Climate Change Is Ravaging the Arctic, Report Finds

Cita: 

Pierre-Louis, Kandra [2019], "Climate Change Is Ravaging the Arctic, Report Finds", The New York Times, New York, 10 de diciembre, https://www.nytimes.com/2019/12/10/climate/climate-change-arctic-warming...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Martes, Diciembre 10, 2019
Tema: 
Crecientes temperaturas en el Ártico.
Idea principal: 

El informe anual sobre el Ártico 2019 (Artic Report Card 2019) realizado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) muestra que las temperaturas en la región ártica siguen aumentando acercándose a sus niveles máximos (Dato Crucial 1). Dicho fenómeno no se reduce únicamente a las temporadas de verano sino que se presenta durante otoño e invierno (Datos Cruciales 3 y 4).

El informe presenta una amplia visión de los efectos del cambio climático en la región comparando datos recientes con registros históricos. La importancia de estudiar el Ártico se explica por ser la región que actualmente se calienta al doble de rápido que el resto del planeta con consecuencias tanto en tierra como en mar.

Otra preocupación del informe gira entorno el derretimiento del hielo en Groenlandia y su consecuente impacto en el incremento del nivel del mar (Datos Cruciales 5, 6 y 7). La pérdida de hielo marítimo modifica el calor del océano, lo cual a su vez afecta a las zonas pesqueras y los ecosistemas, desembocando en diversos efectos dentro de un sistema interconectado. Entre los afectados se encuentran las comunidades indígenas locales por nuevos impedimentos al acceso a recursos alimenticios, transporte, incapacidad para construir y cultivar debido a pisos de hielo más delgados (Dato Crucial 8).

Finalmente se advierte que las consecuencias van más allá del Ártico. El permafrost (la capa de suelo permanentemente congelado) retiene el doble de dióxido de carbono que se encuentra actualmente en la atmósfera, por lo que a medida que se descongela, libera carbono y exacerba el cambio climático, generando un ciclo de retroalimentación de mayor CO2, aumento de temperatura, mayor descongelamiento y así consecutivamente. Situación que hace del Ártico una región de alerta e interés de todos.

Datos cruciales: 

1. En septiembre de 2019 la temperatura promedio registrada en el Ártico fue la segunda más alta desde 1900 en la región.

2. En julio, Reikiavik (Islandia) experimentó su mes más cálido; al igual que Anchorage (Alaska) con nuevos máximos en altas temperaturas durante los meses de junio, julio y agosto.

3. Svalbard (un archipiélago de Noruega) registró en diciembre temperaturas 5.5° C por arriba de su promedio histórico (1981-2010).

4. Un estudio publicado por la revista Science Advances develó que bajo un escenario de altas emisiones, la temperatura durante otoño en algunas partes del Ártico podría alcanzar 23° F superiores a su promedio histórico (The polar regions in a 2°C warmer world).

5. Groenlandia está perdiendo hielo 7 veces más rápido en comparación con los años 90s, un ritmo que incrementará 3 pulgadas el nivel del mar al final del siglo (Mass balance of the Greenland Ice Sheet from 1992 to 2018).

6. El hielo del mar Ártico continúa descendiendo, siendo 2019 el segundo verano con menor extensión de hielo registrada desde que iniciaron los registros vía satélite en 1979.

7. El mar de Bering (parte del océano Pacífico), una de las grandes zonas pesqueras en Estados Unidos, vio reducciones de hielo sin precedentes durante el invierno de 2019.

8. Se estima que alrededor de 70 comunidades indígenas serán afectadas en Alaska por el derretimiento del hielo marítimo y el aumento del nivel del mar, entre las que se encuentran Iñupiat, Yupik central, Cupik y los aleutas.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El artículo muestra la complejidad del calentamiento global en la interconectividad de las diversas dimensiones y escalas que lo componen. Los detalles de los datos cruciales sobre la importancia del Ártico como un indicador esencial del fenómeno, ponen en estado de urgencia la necesidad de cambiar el actual patrón energético fósil, que por lo demás sigue siendo conservado y llevado hasta sus límites por el capitalismo estancado, autoritario y ecocida del siglo XXI.