Los bancos privados destrozan el clima

Cita: 

Louvel, Yann [2015], “Los bancos privados destrozan el clima”, Pasarelle, Ritimo, (13):25-30.

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
2015
Tema: 
La relación de los bancos con las empresas del carbón y las iniciativas ciudadanas para frenar su financiamiento
Idea principal: 

Yann Lovel es coordinador de las campañas sobre clima y energía de BankTrack, una organización que da seguimiento a las actividades y empresas financiadas por los bancos comerciales.


El artículo ilustra la relación entre el sector bancario y las empresas de la industria del carbón, al mismo tiempo que promueven una imagen verde.

Un puñado de bancos internacionales se reparten el pastel de las energías fósiles

Yann Louvel señala una de las trampas que rodean al debate climático: la responsabilidad no se reduce a la actividad de las empresas ligadas directamente a la explotación de energía fósil, sino que se extiende hasta aquellos que la financian, los bancos (p. 25). En el caso de la industria del carbón, BankTrack ha rastreado las relaciones de 93 empresas de minas y centrales de carbón con 92 bancos entre 2005 y 2014. El resultado es una alta concentración del financiamiento en 20 bancos y una tendencia al aumento acelerado de los préstamos a estas empresas: tan sólo en 2015 se han destinado 65 mil millones de euros a la industria del carbón (p. 26).

Los proyectos que financian estos bancos tienen altos impactos ambientales. Por ejemplo, la central de carbón de Tata Mundra, India, financiada en 2008 por el Banco Mundial, el Banco asiático para el desarrollo, bancos indios y BNP Paribas, produce 4000 MW, una capacidad 8 veces mayor que la de una central promedio, pero arroja 30 millones de toneladas de dióxido de carbono, contamina ríos, manglares, desplaza poblaciones y multiplica las enfermedades respiratorias. Lo mismo en otros casos, como en las centrales de Medupi y Kusile, en Sudáfrica, que además elevarán el costo de la electricidad debido a retrasos en la construcción (p. 27).

El greenwashing en estado puro

Además de los financiamientos a las industrias productoras de energía fósil, Yann Louvel señala otro comportamiento bancario cuestionable, el greenwashing: la práctica de publicitar la responsabilidad medioambiental de una empresa para mejorar su imagen, que es muy común entre los bancos; incluso son patrocinadores de la COP21, como el BNP Paribas. Las medidas contra el cambio climático de los bancos se reducen a su impacto directo (el consumo de papel y de agua en las oficinas, las emisiones de gases de efecto invernadero en sus agencias bancarias) y no a cuestionar las actividades que financian (p. 28).

Las primeras victorias gracias a la creciente movilización ciudadana

Para el autor, la clave para detener el avance de los proyectos de carbón es la movilización ciudadana ejerciendo presión sobre los bancos que los financian; así lo ilustran los casos del valle minero de carbón de Galileo, en Queensland, Australia, y en los montes Apalaches en Estados Unidos. En el primer caso, la acción de las mineras indias GVK y Adani podría afectar la Gran Barrera de Coral, un sitio clasificado como patrimonio de la humanidad por la UNESCO, pero gracias a la presión de las organizaciones no gubernamentales (ONG) han logrado que tres bancos se retiren de los proyectos de la región: Société Générale, Standart Chartered y Commonwealth Bank. En el caso estadounidense, las ONG, principalmente Rainforest Action Network (RAN), se han movilizado, consiguiendo que bancos estadounidenses y europeos se comprometan a disminuir los préstamos a las empresas mineras que usen la técnica mountain top removal, que consiste en hacer explotar las cumbres de las montañas. Bank of America y Crédit Agricole anunciaron en 2015 que disminuirían sus financiamientos a las empresas del carbón (p. 29).

Una campaña para la COP21: el Compromiso de París

Una de las iniciativas para aumentar la presión sobre los bancos antes de la COP21 es la campaña Banks: Do the Paris pledge!, con la que se busca que los bancos asuman el compromiso de detener el financiamiento de proyectos que implican carbón. La campaña está respaldada por 120 organizaciones, más de 1,200 personas en el mundo, apoyada en Francia por Les Amis de la Terre, en Alemania por Urgewald, en Estados Unidos por RAN y en Australia por Market Forces. Hasta septiembre de 2015, 6 bancos habían firmado la iniciativa (p. 30).

Datos cruciales: 

Gráfica. Los 20 bancos que financian la industria del carbón, 2005 a abril de 2014
Los mayores financiadores de la industria del carbón son: J. P. Morgan, Citi, RBS, Barclays, China Construction Bank of America, Industrial Commercial Bank of China, Morgan Stanley, BNP Paribas, Deutsche Bank, Bank of China, Credit Suisse, UBS, Bank of Tokio-Mitsubishi UFJ, Goldman Sachs, Agricultural Bank of China, HSBC, UniCredit, Wells Fargo, Crédit Agricole, con sumas entre 21,520 millones y 7,154 millones de euros (p. 26).

Según el informe Banking on coal 2014, 73% de los 373 mil millones de euros en préstamos a la industria del carbón entre 2004 y 2015, han sido otorgados por sólo 20 bancos privados internacionales. Los bancos chinos están a la cabeza con 28% del financiamiento, seguidos por los estadounidenses que otorgan el 23% de los préstamos y los británicos con 11% (p. 26).

Nexo con el tema que estudiamos: 

El artículo es relevante porque ilustra uno de los campos de acción de las empresas financieras en la crisis ambiental. Aunque no se trata de los principales generadores de emisiones de dióxido de carbono, el financiamiento de los proyectos de carbón, petróleo, minería, y todas las actividades extractivistas es crucial para mantener el patrón de consumo energético que ha llevado al límite al planeta. El artículo se enfoca en los préstamos de los bancos, mostrando que la importancia de estos actores no se limita a la esfera financiera: su participación en el sector energético y la depredación que conlleva es esencial para entender la dinámica del capitalismo decadente.