Sandra Laville es correspondiente ambiental para el periódico The Guardian

Una coalición de 200 ONG´s entre las que se encuentran el Observatorio Europeo de Corporaciones (CEO, por sus siglas en inglés), Food & Water Europe, Friends of the Earth Europe y Greenpeace, dieron a conocer a través de un reporte que cinco de las compañías más grandes vinculadas al negocio del petróleo y gas han estado cabildeando con la Unión Europea desde el año 2010 para limitar la aplicación de políticas en favor del medio ambiente.

De acuerdo con información retomada del registro de transparencia de la Unión Europea, empresas como BP, Shell, Chevron, ExxonMobil y Total gastaron cerca de 251 millones de euros entre los años 2010 y 2018 para cabildear y establecer actividades con instituciones europeas. Sin embargo, los investigadores de la coalición consideran que esta situación representa tan solo la punta del iceberg, al encontrar que en algunas ocasiones las compañías omitieron realizar la declaración anual de gastos en el registro voluntario. Asimismo, el reporte no considera los gastos de cabildeo que realizó cada compañía ante los parlamentos e instituciones nacionales.

Una muestra clara de esta tendencia se encuentra en el numero de visitas registradas en el padrón público de encuentros de la Comisión Europea. Desde el 2014, año en que Jean Claude Juncker asumiera la presidencia de dicha institución, se registraron 327 encuentros en los que participaron más de 200 representantes de las industrias petroleras; tal situación implica la celebración de más de una reunión por semana. Asimismo, el reporte señala que la actividad de cabildeo registró su pico mas alto durante la discusión de las legislaciones en materia ambiental. Tan solo durante el año 2014, año en que se discutían los objetivos de la agenda climática 2030, las industrias realizaron un gasto de 34 millones de euros para cabildear con las instituciones europeas y debilitar la rigidez de las acciones que se tomarían en materia de cambio climático. Como resultado, el reporte señala que se omitió los objetivos relacionados al ahorro de energía, además de que los objetivos sobre energías renovables resultaron inadecuados.

La publicación del reporte se da después de que el periódico The Guardian revelara en su sección sobre las industrias de combustibles fósiles contaminantes, que 20 compañías involucradas en el negocio del petróleo y gas podrían ser responsables directas de la emisión de un tercio de los gases de efecto invernadero desde el año 1965. Esto a pesar de que las compañías tenían información directa sobre los efectos devastadores de la industria para con el medio ambiente. Continuando con la expansión de sus actividades y administrando la emergencia climática, las 5 compañías mencionadas anteriormente registraron durante el año 2018 ganancias de 82 mil millones de dólares.

Ante este panorama, las 200 organizaciones que están detrás de la elaboración del reporte demandaron que se establezca una barrera entre la industria de los combustibles fósiles y los políticos con la finalidad de que se termine el acceso de las industrias al proceso de elaboración legislativa. Entre las peticiones se encuentran el termino de las reuniones con los representantes de las industrias; terminar con las puertas giratorias existentes entre el gobierno y las industrias del petróleo y gas; la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles, así como terminar con el patrocinio y/o asociación sostenidas con representantes de la industria.

La creciente presión contra tales industrias no solo ha venido de parte de las organizaciones sociales. Las petroleras BP y Shell sufrieron recientemente un golpe duro en Inglaterra, luego de que la Royal Company Shakespeare y la Compañía Nacional de Teatro inglesa, anunciaran el termino de los contratos de patrocinio que tenían con ambas empresas. Tal como señalará Sebastian Mang, asesor de políticas de Greenpeace, “las compañías han empezado a afrontar el rol que desempeñan en el avivamiento de la crisis climática”.

Sin embargo, las compañías continúan sin inmutarse. Tras ser interrogados sobre el reporte lanzado por las ONG´s, el portavoz de Chevron resaltó el papel que desempeñan en la prosperidad económica y en la formación de políticas solidas mediante el ejercicio de un cabildeo ético y responsable. A su vez, Shell negó la premisa del reportaje y subrayó su compromiso por alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. ExxonMobil indicó que la labor de cabildeo sostenida con las instituciones europeas se inscribe dentro del proceso de dialogo público, en aras de defender la responsabilidad que mantiene con sus accionistas. Mientras que Total defendió el rol que las empresas nacionales e internacionales tienen en la discusión sobre como deben alcanzarse las metas del Acuerdo de Paris. BP ni siquiera emitió un comentario.