El artículo presenta una premisa en la que se señala que los operadores de satélites, hoy día, además de monitorearlos, se encargan de hackearlos, intervenirlos o inutilizarlos.

En 2018 Donald Trump, presidente de Estados Unidos, después de una instrucción por parte del Congreso, anunció la creación de un Comando Espacial con control operacional sobre todos los activos espaciales de Estados Unidos. Se trataría de la primera vez que se crea una nueva rama del ejército estadounidense desde la creación de la Fuerza Aérea en 1947.

The Economist señala que hay que diferenciar un Comando Espacial de un Servicio Espacial. Un Servicio entrena y equipa a sus fuerzas disponibles no las envía a batalla. Por otra parte, los Comandos dividen el mundo en seis fragmentos geográficos y cinco áreas funcionales como operaciones cibernéticas especiales, fuerza aérea, Marines y ahora la división espacial. Los Comandos controlan los servicios especiales.

Entre 1985 y 2002 existió un Comando Espacial que se dedicaba a monitorear los satélites que se encargan de detectar o lanzar armas nucleares. Pero después de los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001 lo relegaron a un comando estratégico.

Sin embargo, ante los ensayos hechos por China con misiles antisatélites en 2007 la necesidad de darle una nueva importancia al Comando Espacial aumentó. La administración de Obama ya había señalado la importancia de detectar amenazas potenciales a Estados Unidos desde el espacio.

En febrero, el General John Hyten, comandante del Comando Estratégico, señaló que la creación de un Comando Espacial era su tercera prioridad, después de la modernización de las fuerzas nucleares, su comando y control. El hombre elegido para llevar a cabo esa tarea es el General John Raymond, que ahora tiene el control de la flota de satélites espía de la Oficina Nacional de Reconocimiento.

Pero, el artículo señala que no todos están de acuerdo en la elección del General Raymond con esa responsabilidad, principalmente porque esto significa una reorganización de los Comandos ya existentes. Brian Weeden, colaborador en el think tank World Secure World Foundation, argumenta que en un caso en el cual China interfiera un satélite estadounidense, el Comando Espacial y el Comando de la región Indo-Pacífico tendrían diferentes maneras de actuar, es por eso que el Pentágono ya trabaja para crear una estrategia de coordinación conjunta.

Finalmente, el artículo aborda el argumento de Brian Weeden en el que menciona que no es una prioridad la creación del Comando Espacial, y sería más deseable capacitar a más personal para temas espaciales. El Senado quiere saltar a la burocracia para tener listo y operando por al menos un año al Comando Espacial, pero las dificultades presupuestales pueden ser un obstáculo para llevarlo a cabo.