Desde que comenzó el mandato de Donald Trump, los intereses de las corporaciones en Estados Unidos se han vuelto difíciles de concretar. Esto se refleja en distintos hechos, por ejemplo, la Cámara de Comercio respetó la decisión del presidente para bajar los impuestos que se cobran a las empresas, sin embargo no logró disuadir al ejecutivo sobre la imposición de aranceles y frenar la inmigración; por otro lado, Trump está presionando a la industria farmacéutica para reducir sus precios; así mismo, en la industria tecnológica -dentro de la cual se incluyen importantes empresas como Facebook, Alphabet y Amazon- se presentan dificultades para realizar el objetivo de cada una de estas empresas, debido, principalmente a las opiniones que Silicon Valley tiene sobre el gobierno de Trump.

Todas estas problemáticas y más, tienen sus razones en la poca disposición que el gobierno de Donald Trump ha demostrado hacia los cabilderos de las empresas. Múltiples opiniones especializadas en el tema opinan que el actual gobernante de Estados Unidos ha hecho las negociaciones mucho más difíciles respecto a las administraciones de presidentes anteriores. Esta es una situación muy grave si señalamos que casi 80% de los intereses de una empresa se manejan dentro del Congreso.

Los cabilderos estadounidenses señalan varias cosas que dan razón a esta problemática. En primer lugar se dice que el personal que Donald Trump colocó para trabajar dentro de su administración es gente desconocida para ellos, esta situación les hace muy difícil llevar a cabo una relación de negocios fluida; en el mismo sentido, demuestran que los burócratas de Trump son individuos incapacitados para la labor, ya que mencionan que estos sujetos no son promovidos por sus capacidades sino por su lealtad a las palabras del señor presidente; además, para las empresas les es incómodo entablar relaciones con el gobierno actual, debido a que temen que los problemas sobre corrupción -que hoy en día atraviesa la gobernanza de Donald Trump- puedan dañar su imagen corporativa.

Sin embargo los cabilderos no se quedan atrás, han intentado múltiples hazañas para llamar la atención del presidente Trump, entre estas, las más destacables son las campañas de publicidad dirigidas únicamente al representante del poder ejecutivo. Pero de cualquier forma, la situación para los mediadores políticos de las empresas no parece mejorar. Esto se debe a varias cosas, según Anthony Scaramucci -un consultor político que trabajó con Trump- la situación se complicó a partir de una serie de conflictos entre demócratas y republicanos dentro del congreso. En conclusión, esto demuestra el tamaño de la necesidad que tienen las empresas hacia los gobiernos.