The regulators. Regulators across the West are in need of a shake-up. Trustbusters are too cosy with their industries and lack bite
The Economist [2018], "The regulators. Regulators across the West are in need of a shake-up. Trustbusters are too cosy with their industries and lack bite"The Economist, London, 17 de noviembre, https://www.economist.com/special-report/2018/11/15/regulators-across-th...
La mayoría de las autoridades de competencia no están dispuestas a responsabilizarse por el nivel de competencia en la economía. Dadas la profundas consecuencias de un aumento en el poder corporativo esa es una posición insostenible y tendrá que cambiar. En Estados Unidos, la Comisión Federal de Comercio (FTC, responsable ante el Congreso) y el Departamento de Justicia (DoJ, una criatura del ejecutivo) examinan las empresas y llevan los casos a los tribunales. De acuerdo con The Economist, las leyes que regularizan y sancionan las actividades de las empresas son breves y vagas: la ley Sherman de Estados Unidos promulgada en 1890 contiene 769 palabras y el Tratado de Roma de 1957 que da estructura a la Unión Europea contiene sólo 396 palabras. Es decir, existe una inconsistencia en las legislaciones que regulan las actividades empresariales afectan el bienestar del consumidor
Las acciones previstas en estas legislaciones cubren tres campos: castigar a los cárteles, vigilar las fusiones y tratar con las empresas dominantes que abusan de su posición. No obstante, la actividad reguladora ha disminuido desde la década de 1970 en Estados Unidos y se ha mantenido estable en Europa. Asimismo la disminución de la actividad reguladora ha causado tres problemas.
El primero es la falta de curiosidad afirma The Economist. El problema son las grandes tendencias económicas, las altas ganancias, los altos y persistentes rendimientos del capital, las adquisiciones, las plataformas tecnológicas, un poco de difusión de la tecnología a través de los sectores más antiguos, una disminución de nuevos participantes y el uso de “fosas" [moats*] para protegerlos de la competencia como las patentes. A partir de esto, el mundo de la macroeconomía ha enfatizado en diversos estudios en el vínculo entre las empresas y la desigualdad. La situación en Estados Unidos ha sido desfavorable, pues se ha cuestionado el conocimiento de la economía por parte de la Comisión Federal de Comercio y el Departamento de Justicia; en Europa la situación es mejor, pues los reguladores comenzaron a considerar la digitalización de los procesos y un mejoramiento en las telecomunicaciones y las aerolíneas.
El segundo problema es la falta de claridad. No se puede negar qué aspecto tiene la competencia, o su ausencia, aparte de la casi tautología de que es lo que es bueno para los consumidores. Pero los consumidores pueden padecer incluso si los precios caen. Un ejemplo de esta situación se dio cuando el costo de las llamadas de larga distancia se estaba reduciendo cuando las telecomunicaciones eran un monopolio pero aumentaron después de la desregulación. En muchos mercados modernos no hay precio. El pago es en especie, por ejemplo, en forma de datos, no en efectivo. Así mismo, las autoridades de competencia consideran el incremento de los precios encima del costo marginal como un fenómeno indetectable. La razón se encuentra en que no están denegados por una ley de reguladores contables y son calculados por cada empresa.
El tercer problema es que los reguladores de la competencia han sido capturados. Los reguladores financieros se dejaron llevar por las teorías sobre la eficiencia de los mercados financieros y por la supervisión entre las empresas y el sector público. Esta situación los orilló a negar la acumulación de riesgo antes de 2008. Así entonces, surgió el interés por reformar la política de competencia. En Estados Unidos, las cosas se han deslizado tan gravemente que un conflicto de interés material no se considera una condición descalificante, ni siquiera una consideración relevante, para que alguien se pronuncie sobre la política antimonopolio y sea tomado en serio.
Esto podría ocasionar la formulación de un organismo regulador desde cero. El primer aspecto sería identificar los puntos críticos de la economía donde la competencia es un problema. El segundo aspecto es traducir este análisis económico y financiero y trasladarlo a un campo legal. En efecto, los organismos jurídicos han denotado tipos reducidos de delitos menores que se aplican a las industrias pasadas, el objetivo es actualizar el sistema y mejorar las capacidades al momento de enfrentar una empresa.
El brazo de competencia de la Comisión Europea es un ejemplo de lo que sucede para convertir las preocupaciones económicas en un marco legal. En 2016 encontró a Apple culpable de recibir ayuda estatal a través de exenciones fiscales por parte de Irlanda. El desajuste en la influencia se destacó por la compra de WhatsApp por parte de Facebook en 2014. La comisión lo permitió sobre la base de que las dos corporaciones no vincularían sus datos. El 26 de septiembre, Brian Acton, fundador de WhatsApp, indicó a la revista Forbes que este había sido el plan desde el principio. Facebook ha recibido 125 millones de dólares, un error de redondeo para tal empresa, por engañar al regulador. El trato no será revertido.
En 2017, Bundeskartellamt, la autoridad alemana responsable de la regulación de la competencia y de los derechos de los consumidores, hizo varios ajustes a la ley para adaptarlos a la era digital. Este hecho confirmó que un mercado puede existir incluso si el dinero no cambia de manos, por ejemplo, con pagos realizados en datos. Alemania también tiene una mayor flexibilidad legal para analizar las corporaciones más poderosas que tratan a los clientes de manera injusta, lo que ha utilizado para investigar el enfoque de Facebook de los datos de los clientes. Andreas Mundt, el presidente de la Bundeskartellamt, dice: "No podemos pretender que no haya ocurrido nada en la economía y estamos viviendo en la década de 1990. Necesitamos adaptar nuestros instrumentos y herramientas y proceder en el mundo digital".
En Estados Unidos, la posibilidad de convertir el análisis económico de la competencia en un marco regulador y legislativo aún es distante. Una doctrina legal establecida en 2004, en un caso conocido como Trinko, establece que los beneficios de la acción antimonopolio en los sectores regulados "tenderán a ser pequeños". En Europa, la comisión tiene el beneficio de la duda: toma decisiones y luego las empresas pueden apelar. En Estados Unidos los tribunales deben decidir, dándoles enorme influencia. Algunos expertos, e incluso funcionarios de alto nivel, hablan de comenzar de nuevo y volver a dibujar toda la arquitectura antimonopolio, como lo hizo Estados Unidos en 1890 cuando se aprobó la ley de Sherman, y nuevamente en 1914, cuando se formó la Comisión Federal de Comercio.
La solución concluye The Economist sería que el Congreso redactara una ley completamente nueva y creara un nuevo corpus ejecutor e incluso un nuevo sistema judicial para controlar a la competencia o aprobar una nueva ley que brindara a los tribunales una guía específica sobre cómo interpretar la ley de competencia existente. No obstante, la política de competencia no es una prioridad política para los principales políticos, en Estados Unidos o en cualquier otro lugar del mundo.
*Moats: Son las ventajas competitivas con las que cuenta una empresa en un determinado negocio. Esto puede ser desde una patente para comercializar un producto hasta tener dentro del portfolio una marca que goza de buena reputación entre el público. Fuente:https://www.apertura.com/negocios/Que-es-un-moat-el-termino-acunado-por-...
1) Gráfica 1. La gráfica señala los picos de la demanda que alcanzan las corporaciones a partir de los mecanismos de regulación. A partir de la década de 1970 y su disminución hasta el año 2017 en los países de la Unión Europea y Estados Unidos
El aparato jurídico que regula las actividades empresariales se considera como antiguó, pues no contempla las innovaciones tecnológicas y la metodología que emplean las corporaciones para actuar. En efecto, esta visión nos permite analizar la función que ejerce la innovación, misma que deben poseer los organismos e instituciones para regular y sancionar a las corporaciones, pues este corpus judicial contribuye a la eficacia del Estado aún en sus funciones de interventor. No obstante el capitalismo y el mercado evaden y apelan a una absoluta des-regulación de un corpus político.