En el norte de Ruanda, donde menos de uno de cada diez hogares tiene acceso a electricidad, los sistemas solares simples que no dependen de una red y utilizan una batería para almacenar la electricidad para su uso durante la noche son un salto a la modernidad. Este servicio ahora está disponible por unos pocos dólares a la semana.

Se piensa que la energía solar, una industria que apenas existía hace algunos años, puede ser capaz de proporcionar energía a 600 mil hogares africanos. El ritmo de crecimiento de esta industria se está acelerando en un continente que, más que cualquier otro, es rico en sol.

M-Kopa, el líder del mercado, ha instalado 400 mil sistemas y, al ritmo de crecimiento actual, se pueden añadir otros 200 mil a ese número durante el próximo año.

En Ruanda, uno de los países más densamente poblados de África, cuesta 880 dólares en promedio vincular una casa a una red eléctrica, tomando en cuenta sólo los hogares que se encuentran cerca de una línea eléctrica existente.

Un grupo de expertos dirigido por Kofi Annan, ex secretario general de la ONU, calcula que más de 600 millones de personas no tienen acceso a una red eléctrica, por lo que la inversión en infraestructura debería aumentar 55 mil millones de dólares anuales partiendo del gasto actual de 8 mil millones.

Han existido tres desarrollos fundamentales para hacer avanzar esta industria.

El primero ha sido una caída de 80% en el costo de los paneles solares desde 2010, según la Agencia Internacional de Energía Renovable.

Una innovación más importante ha sido el modelo de negocio “pay-as-you-go”, basado en la venta de electricidad como un servicio en lugar de ofrecer celdas solares. Las empresas ofrecen la instalación de sistemas, para posteriormente cobrar una cuota semanal o mensual a los clientes.

El tercer gran cambio ha sido el desarrollo de dispositivos que utilizan menos electricidad. El más importante de ellos son los focos LED, que proporciona iluminación con aproximadamente 20% de la energía necesaria para las bombillas convencionales.

Azuri Technologies está un paso adelante mediante la construcción de sistemas solares inteligentes que pueden aprender cómo los usuarios suelen utilizar la energía. El sistema utiliza información para asegurarse de que nunca se les dejará en la oscuridad.

El mayor obstáculo para un crecimiento más rápido es la escasez de financiamiento y producción. Mansoor Hamayun, director general de Bboxx, se lamenta de no poder hacer los sistemas solares con más velocidad. “No se trata de una falta de demanda… nos quedamos sin existencias con frecuencia”.

Los sistemas actuales ya pueden iluminar pequeñas tiendas y negocios, y varias empresas están trabajando para extender el servicio hacia pequeñas fábricas y granjas. Pero aún existe el problema de proporcionar energía a grandes industrias.