Stealth socialism. Passive investment funds create headaches for antitrust authorities

Cita: 

The Economist [2016], "Stealth socialism. Passive investment funds create headaches for antitrust authorities", The Economist, London, 17 de septiembre, http://www.economist.com/news/finance-and-economics/21707191-passive-inv...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Septiembre 17, 2016
Tema: 
Alta concentración en los fondos pasivos, un reto para las autoridades de la competencia.
Idea principal: 

El artículo analiza el reciente periodo de auge de los fondos pasivos de inversión después de la crisis 2008. Estos fondos eliminan las oportunidades de arbitraje que conllevan a grandes pérdidas en las estrategias de inversión activas. No obstante, el artículo señala la importancia del papel de los fondos activos en la destrucción creativa que conduce al crecimiento de largo plazo.*

En una investigación de la universidad de Amsterdam se analiza a los tres grandes gestores de fondos pasivos: BlackRock, Vanguard y State Street. Se indica que juntas representan al más grande accionista sobrepasando el 40% del total de las empresas estadounidenses enlistadas y en términos de capitalización de mercado suman cerca del 80% del mercado.

En la discusión sobre el papel fondos de gestión pasiva un creciente número de críticos señalan que esto no es algo bueno para la dinámica capitalista. Algunos lo argumentan en que tales fondos se deshacen del rol de los inversionistas de asignar el capital. Por otro lado, si los inversionistas pasivos acapararan con el mercado por completo, las oportunidades inexplotadas abundarían, las estrategias activas prosperarían y la marcha del fondo pasivo se estancaría.

Otras posturas se preocupan de que la alta concentración de la propiedad en fondos pasivos conlleve a la complacencia de las mesas directiva en las empresas. Señalando que los fondos pasivos, a diferencia de los que cotizan activamente, no se pueden deshacer de las acciones de aquellas empresas mal administradas, permitiendo que la gerencia esté fuera de su control. No obstante, la revista señala que los gestores de activos pasivos pueden seguir siendo accionistas activos y que de hecho la intención de éstos es orientar por buen camino a los ejecutivos.

El mayor problema, según The Economist, yace en la concentración de la propiedad por los grandes gestores de activos en casi todas las empresas dominantes, desincentivando la competencia entre las empresas.

Martin Schmalz de la Universidad de Michigan y otros co-autores ajustan las medidas del estudio de la concentración del mercado para tomar en cuenta el control ejercido por los grandes gestores de activos, concluyendo que la industria (en su estudio de las aerolíneas) está diez veces más concentrada que lo que el Departamento de Justicia de Estados Unidos considera como poder de mercado. En teoría, las grandes firmas de gestión de activos podrían estar limitando la competencia entre las empresas.

Comprar barato, vender caro

Un análisis similar sugiere que los directivos son bien recompensados si juegan en cooperación, los autores observan que los fondos grandes a menudo aprueban generosos paquetes de pago para los ejecutivos, estén o no trabajando bien. Los autores argumentan que un vínculo débil entre la remuneración de los ejecutivos y el desempeño de las firmas hace que la mesa directiva pierda interés en la competencia agresiva e impulse las ganancias en el portafolio financiero.

La solución no es fácil señala la revista. Por un lado limitar las participaciones de propiedad de los grandes gestores de activos pasivos podría impulsar la competencia, pero socavaría la estrategia de inversión más barata y más efectiva disponible para los inversores minoristas y por el otro, forzarlos a que sean completamente pasivos también podría impulsar la competencia, pero haría a un lado la supervisión de los accionistas sobre la gestión.

Finalmente se añade que la propiedad concentrada no es la única barrera a la competencia en la economía estadounidense, otras barreras son las prácticas de las grandes corporaciones al comprar a sus rivales y las presiones (lobbying) en busca de privilegios.

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* Gestión pasiva: La gestión pasiva es una estrategia de comprar y mantener o “buy-and-hold”. Normalmente las acciones o los bonos se compran para que los retornos de la cartera sigan a las del índice a lo largo del tiempo. Debido al objetivo de seguir al índice, esta forma de invertir generalmente se conoce como indexación. El propósito último de una cartera indexada es igualar su performance.
Gestión activa: La gestión activa, en contraposición, supone un intento por parte del gestor de mejorar la cartera iniciada sobre la base de los retornos ajustados a los riesgos asumidos.
Fuente: http://www.enciclopediafinanciera.com/gestioncarteras/gestionactivavsges...

Datos cruciales: 

Gráfica 1. Propiedad de las Tres Grandes compañías de inversión estadounidenses (BlackRock, Vanguard, State Street) está concentrada casi un 80% (con una capitalización de mercado de $17.3 billones de dólares y en 1662 compañías).

En Estados Unidos, desde 2008 han sido vendidos cerca de 600 mil millones de dólares en fondos de inversión gestionados activamente. Mientras que 1 billón de dólares ha corrido a los fondos pasivos.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La crisis mundial de 2008 ha incrementado la concentración agudizando los mecanismos de competencia como la compra de rivales (fusiones y adquisiciones), las presiones políticas mediante el lobbying y el control del capital financiero. El argumento liberal cuestiona el poder adquirido por las tenedoras de acciones y en particular, las limitaciones a la competencia que derivan de la desaparición del accionista individual, desplazado por los inversionistas institucionales, cuya gestión del riesgo no siempre es la más eficaz. Estas reflexiones nutren el argumento acerca de las contradicciones entre competencia y monopolización.