Magnetic attraction. Rare earths give China leverage in the trade war, at a cost. If China cuts off exports, it would hurt America but also undermine its own long-term economic goals
The Economist [2019], "Magnetic attraction. Rare earths give China leverage in the trade war, at a cost. If China cuts off exports, it would hurt America but also undermine its own long-term economic goals", The Economist, London, 15 de junio, https://www.economist.com/china/2019/06/15/rare-earths-give-china-levera...
Dentro de la producción de tecnología digital hay un elemento del capital constante que no puede faltar: las tierras raras. Aunque se trata de 17 elementos de la tabla periódica considerados comunes alrededor del mundo, el territorio chino cuenta con dos quintas partes de las reservas mundiales. Este hecho da a China una fuerte importancia económica, sin embargo, los costos ambientales que tienen que pagar los chinos por la producción de estos minerales son altos.
Para la extracción de tierras raras se utilizan productos químicos que combinados con el mineral se vuelven una masa de desechos altamente contaminante, estos últimos terminan volviendo infértiles los suelos del país oriental. Según, Xie Yizhen, un trabajador de Ganzhou -región minera importante para la producción de tierras raras- el gobierno de China no legislaba esta actividad económica, de tal forma que cualquier inversionista podría entrar en el negocio sin importar los daños colaterales, que en su mayoría eran ambientales y de salud para los trabajadores.
Además de extraer las tierras raras de su subsuelo, China produce diversos productos de gran importancia para la industria tecnológica, mismos que ningún otro productor puede generar. De esta manera es como las tierras raras aparecen como un factor crucial en la guerra comercial entre China y Estados Unidos. El gobierno estadounidense podría impedir las ventas de semiconductores a empresas chinas, pero a su vez China dejaría de surtir la amplia gama de productos elaborados con tierras raras a las empresas de tecnología estadounidenses.
Anteriormente China ya había demostrado que sí es capaz de cortar las exportaciones de tierras raras. En 2010 el gobierno chino decidió no exportarlas más, como medida de protección ambiental, sin embargo la Organización Mundial del Comercio, obligó al gobierno a reabrir sus exportaciones después de que Estados Unidos y otros países se quejaron de las decisiones que había tomado el gobierno del país oriental. Desde ese entonces, las naciones que hacían negocios con China decidieron buscar otras maneras de suministrar su industria tecnológica.
A partir de esa experiencia Japón hizo un préstamo a Lynas, una empresa minera australiana que cuenta con una refinería de tierras raras en Malasia. Esta productora ha logrado satisfacer casi un tercio de la demanda japonesa. Además, la mina Mountain Pass de California, Estados Unidos -conocida porque alguna vez abasteció la demanda mundial de tierras raras hasta que cerró en el año 2000- reabrió y se prepara para suministrar a la industria nacional de tecnología digital.
Aun abriendo varias minas alrededor del mundo, su producción jamás asemejará los productos de China. Es ahí donde la industria tiene su fuerte, ya que no existen otros proveedores de artículos como los que China ofrece. Por ejemplo, en 2018 Estados Unidos ocupó 250 millones de dólares en la compra de imanes elaborados con tierras raras al país oriental. No tenían otra opción, solo los chinos construyen esos productos. En el mismo sentido, si se interrumpe el suministro de tierras raras hacia Estados Unidos, la industria tecnológica sería la que enfrentaría las peores consecuencias. Según David Merriman, de Roskill, una firma de investigación de metales, si China decide cerrar las exportaciones de tierras raras al país norteamericano podría ocasionar que la industria automotriz norteamericana entre en desventaja competitiva.
Sin embargo si el gobierno de China decidiera cortar por completo el suministro de tierras raras a Estados Unidos también afectaría a su economía, ya que muchas empresas chinas mantienen negocios importantes con productores de tecnología digital estadounidenses.
Por otro lado, desde hace unos años el gobierno chino ha cambiado su visión sobre las tierras raras. Se han cerrado varias minas sin licencia ubicadas en los alrededores de Ganzhou; también se están llevando a cabo estrategias de limpieza en los ríos cercanos a la zona minera. Igualmente sigue abriendo nuevas minas al norte del país, pero ha decidido que puede comprar una buena parte de lo que necesita en el extranjero, así pretende preservar el medio ambiente nacional.
Todo esto no significa que China vaya a abandonar el negocio de las tierras raras, sino que se enfocará en otro sector de la producción: la industria productora de imanes; esta produce menos contaminación que la minería y genera más plusvalía que esta última. Sin embargo el mercado estadounidense es muy importante para vender los productos chinos, de tal forma que si el gobierno del país asiático decidiera terminar sus relaciones económicas con la nación norteamericana, provocaría un grave percance para su propia industria.
1. Según el banco Citigroup, China es responsable de más de 90% de la producción anual de tierras raras.
2. Gráfico: Down to earth. Ilustra el nivel de exportaciones de tierras raras de China comparado con el resto del mundo. Resalta el año 2010, fecha en que comienza la disputa de este mercado entre Estados Unidos, Japón y China.
3. En 2018 Estados Unidos compró cerca de 250 millones de dólares en imanes de tierras raras a China.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China lleva un ritmo alarmante, sin embargo las acciones que cada país toma respecto al otro repercuten igualmente a las dos naciones. Este artículo ilustra la dependencia económica que existe entre China y Estados Unidos, esto es útil para elaborar una cronología de las decisiones políticas de cada estado en este periodo de su historia.