Measuring the 1%. Economists are rethinking the numbers on inequality. An academic disagreement has big real-world implications

Cita: 

The Economist [2019], "Measuring the 1%. Economists are rethinking the numbers on inequality. An academic disagreement has big real-world implications", The Economist, London, 28 de noviembre, https://www.economist.com/briefing/2019/11/28/economists-are-rethinking-...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Jueves, Noviembre 28, 2019
Tema: 
Medición de la desigualdad económica en Estados Unidos.
Idea principal: 

En 1998, Thomas Piketty y Emmanuel Saez publicaron un trabajo pionero en el que capturaron los ingresos de los más ricos con información fiscal, revelando que "el 1% se había hecho rico a expensas del 99% restante". Esta investigación le dio a Occupy Wall Street su vocabulario. En "El capital en el siglo XXI", publicado por primera vez en 2013, Piketty argumentó que en el capitalismo el aumento de la desigualdad era la situación normal.

La investigación de Piketty ha tenido un fuerte impacto en el discurso político en Estados Unidos y en occidente. Por ejemplo, los dos candidatos principales para la nominación demócrata a la presidencia estadounidense, Elizabeth Warren y Bernie Sanders, propusieron establecer impuestos sobre la riqueza para disminuir la desigualdad. Piketty, en su nuevo libro "Capital and Ideology", propone un impuesto de 90% sobre la riqueza para enfrentar la crisis de desigualdad en el mundo occidental.

The Economist acepta que muchas cosas han salido mal en el capitalismo contemporáneo: la movilidad social está disminuyendo, demasiadas empresas disfrutan de un poder de mercado excesivo y la vivienda es demasiado cara. De esta manera ideas sobre la desigualdad han saltado de la academia a la política, por lo que algunos se preguntan si la desigualdad en realidad ha aumentado tanto como se afirma, o, según algunas medidas, en absoluto.

En esta nota se señala que medir la desigualdad se ha vuelto complicado ya que es difícil calcular cuánto ganan las personas en un año o el valor de los activos bajo su control y, por lo tanto, el nivel de desigualdad de ingresos o riqueza de un país; mientras definir lo que se considera ingreso tampoco es fácil, ni valorar activos como acciones no cotizadas u obras de arte.

El dinero es un gas

Los esfuerzos para medir la desigualdad han derivado en cuatro ideas principales sobre el tema:
1. En las últimas cuatro o cinco décadas, los ingresos del 1% de la población más rica en el mundo se han disparado.
2. Los ingresos de las personas de ingresos medios se han estancado.
3. Los salarios apenas han aumentado, a pesar de que la productividad lo ha hecho, lo que significa que una parte cada vez mayor del PIB se ha destinado a los inversionistas en forma de intereses, dividendos y ganancias de capital, en lugar de salarios.
4. Los ricos han reinvertido su capital, de modo que la desigualdad de la riqueza (activos menos deudas) también ha aumentado.

En lo que respecta a la primera proposición, The Economist menciona que ésta es una idea poco sostenible fuera de Estados Unidos. Algunos estudios sugieren que en Europa y Gran Bretaña la proporción de los ingresos después de impuestos de las personas más ricas se ha mantenido desde la década de los años noventa.

Incluso en Estados Unidos, los estudios comienzan a arrojar nuevas conclusiones. Gerald Auten y David Splinter, economistas del Tesoro y del Congreso estadounidense, encontraron que después de ajustar los impuestos y las transferencias, la participación en los ingresos del 1% más rico de ese país apenas ha cambiado desde la década de 1960. Auten y splinter también corrigieron la manera en cómo Piketty y Saez consideraban a las personas. Mientras estos últimos denominaron "unidades fiscales" a los hogares que presentan una sola declaración de impuestos, los primeros tomaron las declaraciones individuales.

Otro cambio del estudio de Auten y Splinter está relacionado con las reformas fiscales de Ronald Reagan en 1986. Según las estimaciones de Piketty y Saez, los cambios introducidos por Reagan explican aproximadamente dos quintos del aumento total en los ingresos antes de impuestos del 1% más rico entre 1962 y 2015. Sin embargo, Auten y Splinter plantean que la reforma tributaria de Reagan creó fuertes incentivos para que las empresas funcionaran como entidades de "transferencia", es decir, en las que los propietarios registran las ganancias como ingresos al hacer sus declaraciones de impuestos. Por lo que al no existir ese incentivo, la proporción de los sectores más ricos antes de 1987 probablemente esté subestimada.

En una nueva metodología publicada en un artículo de 2018, Piketty, Saez y Zucman clasifican a la población por individuos y reemplazan las ganancias de capital con ganancias corporativas retenidas. Con estos cambios, los autores encontraron que la proporción de ingresos antes de impuestos del 1% más rico aumentó de 12% a principios de la década de 1980 a 20% en 2014.

Ahora se cuenta con una amplia gama de nuevas fuentes de ingresos y la nueva metodología trata de rastrear y asignar cada dólar de PIB para producir cuentas nacionales de distribución, un proyecto que Zucman espera que eventualmente sea asumido por los estadísticos del gobierno. Es un ejercicio complicado porque dos de las quintas partes del PIB no aparecen en las declaraciones de impuestos de las personas. Asignar este PIB ,que no aparece en las declaraciones de las personas, es la fuente del desacuerdo más importante entre los dos grupos de economistas.

Una parte del PIB perdido se encuentra en el sistema de pensiones a medida que crecen los ahorros para la jubilación, a menudo dentro de las cuentas libres de impuestos. En general, ambos grupos de economistas están de acuerdo en que este ingreso debe asignarse a las personas en proporción al tamaño de sus ahorros de pensión. Pero la distribución de esos ahorros debe estimarse en sí misma.

Auten y Splinter señalan que Piketty, Saez y Zucman se equivocan en identificar algunos flujos como ingresos de jubilación cuando, de hecho, son ahorros existentes que se están transfiriendo entre las cuentas de pensiones.

Toma el dinero con ambas manos

Otra parte del PIB desaparece debido a la evasión fiscal, sin embargo, los dos grupos de economistas no están de acuerdo sobre la identidad de los perpetradores: Auten y Splinter se basan en el estudio sobre evasión de impuestos, que fue escrito por Andrew Johns del Servicio de Impuestos Internos (IRS) y Joel Slemrod de la Universidad de Michigan en 2010, el artículo usa los resultados de las auditorías de la IRS para estimar la evasión de impuestos por grupo de ingresos. Piketty, Saez y Zucman alegaron que estas cifras subestiman la evasión de impuestos por parte de los ricos, ya que ésta es demasiado sofisticada para que las auditorías las puedan detectar. Otros economistas generalmente no están dispuestos a decir quién tiene la razón.

Auten y Splinter finalmente encuentran que la parte superior del 1% del ingreso antes de impuestos ha aumentado desde 1960. Sin embargo, es la desigualdad en los ingresos después de impuestos y beneficios lo que realmente transmite diferencias en los niveles de vida, y en lo que Auten y Splinter encuentran pocos cambios. Para ellos, los cambios en el nivel de vida del 1% más rico no han variado desde 1960 hasta la actualidad.

El dinero es un golpe

Los ingresos de la clase media se han estancado: Piketty, Saez y Zucman argumentan que la creciente participación del 1% superior de los ingresos ha sido a expensas del 50% inferior. También existe una enorme variación en las estimaciones del crecimiento a largo plazo de los ingresos medios. Una revisión de la literatura realizada por Stephen Rose del Urban Institute, describe seis posibles cifras para el crecimiento medio real de los ingresos estadounidenses entre 1979 y 2014, que van desde una caída de 8% utilizando la metodología de Piketty y Saez desde 2003 hasta un aumento de 51% usando el Oficina de Presupuesto del Congreso.

La tesis central de Piketty es que el crecimiento de la productividad ha superado los ingresos y que en la parte superior de la distribución del ingreso estaba surgiendo una nueva clase rentista que ganaba la mayor parte de su dinero invirtiendo o heredando en lugar de trabajar. Eso parece coherente con los datos de todo el mundo rico que muestran una proporción cada vez mayor del PIB destinados al capital en lugar de a los trabajadores.

Por otro lado, Matthew Rognlie, de la Universidad Northwestern, argumentó que el aumento en la participación de capital de Estados Unidos se debió a los rendimientos crecientes de la vivienda, no a las acciones y bonos que mantiene de manera desproporcionada el 1% más rico estadounidense.

Gran parte de los ingresos del 1% más rico de Estados Unidos proviene de empresas de transferencia, cuyas ganancias se confunden fácilmente con los ingresos de las inversiones. Varios autores encuentran que las ganancias de las empresas de transferencia caen tres cuartos después de sus propietarios se retiran o mueren, lo que sugiere que la mayoría de sus ingresos depende de su trabajo, por lo que la inclusión de sus ingresos en la participación de capital exagera su aumento.

El cuarto punto, el aumento de la desigualdad de la riqueza, ha sido el tipo de desigualdad más difícil de medir. Las medidas de desigualdad de cualquier tipo tienden a sufrir por el hecho de que no rastrean a los individuos, sino a sectores de la población que están formados por diferentes personas en diferentes momentos.

Mantén tus manos fuera de mi pila

La riqueza se acumula a medida que las personas ahorran para la jubilación. Eso significa que tiende a aumentar con la edad, especialmente durante la carrera profesional, y muchas personas pueden esperar ser relativamente ricas en algún momento de su vida. Además, la necesidad de las personas más pobres de ahorrar y acumular riqueza puede verse disminuida por la provisión de pensiones o servicios públicos.

Un artículo de Saez y Zucman publicado en 2016 encontró que la participación en la riqueza de 0.1% de los hogares estadounidenses aumentó de 7% en 1978 a 22% en 2012, cifra tan alta como en 1929. Saez y Zucman han utilizado sus estimaciones de riqueza en la parte superior para proyectar cuántos ingresos generarían los impuestos anuales sobre la riqueza propuestos por Warren y Sanders. El impuesto a la riqueza de Warren impactaría en fortunas mayores a 50 millones de dólares (3% de los hogares más ricos), generando ingresos anuales que equivaldrían a 1% del PIB.

Esa estimación ha sido criticada: el artículo de Saez y Zucman estima que la riqueza se alcanza en parte mediante el estudio de los ingresos por inversiones en las declaraciones de impuestos. Dentro de una determinada categoría de ingresos, como acciones o inversiones de renta fija, como los bonos, asumen una tasa de rendimiento promedio y la utilizan para imputar la riqueza de las personas. Por ejemplo, si el rendimiento supuesto de una inversión fuera de 5%, los ingresos se multiplicarían por 20 para obtener una estimación del tamaño de la inversión.

Por otro lado, Smith, Zidar y Zwick amplían esta metodología, sin embargo, permiten una mayor variación en las tasas de rendimiento. En particular, citan datos de encuestas que muestran que los rendimientos obtenidos de las inversiones de ingresos fijos difieren sustancialmente: por ejemplo, la parte inferior (99%) dice que posee casi 70% de su riqueza de ingresos fijos en depósitos bancarios, pero la cifra para el 0.1% superior no es más de un quinto.

Aquellos con la mayor riqueza de ingresos fijos tienen más probabilidades de tener bonos corporativos que generan mayores ganancias. Un rendimiento más alto significa que los investigadores necesitan usar un número más pequeño para multiplicar y estimar la riqueza. Cuando las tasas de interés son bajas, esto puede hacer una gran diferencia.

Al realizar este cambio, Smith, Zidar y Zwick construyen una nueva clasificación de hogares por riqueza en la que la proporción de 0.1% superior es solo de 15%. También, encuentran que el aumento en las principales participaciones de riqueza desde 1980 cae a la mitad. Por otro lado, Saez y Zucman disputan lo anterior.

Este debate muestra cuán difícil es estimar la riqueza y cuán sensibles son las estimaciones a los cambios en los supuestos sobre factores inciertos.

No tomes una rebanada del pastel

Por su parte, el Instituto de Investigación de Economía Industrial en Estocolmo indica que sólo existen datos de calidad sobre la distribución de la riqueza para tres países, además de Estados Unidos: Gran Bretaña, Dinamarca y Francia. En estos lugares es difícil discernir tendencias claras en la desigualdad en las últimas décadas. Un estudio de Katrine Jakobsen, de la Universidad de Copenhague, encontró que la participación en la riqueza del 1% superior en Dinamarca aumentó en la década de 1980, pero se ha mantenido constante desde entonces. En Francia, si la desigualdad de riqueza aumenta o no, depende de si se utiliza como variable el ingreso de capital o las herencias.

La nota cuestiona si este debate cambiará la forma en la que las personas piensan sobre la desigualdad, y esto dependerá de la prevalencia de los académicos mientras los economistas continúan debatiendo. También es necesario mejorar los datos, lo que significa que los críticos de Piketty, Saez y Zucman pueden estar equivocados.

Finalmente, la nota señala que aunque exista este debate, los formuladores de políticas deberán proceder con cautela: las propuestas de cobrar más impuestos para los que ganan más, un impuesto sobre la riqueza neta o los planes mucho más radicales descritos en el último libro de Piketty, son respuestas a un problema que solo se entiende parcialmente.

Datos cruciales: 

La nota contiene 3 gráficas:
1. “Participación en el ingreso del 1% más rico en Estados Unidos”: muestra el ingreso del 1% más rico antes y después de impuestos, 1960 a 2018.
Antes de impuestos para 2010: con datos de Piketty, el ingreso estaba en 17%; para Spliter 14%; para el congreso CBO, 17%.
Después de impuestos: con datos de Piketty, el ingreso estaba en 15%; para Spliter 6%; para el congreso CBO, 16%.

2. “Participación de la clase trabajadora en el ingreso en Estados Unidos y en las economías avanzadas”: señala que los salarios son más bajos en Estados Unidos a comparación de las economías avanzadas, 1970 a 2015. En 2010, la parte destinada a salarios en Estados Unidos estaba en 58%; mientras que en las economías avanzadas, en 63%.

3. “Participación estimada de la riqueza del 1% en Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Dinamarca”: señala que en Estados Unidos el 1% es más rico que en los otros países mencionados, 1970 a 2016. En 2010, la parte más rica de Estados Unidos estaba en 36%; mientras que en Francia en 22%; Gran Bretaña en 20% y Dinamarca 18%.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Esta nota señala que medir la desigualdad es una tarea compleja y que la metodología puede variar; lo anterior en el contexto de las propuestas de campaña que dos candidatos demócratas a la presidencia han hecho: cobrar impuestos a los súper ricos y utilizar ese dinero para retribuirlo en políticas de bienestar como educación y seguridad social.