The industrial internet of things. The great convergence. China aims to lead the world in connecting the factory

Cita: 

The Economist [2016], "The industrial internet of things. The great convergence. China aims to lead the world in connecting the factory", The Economist, London, 23 de julio, http://www.economist.com/news/business/21702487-china-aims-lead-world-co...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Julio 23, 2016
Tema: 
Transición digital de la industria China.
Idea principal: 

Tal parece que la revolución esperada del “Internet de las Cosas” (IdC) [Internet of things] en los aparatos electrodomésticos, ropa y muchos otros elementos del hogar se está desplazando al sector industrial. Para The Economist es probable que la entrada de esta tecnología en el sector industrial genere mayores rendimientos, a pasos mucho mayores, que en el mercado de los consumidores.

China, con su inmenso aparato industrial, se presenta como el agente prometedor para tal transición. Actualmente General Electric, la compañía estadounidense industrial más grande del mundo, abrirá su “fundición digital” en Shanghai. El centro ayudará a las compañías chinas a desarrollar y comercializar productos para la industria con IdC, implicando la conexión entre máquinas, bienes industriales y otros dispositivos a su alrededor. La compañía estadounidense ya firmó contrato con China Eastern Airlines y con China Telecom, dos empresas paraestatales. Huawei, un gigante de las telecomunicaciones chinas, también pinta como posible socio. Entre otros interesados en China como potencial semillero del mercado del IdC aparecen Siemens (alemán), HP, Honeywell y Cisco.

Las firmas chinas en tecnología también se preparan para la competencia y cuentan con la ventaja de ser locales y saber hacer cosas baratas y buenas. China Mobile, la firma china más grande de celulares, ha establecido su propio proyecto de fundición digital. También Sany, un fabricante de equipo de construcción, cuenta con la experiencia de haber iniciado la conexión digital de su planta productiva desde 2008.

Finalmente, The Economist señala tres obstáculos potenciales para la ambición del IdC en China:

1. En una economía de débil crecimiento –tanto local como mundial– las empresas podrían no ser capaces de llevar a cabo la transición digital y, por tanto, quedarían fuera de la competencia frente a empresas más fuertes.

2. Las fábricas chinas están menos avanzadas tecnológicamente que algunas otras europeas o estadounidenses. Por tanto, un cambio hacia una producción avanzada y automatizada controlada por computadora podría tener abrumadores efectos.

3. Existe una falta de estandarización global de esta tecnología. La combinación entre los reguladores chinos y su mercado doméstico podrían llevar sus estándares domésticos a dominar el mercado mundial.

Nexo con el tema que estudiamos: 

China, la industria manufacturera más grande del mundo, se encuentra en el centro de la disputa de las empresas de la tecnología en liderar la transformación digital de su base productiva. Uno de los sectores estratégicos en la disputa de la hegemonía mundial es la vanguardia tecnológica.

Nos surge la duda ¿a costa de qué China se mantendrá en la competencia? ¿podrán los trabajadores y las empresas chinas competir ante el aumento de la productividad mediante la automatización del trabajo?