en la que se reproduce la empresa desde el principio del capitalismo no se ha modificado (se organiza el trabajo para producir y vender mercancías, crea un excedente que es distribuido para el consumo de los propietarios o para ampliar la acumulación de capital), pero para el caso de la empresa trasnacional, sin embargo, esta ha ido un paso más adelante puesto que las operaciones se dan en diferentes países y los cambios en la organización del trabajo para la producción y venta de las mercancías, con el objetivo de generar un excedente, adquiere dimensiones más amplias (p. 157).
El autor analiza el surgimiento de la empresa trasnacional para poder formular una representación microeconómica que ayude a comprender de qué forma la empresa trasnacional crea valor.
El primer aspecto a considerar es la evolución de la empresa, misma que está asociada al progreso en la división del trabajo en su interior (p. 157). La división del trabajo está en función de la capacidad productiva de la empresa, es decir, del volumen máximo de producción que corresponde a la plena utilización de los factores dentro de ella. Este concepto es importante, ya que si bien la tendencia de las empresas de transformarse en trasnacionales, no es uniforme, la forma en la que acumulan capital tiene que ver con la división del trabajo, que le permite hacer frente al crecimiento del mercado, y sobre todo gestionar su crecimiento (p. 158).
Dados los cambios en la forma en que han ido creciendo las empresas (integración vertical, horizontal, fusiones, adquisiciones, innovación y cambio tecnológico), la dinámica de acumulación de capital en la evolución de la empresa consiste en la acumulación de recursos productivos, financieros, tecnológicos, conocimiento y organizacionales que le permiten ampliar sus actividades a otro país (p. 158).
La representación microeconómica de la empresa debe formularse en primer término como el resultado de una empresa que crece, en segundo término como el de una empresa que compite en un mercado oligopólico, o como el autor señala “la expansión internacional se explica por la asociación entre oligopolización y trasnacionalización” (p. 159).
Si existe una expansión del mercado y la empresa aprovecha para producir y vender más, la división del trabajo crece y con ello la capacidad de la empresa generando costos medios más bajos, de allí que esta se convierta en una empresa grande a nivel nacional poseyendo una gran participación de mercado, dado que operan con una capacidad por encima de la media pueden convertirse en exportadoras. Vargas deduce que es justamente la exportación el primer paso para que una empresa se convierta en empresa trasnacional, pues con ello explora los mercados y posteriormente según el éxito instala filiales que le permiten llevar su operación en ese país (p. 160).
El “círculo virtuoso” que forma es uno donde las filiales tendrán una capacidad instalada, el crecimiento del mercado provocará una mayor división del trabajo y con ello el aumento de nueva cuenta de la capacidad y esto provoca que a nivel internacional la empresa genere economías a escala. El autor finaliza la representación con una reflexión similar a la tesis de Stephen Hymer (1976), puesto que afirma “las empresas con estructuras oligopólicas de carácter mundial, con estructuras productivas, tecnológicas, organizacionales y con amplios recursos financieros y de conocimiento, al llegar a los mercados subdesarrollados introducen desequilibrios en las estructuras de los mercados emergentes, desplazando a las empresas nacionales y propiciando un proceso de concentración que puede ser más agudo que el que existe en sus países de origen. Este razonamiento coincide con la tesis de Hymer, que afirma que el carácter desigual que implica la organización vertical y jerarquizada de la empresa trasnacional se traslada a la economía internacional, generando nuevas condiciones para un desarrollo desigual” (p. 161).
Las últimas consideraciones sobre las empresas trasnacionales hechas en el libro se refiere a las características que distinguen a las empresas trasnacionales y la relación de la empresa trasnacional con los mercados internacionales.
Por un lado, como se ha mencionado, todas las operaciones de la empresa (administración, financieras, de producción, distribución y de investigación y desarrollo) están regidas por una estructura organizacional que controla y dirige la circulación de productos, conocimientos, servicios y flujos financieros. Las empresas trasnacionales con su capacidad de hacerlas fluir en diferentes regiones (relacionando matriz-filial, filial-filial) dándole una ventaja competitiva (p. 161).
Sobre el punto anterior, la característica de la estrategia centralizada en las empresas trasnacionales es, como el autor enfatiza en la cita de R.Trajtemberg (1999), un “espacio integrado […] que controla jerárquicamente su capacidad de planificar actividades sobre el conjunto del mismo […] Se crea la posibilidad y, a la vez, la necesidad de una planificación global y de centralización internacional de decisiones. La estrategia de las empresas trasnacionales se basa en una visión planetaria” (p. 162).
Dicha capacidad de planificación le permite saltear las barreras políticas de otro país y elegir el lugar donde más le conviene invertir. Las empresas trasnacionales al contar con un flujo de tecnología, conocimientos organizacionales, respaldo financiero y prestigio de marcas, etc., consiguen ser más competitivas que las empresas nacionales.
Por otro lado, la forma en que la dicotomía empresa-mercado explica la expansión internacional de las empresas puede ser abordada desde la internalización de la empresa. Dunning (1971) bajo ese análisis sostiene que existen 2 escuelas que explican este proceso de expansión de la empresa a nivel mundial: la “internalización” y el “paradigma ecléctico” y que deben ser tratadas como complementarias. Para Vargas, siguiendo su línea de análisis y a Edith Penrose la dicotomía empresa-merado no permite analizar las fuentes internas a la empresa para el crecimiento (p. 163).
La internalización, como una visión que considera la acumulación de activos y conocimiento las principales fuentes del valor agregado, aprovechando las fallas del mercado, la empresa concentra sus esfuerzos en la reducción de la incertidumbre por lo que los activos de la empresa y su respectiva división del trabajo generan las capacidades necesarias para impulsar a la empresa a mercados extranjeros.
El autor señala que si bien no acepta la dicotomía empresa-mercado, si es un complemento de la teoría valor-trabajo para poder explicar la trasnacionalización mediante la internalización, es decir, la empresa tiene sus propios procesos como organización, clasificados en:
a) Empresa asignadora óptima: La empresa trasnacional al asignar óptimamente los recursos logra la maximización del bienestar global (Rugman, 1982), en contraposición, la capacidad de la empresa trasnacional para internalizarse y discriminar precios aumenta ingresos para la empresa apropiándose de rentas monopólicos (Michalet, 1985) (p. 163).
b) Flujo interno de productos y precios de transferencia: el comercio intra-firma como forma en que la empresa trasnacional genera economías de escala en la producción de ciertos insumos y se beneficia de sus precios de transferencia, con ello la matriz fija cantidades, precios y utilidades de sus filiales (p. 164).
c) Creación y circulación de conocimientos: la empresa trasnacional tiene una estructura centralizada de investigación y desarrollo en su país de origen lo que le proporciona un poder oligopólico. Sea la trasferencia de conocimiento de matriz a filial o de filial a filial, los conocimientos transferidos constituyen el dominio de la empresa trasnacional sobre sus propios procesos y de ninguna manera “se traduce en una política dinámica de innovación en las economías subdesarrolladas, y se constituye en condición para la obtención de beneficios monopólicos de las tecnologías en uso” (p. 164).
d) Creación, acumulación, circulación y asignación de capital: la empresa trasnacional genera dos tipos de flujos para crear valor en el extranjero, uno es la inversión extranjera directa, entendida como la capacidad de la empresa de instalar filiales en el país al que llega, y las remesas a la empresa matriz como son las utilidades y pagos. Por tanto, la empresa trasnacional “es una organización financiera que distribuye la riqueza de acuerdo con planes estratégicos de crecimiento y expansión” (p. 165).
e) Circulación y asignación de mano de obra: La empresa trasnacional puede mover mano de obra especialmente calificada de un país a otro con lo que transfiere experiencia y conocimiento. Esto solo puede ser posible bajo un mercado concentrado y oligopólico que sea capaz de desplazar empresas nacionales de los países huésped. (p. 165).
Estos 5 procesos de internalización llevan consigo el debate con la dicotomía de la empresa-mercado poniendo sobre la mesa las reconsideraciones de la teoría valor-trabajo haciendo énfasis en la forma en que la empresa trasnacional logra aprovechar los procesos separados geográficamente para crear nuevo valor contrastando con la visión ortodoxa neoclásica sobre el estudio de la empresa (p. 166).
Conclusiones
El autor concluye el tema de la empresa trasnacional con algunas afirmaciones:
• Tanto la teoría del valor-trabajo como el carácter multidimensional de la empresa son instrumentos útiles para el análisis y comprensión de la dinámica de la empresa.
• La empresa trasnacional es el resultado de dos espacios económicos: la empresa y la economía en su conjunto.
• Aun cuando la naturaleza de la empresa trasnacional es privada, su existencia implica cambios sustanciales en el funcionamiento económico mundial: a) involucra a más de un país, y la empresa a nivel mundial puede coordinar la división del trabajo a distintos niveles y en diversas zonas geográficas; b) la creación de valor es mundial que agrupa una matriz de transacciones que involucran aspectos económicos, políticos y culturales; c) la empresa trasnacional gestiona no solo la creación de valor, sino que también la acumulación de capital a esa misma escala, por lo que la empresa trasnacional se convierte en el centro de la economía mundial.
Prólogo
Introducción
Capitulo 8. La teoría de la empresa, una reconsideración a partir del concepto valor-trabajo.
Apéndice. El caso de la empresa trasnacional.
Dunnning, John [1995], The globalization of Business, Ed. Routledge, Londres y Nueva York, p. 72.
Vernon, Raymond [1971], Sovereignty at bay. The multinational spread of US Enterprises, Nueva York: Basic Books, Cambridge, p. 326.
Dunnning John [1971], "The multinational enterprises: The background", John H. Dunning (autor), The multinational enterprises, Ed. Allen & Unwin, Londres.
Brooke, Michael y Remmers, Lee [1972], "The strategy of multinational enterprise", American Elsevier publishing co., Nueva York.
Caves, Richard [1996], "Multinational enterprises and economic analisis", Cambridge University Press, 2da ed., Estado Unidos.
Hirsch, James [1973], "Multinational: How different are they?", en Centre national de la recherché scientifique.
Eiteman, Stonehill y Moffett [2004], "Multinational business finance", Pearson Education, 10ma ed., Estados Unidos.
Departamento de Comercio [1985], "Survey of currente business" del Bureau of Economic Analisis, Washington.
Organización de las Naciones Unidas [1973], "Las corporaciones multinacionales en el desarrollo mundial", Centro sobre Empresas Trasnacionales, ONU, Nueva York.
Fajnzylber, Fernando y Martínez Tagarró, Trinidad [1976], "Las empresas trasnacionales. Expansión a nivel mundial y proyección en la industria mexicana", FCE, México.
Hymer, Stephen [1976], The International Operations of National Firms, MIT Press, Cambridge, p.253.
Trajtenberg, Raúl [1999], "El concepto de empresa trasnacional", Serie de documentos de trabajo, Departamento de Economía, Agosto de 1999, http://cienciassociales.edu.uy/departamentodeeconomia/wp-content/uploads...
Los temas de empresa y competitividad al ser retomados con una visión más amplia y multidisciplinaria da como resultado el análisis más completo de la estructura empresarial capitalista. Los procesos de trabajo alrededor del mundo deben ser analizados bajo la premisa de volver al valor-trabajo como punto de partida bajo el cual las empresas y los individuos que coordinan y trabajan en ella crean valor dentro de la empresa, mismo que es apropiado para después distribuirse generando la dinámica económica del sistema capitalista en su conjunto, generando los ajustes y desajustes a nivel nacional o mundial en lo político, social y cultural.
El caso de las empresas trasnacionales como forma más elevada de la concentración y acumulación del capital, pone en duda las doctrinas que, basadas en un punto del tiempo con poca o nula interacción entre actores sociales y políticos, pretenden dar respuesta a los fenómenos económicos propios de las grandes empresas a nivel mundial. Las formas de competencia surgidas de la irrupción de una empresa extranjera a una nación, así como las oportunidades que se presentan ante la llegada de la misma tienen como punto en común la forma en la que competirán, dando lugar a la teoría del valor-trabajo para dar respuesta a los cambios económicos, políticos y sociales a nivel mundial.
Este enfoque permite analizar a la empresa no sólo a partir de sus ingresos, sino entender el proceso productivo como el elemento central de su funcionamiento. El control de la fuerza de trabajo, los mecanismos de control y disciplinamiento de la fuerza de trabajo al interior del proceso productivo, la contención salarial, son elementos que explican sus ganancias, la localización geográfica y sus relaciones con los poderes estatales.