La crisis de 2008 abre una época de competencia entre el capitalismo liberal y el capitalismo de estado, que trata de mezclar los poderes del estado con los poderes del capitalismo. Es el gobierno quien selecciona ganadores y promueve el crecimiento económico, recurriendo a herramientas capitalistas como poner las empresas de propiedad estatal a cotizar en bolsa y favorecer la globalización. Particularidades: se realiza en escala sin precedente, en un tiempo muy rápido y con herramientas más eficientes. El estado moderno es más poderoso que en cualquier otro momento. El reporte intenta poner en cuestión la habilidad del sistema para capitalizar sus éxitos, lograr reales innovaciones y ser capaces de rectificar en caso de errores. "El capitalismo de Estado está plagado de clientelismo y corrupción". "La mano invisible del mercado está dando paso a la mano visible, y a menudo autoritaria, del capitalismo de Estado".