El artículo hace referencia a los beneficios de la dieta Restricción de Calorías (CR, por sus siglas en inglés), la cual queda comprobada mediante la experiencia de 15 años de vida del señor Michael Rae (trabajador de una fundación anti-envejecimiento de California) que la salud puede mejorarse mientras que las pruebas con animales han demostrado que dicha dieta puede ayudar a tener una vida saludable extra de 7 a 15 años con beneficios múltiples. La dieta CR puede no solo prolongar la vida sino también tener otro fin, ya que piensa que los avances médicos radicales no solo retrasarían sino detendrían e incluso revertirían el envejecimiento en un futuro no muy distante.

Si el CR es tan maravilloso como se presenta, unas pocas décadas de privación podrían traducirse a siglos adicionales de vida, lo que David Gobel (jefe de la fundación Matusalén) conoce como “escape a velocidad de la vejez”, el punto donde la esperanza de vida se incrementa más año con año. El CR no sólo prolongaría la vida humana, las pruebas con animales ofrecen evidencia genética y farmacológica que sugiere que la vejez no es una simple acumulación de defectos sino un fenómeno en sí que podría controlarse manipulando los genes o bien a través del entorno (que es lo que busca el CR) y la secuencia metabólica.

Los tratamientos de manipulación de genes mediante medicamentos podrían llegar a prolongar la vida, Eileen Crimmins una investigadora de la universidad del Sur de California en los Ángeles calculó que la completa eliminación de las enfermedades cardiovasculares puede incrementar la esperanza de vida en 5.5 años y los problemas causados por el cáncer podrían hacerlo en 3.2 años. El incremento en la esperanza de vida, según la doctora Crimmins, más allá de los 95 años requerirá tratar los problemas de salud en conjunto y no sólo un problema en solitario.

Señales de Inmortalidad

Antes que se descubran fármacos anti-envejecimiento los investigadores requerirán resolver las cuestiones de regulación para dichos medicamentos. Hasta el momento la agencia que permite vender fármacos no considera a la vejez como una “señal” que merezca terapia, después de todo, la vejez es algo que nos ocurre a todos, lo cual genera dificultad para pensar en una cura, los fármacos no pueden ser aprobados y hay pocos incentivos para seguir investigando. Pese a esto, existe un enorme mercado potencial, mientras que la regulación da indicios de poder cambiar.

Dos fármacos aprobados para otros propósitos, Metformin y Rapamicyn, podrían ampliar los efectos del anti-envejecimiento no muy distintos a los de la dieta CR.

Científicos del Instituto de Investigaciones de la Vejez en el Colegio de Medicina Albert Einstein en Nueva York, quieren probar las propiedades del Metformin para retrasar distintas enfermedades, uno de los investigadores involucrados, Nir Barzilai, dice que una razón importante para probarlo es tener una prueba para que en las siguientes generaciones los fármacos anti-vejez sean evaluados por los reguladores.

Si una dieta no regulada puede ser modificada, ¿por qué el mundo necesita medicamentos?

1. Para muchos, tomar unas cuantas píldoras al día sería más fácil que sustituir por muffins bajos en calorías y ensaladas los nutrientes que aportan los suplementos alimenticios.
2. Las compañías pueden hacer dinero fabricando píldoras y competirán para crearlas.
3. Las píldoras pueden funcionar mejor que las dietas.

El doctor Barzilai señala que la dieta CR funciona con menor eficiencia en los primates que en otros mamíferos y que las personas con bajos índices de masa corporal tienen más probabilidades de morir y quienes han obtenido beneficios son una pequeña parte con algún privilegio genético. Si con tratamientos se cambia el metabolismo, algunos genes podrían prolongar el periodo de vida. Otra razón por la que el CR es menos eficiente, es porque puede desactivar el mTOR, una proteína que ayuda a pasar señales del crecimiento de hormonas para las células encargadas de la síntesis proteica.

Lanzando el interruptor

Esa línea de investigación sugiere que en los animales donde el CR trabaja bien, cambia las células de un régimen donde se concentran y crecen a uno donde se concentran y se autoreparan, donde la acumulación de células dañinas es más lenta lo cual significa que la edad se retrasa y los fármacos como la Metformin y la Rapamycin parecen tener los mismos resultados (en animales como moscas y gusanos).

David Sinclair de Harvard Medicine School, quien fue parte del entusiasmo inicial por el uso de esos fármacos, ahora los describe como un medicamento “sucio” con distintos objetivos dentro de la célula, entre ellas se encuentra una proteína conocida como sirtuins que al parecer es activada por el resveratrol (fármaco usado para el tratamiento del Alzheimer), éstas actúan como sensores metabólicos en la mitocondria y son centrales en el desarrollo del envejecimiento de las células.

Thomas von Zglinicki de la Newcastle University dice que el envejecimiento celular está dado por el daño mitocondrial y dificulta revertir el daño, produciendo factores pro-inflamatorios llamados cytokines las cuales llevan a la célula a envejecer, esa inflamación progresiva conduce a varias enfermedades relacionadas con la edad. João Passos de la misma universidad dice que las células a las que se remueve la mitocondria parecen más jóvenes y detienen la secreción de Cytokines. Otras investigaciones sugieren que remover la mitocondria puede imitar los efectos de drogas como la rapamycin y actuar contra el envejecimiento.

Datos contra la muerte

Los descubrimientos anteriores tienen repercusiones en el interés comercial que surge sobre estos, a continuación se presentan algunos casos sobre cómo es usada la información del genoma humano.

• El doctor Zhavoronkov de Insilico Medicine, usa el aprendizaje automático en amplias trabajos recolectados con datos genómicos y que hacen notar las diferencias entre el tejido de personas jóvenes y personas viejas y cómo esos patrones desarrollan la vejez.

• Craig Venter, un pionero en la secuencia genética, en 2013 fundó Human Longeviti Inc (HLI) en San Diego, al igual que Insilico quiere adentrarse a las bases de datos sobre el genoma pero a una escala ampliada que genera y combina datos de fisiología y apariencia, con el objetivo de que la compañía HLI desentrañe la genética de la longevidad y predecir qué tanto vivirá la gente. Esta compañía ya tiene un servicio para quienes no pueden esperar por los fármacos llamado The Health Nucleus con un precio inicial de 25,000 dólares que dará a los consumidores una constelación de innovadoras pruebas que incluyen una secuencia total de su genoma y pruebas para detectar el cáncer, Alzheimer y enfermedades del corazón.

• En 2013 Google (ahora Alphabet) comenzó un proyecto llamado California Life Company o Calico, que invertirá 750 millones de dólares para desarrollar fármacos, con una serie de colaboraciones entre las que destacan el trato de 10 años con AbbVie compañía farmacéutica enfocada a problemas de cáncer y condiciones degenerativas en los nervios.

Aun cuando, no existe la posibilidad de evitar la muerte a partir del prolongamiento de la esperanza de vida, los nuevos avances científicos plantean la necesidad de llegar a retrasar el envejecimiento, con miras a detenerlo o en su virtud a revertirlo, es allí donde las células madres intervienen, ya que juegan un papel importante en la recuperación y regeneración de los tejidos, sustituyendo células desgastadas. Las células madre podrían tomarse de muestras de placentas o creadas a partir de células ya existentes. Justamente empresas como Calico y HLI están adentrándose en la llamada “Medicina regenerativa”.

A pesar de los riesgos que puede implicar tratamientos no regulados, cientos de clínicas alrededor del mundo se dan prisa para ofrecer “tratamientos” para las enfermedades de la edad, otra opción es el de las infusiones de sangre joven a personas ancianas y que ha sido probado en tratamientos de personas con Alzheimer en California.

Más allá del horizonte

La posibilidad de que la biotecnología pueda ayudar a cambiar radicalmente la vida de una persona de 65 años es menor que la de una persona de 20 años, y menos la de un embrión, sin embargo no por ello se dejaría de intentar aquellos procedimientos para prolongar la vida de varias personas con edad avanzada. Los avances de la medicina es seguro que seguirán limitados, pero no es posible adivinar los límites que tendrá.