What kind of capitalism? The liberal sort may rebound as economies revive
The Economist [2013], “What kind of capitalism? The liberal sort may rebound as economies revive” The Economist, London, 12 de octubre, http://www.economist.com/news/special-report/21587376-liberal-sort-may-r...
El obituario de la globalización se ha escrito varias veces. En los ochenta y los setenta el sistema multilateral de comercio se consideraba muerto. En 1999 y 2000 las cumbres internacionales fueron asediadas por manifestantes que estaban en contra de la globalización. Y en el 2002 la guerra contra el terrorismo y la crisis económica llevó a The Economist a preguntarse: “¿Está la globalización en riesgo?” Posteriormente la crisis mundial de 2008 dio otro golpe. La globalización sobrevivió, pero ha cambiado: los políticos y el público son más precavidos acerca de dejarla desarrollarse sin que se le pongan restricciones y están más ansiosos para moldear los flujos de comercio, capital y personas. Los frutos de la globalización fueron en su mayor parte para la clase alta, causando un creciente resentimiento entre la clase media y trabajadora y socavando el apoyo político hacia la apertura de las fronteras.
La globalización siempre ha necesitado una potencia hegemónica, y Estados Unidos parece alejarse de ese papel, y China no está preparada, pues solo se abre al extranjero cuando ve un claro beneficio para sí misma. En los ochenta la alianza militar entre Estados Unidos y Japón aseguró que las tensiones económicas no se salieran de control. Pero las tensiones económicas y geopolíticas entre Estados Unidos y China se refuerzan mutuamente.
Los sectores antiglobalización carecen de foco ideológico: a diferencia de la situación en el Siglo XX cuando el comunismo y el fascismo aportaban alternativas ideológicas, hoy no existen vías distintas.
El capitalismo de Estado en los últimos años se ha convertido en un competidor del capitalismo liberal, lo que ha causado un viraje hacia una globalización regulada. Pero los capitalismos de Estado están apegados a las reglas del sistema global, y son menos capaces de generar un crecimiento sostenible.
Lo más probable es que la globalización no retroceda, debido al poder de la tecnología de anular las distancias, y de los beneficios económicos del comercio internacional y de la inversión extranjera, que son ampliamente aceptados. Pero no se podrá recuperar el apoyo incuestionable que tenía antes del 2008.
El principal obstáculo que marca el argumento liberal es la acción reguladora de estados y gobiernos, misma que debe ser excepción y no regla.
Mapa interactivo de las estimaciones del PIB para 2013-2014.
Se reconocen los límites de la llamada globalización, que seguirá desarrollándose gracias al impulso de las nuevas tecnologías y a sus efectos benéficos para la inversionistas y consumidores. Necesidad de profundizar en los límites sociales y políticos, que el argumento liberal despacha con ligereza al afirmar que los opositores y críticos de la globalización tienen poca eficiencia transformadora.