Pet cloning is bringing human cloning a little bit closer

Cita: 

Regalado, Antonio [2018], " Pet cloning is bringing human cloning a little bit closer ", MIT Technology Review, Bonn, 13 de abril, https://www.technologyreview.com/s/610681/human-cloning-just-got-a-littl...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Abril 13, 2018
Revista descriptores: 
Tema: 
Se están clonando mascotas para preservar una conexión física y espiritual con niños muertos
Idea principal: 

Sobre el autor
Antonio Regalado cursó la licenciatura en física en la Universidad de Yale y la maestría en ciencias y periodismo médico por la Universidad de Nueva York. Desde 2014 es el editor principal de biomedicina para la MIT Technology Review. Antes de incorporarse a la MIT Technology Review en 2011, vivía en São Paulo, Brasil, donde escribía sobre ciencia, tecnología y política en América Latina para Science y otras publicaciones. De 2000 a 2009, fue periodista científico en el Wall Street Journal y más tarde corresponsal extranjero.


La clonación de mascotas es un negocio real. Se pueden clonar toda clase de mascotas, incluso caballos o toros en cuestión de meses. Muchos se enteraron de esto con la sorprendente revelación de Barbara Streisand a la revista Variety acerca de que había clonado a su perro por 50 000 dólares.
 
Otro caso de clonación de mascotas es el de Monni Must, una fotógrafa de Michigan que pagó por clonar al labrador retriever de su difunta hija Maya, quien cometió suicidio hace diez años. Es decir, Must clonó al perro de su hija muerta para mantener vivo su recuerdo. La desesperada Must creyó encontrar profundas coincidencias y señales durante el procedimiento de clonación. Por ejemplo, los veterinarios detectaron el latido del corazón del clon el mismo día del cumpleaños de Miya, y su nacimiento en noviembre, el mismo mes en que Miya se suicidó.
 
El caso de Must no es solo el caso de la clonación de una mascota, es el de una madre intentando conservar el recuerdo de un hijo muerto. Esto acerca bastante la situación a un escenario de clonación humana, en donde un progenitor desconsolado intenta reemplazar a un hijo muerto. El significado del caso es profundo. Tal vez es hora de volver a preocuparnos por la clonación humana.
 
Estremece pensarlo
 
Hace 15 años parecía posible la clonación humana. Un doctor de fertilidad italiano y hablador de apellido Antinori afirmaba estarlo intentando, la secta de los Raelianos tenía su propia compañía de clonación llamada Clonaid, e incluso afirmaron haber creado un bebé de nombre Eva, engañando a toda la prensa. Incluso las Academias Nacionales editaron un reporte de emergencia al respecto.
 
Pero la clonación humana no sucedió. Retrospectivamente las razones parecen claras. El proceso era muy ineficiente. El procedimiento de clonación básico, como el que se usó para crear a la oveja Dolly en 1996, consiste en inyectar una célula adulta en un óvulo desprovisto de su propio ADN. El embrión resultante es un clon. Sin embargo, en muchos animales solo el 1% de los embriones llegan al nacimiento. Muchos quedan en el plato de fertilización y otros en el vientre huésped. De los que logran nacer algunos son aquejados por anormalidades y mueren pronto. Es estremecedor tan solo pensar en la clonación humana con estas técnicas.
 
Sin embargo, la clonación de ganado y perros domésticos ha progresado. Debido a que los óvulos pueden ser recolectados en grandes cantidades las compañías han superado la ineficiencia de la tecnología.
 
La causa del problema es mejor comprendida ahora. Para que una célula de piel sea una célula de piel no necesita el complemento del total de los genes, por lo que muchos son desactivados. La clonación ha funcionado debido a que los óvulos tienen una gran habilidad para activar estos genes durante un proceso llamado reprogramación. Sin embargo, el óvulo dispone de pocas horas para hacerlo y algunos genes son resistentes. Se cree que estos genes desactivados, impedidos de jugar su papel en el embrión en desarrollo, son los responsables de la pérdida de clones.
 
Algo cambió
 
Yi Zhang, investigador del Instituto Médico Howard Hughes y biólogo de células madre en el Boston Children´s Hospital, ha encontrado unos químicos que al incorporarlos a un óvulo vacío ayudan a activar los genes bloqueados. La incorporación de estos químicos “modificadores” ha mejorado dramáticamente el proceso al superar las barreras que presentan las células adultas. Las innovaciones de Zhang, ahora en proceso de patente, han aumentado la eficiencia al pasar del 1% de nacimientos de cachorros provenientes de embriones clonados a un 10% de nacimientos con el uso de estos químicos “modificadores”.
 
En 2015, Zhang y su equipo probaron ya el proceso en óvulos humanos, provenientes de cuatro voluntarias, a los que se les inyectaron células de la piel de otras personas. Un cuarto de los embriones se desarrollaron correctamente gracias a los “modificadores” con moléculas liberadoras de genes. El objetivo de Zhang es la “clonación terapéutica”, es decir, crear embriones clonados del tamaño de un grano de arena para obtener células madre genéticamente idénticas al del donador adulto con el fin de reemplazar tejido.
 
La historia de la clonación terapéutica empezó hace 15 años con los intentos de Jose Cibelli, pero al fracasar los científicos optaron por  buscar formas de reprogramar células de piel en células madre en el laboratorio. Sin embargo, ahora, de repente, clonar para conseguir células madre no es tan complicado. Antes era teóricamente posible pero debido a la tasa de efectividad del proceso que obligaba a usar muchos óvulos, la clonación no era una realidad. Ahora, con el aumento de la eficiencia en el proceso, los médicos podrían usarlo para crear tejido compatible para quienes puedan pagarlo. Zhang está iniciando una nueva compañía llamada NewStem para empezar a almacenar células madre con este propósito.
 
Clones de mono
 
Ya podemos hacer clones de embriones humanos. ¿Podemos ir más allá y crear un bebé humano? En enero de 2018 investigadores chinos clonaron dos monos por primera vez. La fotografía de los pequeños monos llamados Zhong Zhong y Hua Hua recorrieron el mundo. Al parecer el éxito de los chinos se debió a que utilizaron las innovaciones de Zhang. Sin embargo no todos los problemas han sido resueltos. Para clonar a los monos los científicos chinos utilizaron células de la piel de un feto de mono abortado. Pero otros dos clones hechos con células de un animal adulto murieron poco después de nacer.
 
A pesar de la mejora en la efectividad, el equipo chino usó 63 madres subrogadas y 417 óvulos para hacer tan solo dos clones de mono. Estas cifras hacen impráctico, ilegal y descabellado cualquier intento de clonar un humano. Sin embargo, en el futuro es muy probable que desde el punto de vista tecnológico sea posible la clonación humana.
 
Las motivaciones detrás de la clonación
 
La creación de un clon humano no es solo una cuestión de tecnología, también se necesita una razón para hacerlo, expertos que acepten trabajar en ello y financiamiento. Encontrar empresarios dispuestos a financiar un proyecto es lo más fácil. Recientemente en el programa de televisión 60 minutes de CBS se mostró el caso de un equipo de polo argentino en el que todos los jugadores cabalgan el mismo caballo clonado. El inversionista detrás de este negocio, el empresario texano D. Alan Meeker confesó ante las cámaras que gente extremadamente rica le ha pedido clonar un ser humano, sin embargo él se ha negado debido a que ninguno ha podido darle una razón para hacerlo.
 
Sin embargo, el autor conoce de una razón. El caso desesperado de la devastada madre de Miya que clonó al perro de su difunta hija para mantener su recuerdo vivo a través del perro. Must envió una muestra de tejido de la piel del perro a una compañía llamada PerPETuate, quienes por 1 300 dólares prepararon una línea celular en nitrógeno líquido para su posterior clonación. El servicio ofrece un intermedio para pensar si se procede o no con el la clonación, ya que el costo de la clonación es de 50 000 dólares. El fundador de PerPETuate, Ron Gillespie, afirma estar almacenando tejido congelado de perros, gatos e incluso un león para un zoológico mexicano. Gillespie ha rechazado ya varias ofertas para almacenar células humanas.
 
Las células del perro de Miya fueron clonadas por ViaGen Pets, una compañía Texana que ofrece el servicio. En septiembre de 2017, Must fue notificada que los embriones clonados de su perro habían sido transferido a una perra subrogada. Dos meses después recogió a su cachorro que consideró portador de la personalidad y el alma de su difunta hija. Cuando se le preguntó si habría clonado a Miya de haber tenido la oportunidad contestó que en situaciones así las personas no están en condiciones de tomar decisiones racionales. Reconoce que clonar a su perro fue un acto desesperado que incluso su familia consideró una locura, pero funcionó. Es desconcertante pensar en lo que eso significa.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Los avances en los métodos de clonación y sus aplicaciones están sentando las bases de nuevas formas de mercantilización de la vida. Implacablemente, detrás de la investigación en clonación terapéutica y la clonación comercial de animales de compañía y ganado, la creación artificial de vida se abre paso, con todos los dilemas éticos que implica.