Un estudio sobre Medio Ambiente realizado por la ONU informa sobre la responsabilidad de las industrias extractivas respecto al deterioro ambiental y pérdida de biodiversidad. Este estudio advierte sobre el incremento del estrés sobre el clima y los sistemas naturales debido al creciente peso material de la economía mundial.

Los recursos naturales se extraen tres veces más rápido que en 1970, aunque la población solo se ha duplicado durante este tiempo. Hasta el año 2000, la extracción de recursos fue un gran impulsor para la economía. Sin embargo, después de ese año, ha existido una tasa de retorno, debido a que la extracción se vuelve más costosa y la crisis ambiental más fuerte.

Dentro del estudio, los beneficios económicos y los costos ambientales se desarrollan por sector. El cambio de uso de suelo, principalmente la agricultura representa más del 80% de la pérdida de biodiversidad y 85% del estrés hídrico. La extracción y procesamiento primario de metales y otros materiales representan 20% de impactos a la salud por contaminación del aire y 26% de las emisiones de carbono.

A su vez, en el artículo se destacan las principales desigualdades económicas por país, en donde se puede apreciar que los países ricos consumen hasta 13 veces más recursos que los países de bajos ingresos.
Estados Unidos y Brasil están reduciendo las regulaciones ambientales ya existentes. China ha avanzado en el uso de energías renovables y contaminación. Sin embargo su crecimiento sigue siendo intensivo.

Los autores del estudio dijeron que la crisis ambiental irá creciendo hasta un punto de mayor gravedad, pero que ese escenario podría detenerse si se diera una transición más rápida hacia las energías renovables, mejor planificación urbana, cambios en la dieta y la reducción de residuos.