Climate change. The necessity of pulling carbon dioxide out of the air. But it is difficult to do at the scale you need

Cita: 

The Economist [2019], "Climate change. The necessity of pulling carbon dioxide out of the air. But it is difficult to do at the scale you need", The Economist, London, 7 de diciembre, https://www.economist.com/leaders/2019/12/07/the-necessity-of-pulling-ca...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Diciembre 7, 2019
Tema: 
La captura de carbón en la atmósfera como posible mecanismo para enfrentar el cambio climático.
Idea principal: 

La nota comienza señalando que los países industriales están agregando cantidades alarmantes de dióxido de carbono a la atmósfera (43.1 millones de toneladas este año) y se necesita una solución eficiente para contrarrestar lo anterior. Por ejemplo, comenzar a extraer dióxido de carbono.

En la cumbre de la Tierra de Río de Janeiro en 1992, los países se comprometieron a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con los países del norte global ayudando a los del sur global a desarrollarse sin agravar el problema. Sin embargo, desde esa cumbre, cada año se han generado mayores emisiones de dióxido de carbono: 50% de todo el dióxido de carbono que en la atmósfera desde que se inició la Revolución Industrial, fue agregado después de 1990. De esta manera, cuanto más carbón haya en la atmósfera, más cambiará el clima.

Es por esta crisis que el Acuerdo de París de 2015 compromete a sus signatarios a limitar el aumento de la temperatura del planeta a 2°C. Pero, como señala el secretario general de la ONU, los esfuerzos de los 200 países que asistieron a la reunión de Madrid, han sido insuficientes.

Actualmente, el planeta es 1°C más caliente que antes de la Revolución Industrial, por lo que las olas de calor que alguna vez se consideraron anormales se están volviendo comunes. En el Ártico, los niveles del mar aumentan a medida que los glaciares se derriten. Salvo por los intentos radicales de reducir la cantidad de luz solar entrante a través de la geoingeniería, el mundo no comenzará a enfriarse hasta que los niveles de dióxido de carbono comiencen a bajar.

Centrarse en las emisiones negativas (la eliminación de dióxido de carbono de la atmósfera) puede parecer prematuro, teniendo en cuenta que el mundo aún no ha logrado controlar las emisiones; pero la eliminación de carbono ya está incluida en muchos planes nacionales. Algunos países, incluido Gran Bretaña, se han comprometido a pasar a las emisiones netas cero para 2050; esto no significa detener todas las emisiones para todas las actividades, sino sacar gases de efecto invernadero en la misma medida en que se producen.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático estima que cumplir con el objetivo de 1.5°C significaría capturar cientos de miles de millones de toneladas de dióxido de carbono para el año 2100, con una estimación promedio de 730 mil millones de toneladas, (aproximadamente 17 veces las emisiones de dióxido de carbono de este año). Para alcanzar esta meta, The Economist resalta la urgencia de desarrollar métodos que hagan realidad las emisiones negativas.

En principio, es simple eliminar el dióxido de carbono incorporándolo en árboles y plantas o capturándolo en plantas industriales y almacenándolo bajo tierra. Sin embargo, la nota señala que plantar árboles en una escala remotamente adecuada para la tarea requiere un área del tamaño de un continente. Mientras que desarrollar sistemas de ingeniería para capturar grandes cantidades de carbono ha sido difícil por la falta de incentivos.

El aspecto psicológico problemático es que la idea de que las emisiones pueden ser eliminadas algún día resta la urgencia percibida de reducirlas. El hecho de que todavía se pueda hablar sobre reducir emisiones, se debe casi por completo a la forma en que se han revisado los modelos con los que trabajan los pronosticadores climáticos.

Una estratégica necesaria para alcanzar las emisiones negativas es cultivar plantas en lugares donde la renta no sea costosa, como en el sur global. Algunos de estos lugares darían la bienvenida a la inversión en reforestación, pero tendrían que ser capaces de integrar tales esfuerzos en los planes de desarrollo.

Otra estrategia es ejercer más disciplina hacia aquellos que hablan de la posibilidad de llegar a cero emisiones, y cuando hablan de eso, deberían estar obligados a decir qué nivel de emisiones prevén bajar, y por lo tanto, la cantidad de emisión negativa a la que se comprometieron llegar.

Captura del gobierno

También es necesario que los gobiernos tomen medidas para que las emisiones negativas se puedan lograr: se necesitan investigaciones e incentivos para desarrollar sistemas de captura de carbono para industrias pesadas, las cuales, no pueden evitar producir dióxido de carbono. El precio del carbono es otro factor esencial para que los sistemas que deben ser desarrollados sean eficientes. Según The Economist se requiere una acción radical de los gobiernos para hacer real la idea de las emisiones negativas.

Datos cruciales: 

Gráfica: Almacenamiento global de CO2, en toneladas acumuladas.
Desde la década de los años noventa hasta la actualidad, las emisiones se han incrementando rapidamente. En 2019 se superaron las 200 toneladas de emisiones globales diarias de CO2.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Esta nota señala una posible solución a la cuestión de las emisiones de carbono, capturándolo y almacenándolo dentro de la tierra con el fin de eliminar las emisiones tóxicas en la atmósfera, que la producción y consumo capitalista han generado. Sin embargo es muy costoso, por lo que la industria pesada no lo utiliza o invierte en desarrollarlo. Mientras que la respuesta de los gobiernos es lenta e insuficiente.