Two-faced. The sunny and the dark side of AI. AI will mainly be good for business, but mind the pitfalls
The Economist [2018], "Two-faced. The sunny and the dark side of AI. AI will mainly be good for business, but mind the pitfalls", The Economist, London, 31 de marzo, https://www.economist.com/news/special-report/21739430-ai-will-mainly-be...
La inteligencia artificial (AI), al igual que el dios romano Jano, cuentan con dos caras. Contienen tanto la idea de inicio como de final. Son a la vez positivos y negativos.
Empezando por su cara positiva, la AI permitirá a la humanidad mejorar muchas de sus habilidades. Por ejemplo, en reclutamiento permitirá una mejor selección de los candidatos, el servicio al cliente será más personalizado, se generarán empleos inexistentes hasta ahora y los trabajos con actividades repetitivas se podrán remplazar por máquinas, haciendo la vida profesional más enriquecedora.
Los consumidores podrán recibir servicios mejorados y más personalizados; asimismo, se esperan cambios radicales en la industria, como en nuevos descubrimientos y tratamientos médicos y en el transporte podría conducir a formas más seguras de moverse.
La AI es un gran desarrollo tecnológico que promete cambiarlo todo. Como anteriormente ha sucedido con otras tecnologías, su entrada puede ser disruptiva, como sucedió con las computadoras. Sin embargo, la ampliación de su uso será mucho más rápida y disruptiva, abarcando a todas las industrias.
Por otro lado, los efectos negativos de la AI plantean tres importantes preguntas para el gobierno y para los empresarios. La primera es sobre el impacto de la AI en el empleo. Aunque los directores ejecutivos exaltan los múltiples beneficios que la AI traerá, su principal interés está en la reducción de los costos. El McKinsey Global Institute reconoce que para 2030, hasta 375 millones de personas, o el 14% de la fuerza de trabajo mundial, podrían perder sus empleos por la automatización. Los jefes deberán decidir si están preparados para ofrecer y pagar la recualificación de los trabajadores.
La segunda pregunta es cómo proteger la privacidad conforme el uso de la AI se amplía. La AI mejorará las herramientas de monitoreo de las empresas sobre los consumidores y empleados, tanto en línea como en el mundo físico. A pesar que estas herramientas permiten un servicio o promociones personalizadas, la AI permite una marcada posibilidad de traer violaciones de privacidad. Por ejemplo, las tecnologías avanzadas de reconocimiento facial pueden detectar la orientación sexual de una persona. Países como China, conocidos por su vigilancia y abusos contra los derechos humanos, ya están usando la AI para controlar la actividad política y reprimir la disidencia. Se necesitarán consensos sobre qué tanto monitoreo es a razonable.
La tercera pregunta está relacionada con el impacto de AI en la competencia entre empresas. Una empresa tecnológica que logre un importante avance en AI podría posicionarse por encima de las demás, expulsando a algunas y disminuyendo así la competencia. Lo más probable es que, en los próximos años, la AI contribuya al aumento de los monopolios en las industrias fuera del sector tecnológico. Las grandes empresas que adopten AI más rápido se harán cada vez más grandes, acumulando más clientes, ahorrando costos y ofreciendo precios más bajos. Si las ganancias adicionales se reinvierten, las empresas garantizarían su liderazgo.
La venta minorista es un ejemplo de como el uso de la AI permite conquistar una mayor cuota de mercado. Amazon, empresa que usa extensivamente la AI, controla 40% de las ventas en línea en Estados Unidos. Su participación de mercado y su control sobre la información le permite construir barreras que hacen más difícil la competencia para sus rivales. También en el sector industrial el mismo efecto podría darse. Por ejemplo, una compañía petrolera que use AI para bombear un 3% más eficientemente, puede establecer precios 3% más bajos, y así presionar a la competencia a cerrar, dice Heath Terry de Goldman Sachs.
Aún es pronto para decir si los efectos positivos serán mayores a los negativos, pero el uso de AI complejizará como nunca la dirección de empresas.
La dualidad que caracteriza a la AI -es tanto positiva como negativa, tanto fin como inicio- pondrá fin a las formas tradicionales de hacer las cosas y comenzará una nueva era para los negocios y para el mundo en general. Los efectos de la AI serán omnipresentes, devastadores y estimulantes, todo al mismo tiempo.
1- El McKinsey Global Institute reconoce que para 2030, hasta 375 millones de personas, o 14% de la fuerza de trabajo mundial, podrían tener sus trabajos automatizados.
2-Amazon, que usa extensivamente AI, controla 40% de las ventas online de Estados Unidos.
La revolución tecnológica que se avecina con la inteligencia artificial promete cambios profundos en la dinámica mundial no sólo en lo económico sino en todas las actividades humanas.
Una de las principales preocupaciones es su efecto en la competencia entre empresas. Si en la actualidad la competencia se caracteriza por una enorme concentración del capital y métodos crecientemente violentos, la AI apunta a una intensificación de ambos.
El uso de AI, intensificará tanto el espionaje como la guerra, el control sobre los trabajadores y sobre la disidencia, además que su uso por sí mismo fortalecerá las empresas que ya dominan la economía. Lo anterior apunta a mayores métodos de control tanto económico como político que puede consolidar el dominio de las empresas transnacionales sobre la política y con ellos sobre el futuro de las sociedades.
Otra interrogante abierta que plantea el uso de la inteligencia artificial está relacionada con la pérdida de empleos que esta traerá consigo. ¿Cómo responderán el estado y los empresarios ante el desempleo masivo que la disruptiva inteligencia artificial provocará al acelerar sustancialmente la automatización de los procesos laborales?