Conservation and seabed minerals. Mining the deep ocean will soon begin. What will that mean for existing denizens of the abyss?
The Economist [2018], "Conservation and seabed minerals. Mining the deep ocean will soon begin. What will that mean for existing denizens of the abyss?"The Economist, London, 10 de noviembre, https://www.economist.com/science-and-technology/2018/11/08/mining-the-d...
En el 2013 en una expedición que se realizó en la Zona Clairon Clipperton (CCZ) en el Pacífico tropical, la Dra. Amon investigadora del Museo de Historia Natural de Londres, descubrió su primer equeleto de ballena; se encontraba a unos 4 000 metros debajo de la superficie del mar. Este descubrimiento dejó entrever lo poco que se sabe sobre el océano profundo y surgen preguntas sobre el “balance entre los beneficios económicos de la minería del fondo marino y las consecuencias ambientales de la minería”.
Los mineros de aguas profundas esperan que esta actividad se convierta en una industria multimillonaria. Los "nódulos" de minerales en los fondos marinos están compuestos de hierro y manganeso, pero también contienen cobre, níquel y cobalto, y en ocasiones otros metales como el molibdeno y el vanadio. Estos últimos rara vez coexisten en minas terrestres.
Lo difícil en la recolección de minerales resulta recorrer varios kilómetros debajo de la superficie del océano para llegar a los nódulos. Una vez ahí estos se encuentran visibles en el lecho marino como esperando ser recolectados. La mayoría se localiza en partes del suelo oceánico “fuera de las 200 millas náuticas de zonas económicas exclusivas de litorales de los países”. Por lo tanto, caen en la jurisdicción de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), que ha emitido 17 licencias de exploración para tales recursos. Las licencias han sido solicitadas por empresas de Bélgica, Reino Unido, China, Francia, Alemania, India, Japón, Rusia, Singapúr y Corea del sur, así como por pequeños estados insulares del Pacífico.
En tierra se están construyendo y probando las maquinas de minería que se requieren. Lo preocupante para los biólogos es que si toda esa actividad lleva a la minería de océano profundo se destruirán hábitats antes de que puedan ser catalogados y comprendidos. Debido a esto, la primera tarea es establecer qué vive ahí. A simple vista pareciera ser que no mucho, pues está cubierto de una capa de una vasta extensión de lodo, aunque llena de nódulos. No obstante, si bien la vida no es abundante, es bastante diversa. “Existe la extraña y gelatinosa ardilla gomosa amarilla, un pepino de mar de 50 cm de largo con una cola alta y ancha que puede funcionar como una vela. Hay erizos de mar al galope que pueden correr a través del suelo marino en largas espinas, a velocidades de varios centímetros por segundo. Hay camarones rojos gigantes, que miden hasta 40 cm de largo”. Cada expedición trae especies que son nuevas para la ciencia, muchas de ellas pertenecientes a familias biológicas que también eran desconocidas.
El verano de 2018 el Centro Oceanográfico Nacional Leigh Marsh de Gran Bretaña, en Southampton, describió más de 3 000 grandes depresiones en el lodo allí. Estas formaron una serie de pistas curvas que son rasgos similares de otros lugares que se han relacionado con ballenas que se raspan contra la superficie del mar. De ser cierto esto modificaría significativamente la profundidad a la que se sabe que las ballenas se pueden sumergir. Lo que es cierto es que se acumulan los fósiles de ballena en la CCZ en particular. Puede tratarse de un proceso físico aún desconocido que esté manteniendo los fósiles y los nódulos en la superficie del limo. Por tanto los investigadores con la Dra. Amon y el Dr. Smith esperan que la presencia de estos fósiles se tenga en cuenta para la elaboración de las normas y regulaciones para la explotación del CCZ.
Con la minería de océano profundo gran parte de la vida submarina sería dañada de forma duradera. La tecnología minera de aguas profundas aún está en desarrollo. No obstante, casi todos coinciden en que consistirá en embarcaciones sumergibles que estarán equipadas con aspiradoras gigantes para aspirar los nódulos del mar. Posteriormente, los nódulos serán llevados a lo largo de “varios kilómetros de tuberías hasta las naves nodrizas de las operaciones, para ser lavadas y enviadas en su camino”.
El tamaño y la potencia de los sumergibles significan que dejarán grandes pistas a su paso y esto es probable que se mantenga por mucho tiempo. Así lo indican las evidencias pasadas de varios experimentos de perturbaciones con décadas de antigüedad. El mayor experimento de perturbación se llevo a cabo en 1989 en la cuenca del Perú, un campo de nódulos al sur de las islas Galápagos. “Un marco de metal de ocho metros de ancho, con arados y gradas, fue arrastrado hacia adelante y hacia atrás repetidamente por el lecho marino, fregándolo y arrojando una columna de sedimento en el agua”. En 2015 un buque de investigación volvió al lugar; por medio de robots y submarinos con sus escáneres y cámaras, para contestar a la pregunta de si 26 años después del evento el suelo marino se habría recuperado. La respuesta fue un rotundo no. En las imágenes mostradas por los robots se observan las huellas de arado que parecían frescas y la vida silvestre que no se había recuperado de la intrusión de varios años atrás.
La única manera de medir cómo la minería de océano profundo modificara la vida del océano es mediante pruebas a pequeña escala. La primera de estas tendrá lugar en abril de este año cuando GSR bajará Pantania II, un grandísimo tractor verde, hacia la CCZ. Pantania II es un prototipo recolector de nódulos que despejará áreas de aproximadamente 300 por 100 metros, dejándolas libres de nódulos, con la finalidad de que futuras expediciones regresen a estudiar las tasas de recolonización del lugar.
La empresa JPI Oceans -que es un organismo de investigación intergubernamental- supervisará los estudios que se realizarán. Este organismo ha pagado a Sonne, que es un buque de investigación alemán, para que navegue junto con GSR con la finalidad de validar su equipo desde una perspectiva ambiental. “Necesitamos validar nuestro equipo, pero desde una perspectiva ambiental, la primera prueba minera del mundo en profundidad es una oportunidad única para que los científicos estudien los impactos. Si no lo hacemos de manera transparente, no iremos a ningún lado”. Eso suena a un comienzo prometedor pero no podemos olvidar que la vida del fondo marino está a punto de cambiar y será menos pacífica y tranquila de lo que fue durante millones de años.
La minería de océano profundo sin lugar a dudas en una nueva forma de negocio, donde a medida que se obtengan mas beneficios comenzara su explotación a una tasa mayor, logrando nuevas relaciones entre empresas donde el afectado mas importante sera el medio ambiente y a un largo plazos todos nos veremos afectados.