Actualmente Europa vive un momento político en el que las decisiones en cuanto a materia de defensa, tomadas dentro de Unión Europea (UE), se ven nubladas por un contexto de resurgimiento del populismo en casi todos los territorios europeos. De esta manera, las acciones que se han tomado para echar a andar una industria armamentista fuerte y propia de UE, han sido las de generar organismos internacionales de cooperación voluntaria para invertir dentro de esta industria.

Una de estas instituciones es el European Defence Fund (EDF, por sus siglas en inglés). Este fue anunciado en 2016 por el ahora presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; dicho fondo se ha elaborado para financiar proyectos de investigación y desarrollo de tecnologías armamentistas, compartidos por 3 o más Estados pertenecientes a UE. Los países participantes deberán proveer 80% del financiamiento del proyecto, mientras que el fondo se encarga de lo restante. También, otra opción podría ser que el Programa de Desarrollo Industrial de la Defensa Europea, se encargue de financiar toda la investigación, este organismo se integrará al EDF en el 2021.

Otro organismo que servirá para integrar a las naciones en proyectos de financiamiento armamentista es la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO, por sus siglas en inglés). Establecida en 2017, es un mecanismo voluntario de contribuciones legalmente vinculadas a través de los términos del Tratado de Lisboa. Esta iniciativa fue firmada por 25 países y, a comparación del EDF, ofrece generar proyectos que contribuyan al mejoramiento de las fuerzas armadas de cada país. Su objetivo actual es generar un paquete de “fuerzas de espectro” que se pondrá a disposición de cada Estado, servirá para facilitar el funcionamiento de sus ejércitos en misiones u operaciones nacionales e internacionales. Los primeros 17 proyectos de este organismo fueron aprobados en marzo de 2018 por el Consejo de UE; entre estos se incluye la creación del Comando Médico Europeo (EMC, por sus siglas en inglés); una propuesta para agilizar el movimiento de vehículos militares internacionales; establecer un mecanismo de capacitación de personal para actuar en casos de desastres y el desarrollo de drones submarinos anti minas.

Una propuesta más es el Concepto de Nación Marco (FNC, por sus siglas en inglés), este ha sido ideado por el gobierno alemán en 2013 y expuesto dentro de la OTAN. En general, lo que se propone es integrar a los ejércitos más pequeños y sencillos –de países pequeños- dentro de estructuras militares más grandes, así, los primeros incrementarían su operatividad en conjunto. A este proyecto ya se han integrado más de veinte naciones, sin embargo, los ejércitos son una parte muy importante para la estructura de cada Estado, este hecho hace que los países con un alto nacionalismo vean poco viable esta opción.

Fuera del contexto de UE también ha habido iniciativas entre países para llevar a cabo inversiones en armamento, por ejemplo el caso de Alemania y Francia que se propone, a través de las empresas Krauss-Maffei Wegmann y Nexter Defence Systems, producir un tanque de batalla principal europeo de próxima generación, este será un equivalente del M1 Abrams de Estados Unidos. Por otro lado, Alemania y Noruega construirán submarinos 212CD a partir de la empresa Thyssen Krupp Marine Systems. Además, los dos principales constructores de armamento naval, Grupo Naval de Francia y Fincantieri de Italia, tienen la iniciativa de trabajar juntos, de esta manera, Francia e Italia también estarán relacionados en la producción armamentista.