Warfare in space. America seeks faster ways to launch military satellites
The Economist [2019], "Warfare in space. America seeks faster ways to launch military satellites", The Economist, London, 5 de diciembre, https://www.economist.com/science-and-technology/2019/12/05/america-seek...
India disparó un misil a uno de sus satélites en marzo de 2019. Según Jeffrey Caton, un coronel retirado de la fuerza aérea estadounidense, la intención era provocar a China, país que también derribó uno de sus propios satélites en 2007. Este hecho ha contribuido a que los jefes de defensa de todo el mundo crean que los futuros conflictos entre las grandes potencias se extenderán al espacio.
Debido a lo anterior, el artículo señala que Estados Unidos debe prepararse ya que es relativamente vulnerable en este ámbito. Estados Unidos posee la mayor cantidad de "activos espaciales" que cualquier otro país y dependen de su capacidad de defensa.
Quienes responden primero
Para reducir el riesgo de ataque a satélites, los usuarios de satélites civiles y militares están reduciendo su hardware y dispersando sus funciones en múltiples equipos. Por ejemplo, se están implementando diseños modulares conocidos como cubesats, eso significa que los satélites individuales son más pequeños y más baratos y, por lo tanto, más fáciles de almacenar por adelantado. Pero, para que este enfoque sea realmente útil, los satélites deben ser lanzados rápidamente, en caso de que un activo en órbita deje de funcionar o necesite ser reemplazado.
A lo anterior se le conoce como "espacio receptivo" y quien podría llevarlo a cabo es el sector privado. De hecho, la empresa Rocket Lab realiza lanzamientos de cubesats una vez al mes desde su plataforma en Nueva Zelanda y espera que a principios del próximo año haya mejorado esta tasa a una vez cada quince días, un objetivo que se podrá alcanzar con la construcción de una segunda plataforma de lanzamiento en Virginia, Estados Unidos.
Rocket Lab también es pionero en la impresión 3D de piezas de cohetes (como boquillas, válvulas, bombas y la cámara de combustión principal del motor), lo cual reduce la cantidad de componentes involucrados y acelera la fabricación y el montaje, lo que reduce su inventario.
Por otro lado, Relativity Space, otra empresa estadounidense, también planea imprimir su cohete, el Terran 1 que podría llevar una carga útil de 900 kg. Su primer lanzamiento orbital está programado para el año 2020.
Ideas brillantes
Sin embargo, acelerar la producción de cohetes no es suficiente si el objetivo de los estadounidenses es sustituir satélites en un día. Por esa razón, la fuerza aérea está comprando ideas para prevalecer en el combate orbital en numerosos eventos abiertos al público. Quienes presenten propuestas inteligentes pueden obtener premios de más de 100 mil dólares en minutos.
Por su parte, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA), está auspiciando una competencia sobre espacio receptivo. En 2020 espera realizar un desafío en el que los equipos intentarán los lanzamientos en cuestión de días o semanas, conociendo con poco tiempo la ubicación de la misión, la órbita de destino y las características de la carga útil. La programación de las computadoras lleva tiempo, y el cohete debe configurarse de antemano para la trayectoria particular, teniendo en cuenta factores tales como el clima, por lo cual, se otorgarán premios de hasta 10 millones de dólares.
De los 55 equipos que se inscribieron inicialmente a esta competencia, solo tres calificaron y dos se retiraron posteriormente. El nombre del competidor restante es secreto. Sin embargo, al menos uno de los desertores no se ha rendido por completo: Virgin Orbit, la firma que ha convertido un Boeing 747-400 en una plataforma de lanzamiento voladora. A una altitud de unos 10.7 km, el avión lanza un cohete llamado LauncherOne. El motor de este cohete se enciende después de 4.8 segundos de caída libre y tales lanzamientos pueden pueden llevarse a cabo aunque haya mal tiempo. Este tipo de lanzamientos hacen que sea más fácil llegar a las órbitas "retrógradas" de este a oeste, porque el avión de lanzamiento puede volar en la dirección opuesta al giro de la Tierra, reduciendo la velocidad de lanzamiento requerida para dicha órbita.
Aunque el sistema de Virgin Orbit aún no ha puesto un satélite en órbita, la Fuerza Aérea de Gran Bretaña parece interesada, ya que en julio de 2019 anunció un acuerdo para lanzar pequeños satélites.
En el marco de una actualizada carrera espacial caracterizada por la participación de empresas en la producción y operación de naves espaciales o, en este caso, satélites, así como la provisión de servicios para mejorar los lanzamientos de éstos, esta nota ilustra la reactivación de los conflictos geopolíticos entre las grandes potencias militarmente poderosas que también se desarrollarán en el espacio exterior.