Cómo miles de millones de fotos amenazan la libertad y la privacidad (también la suya)
Ehl, David [2020], "Cómo miles de millones de fotos amenazan la libertad y la privacidad (también la suya)", Deutsche Welle , Bonn, 21 de enero, https://p.dw.com/p/3Wc7I
David Ehl es periodista en la emisora alemana, Deustche Welle, donde da seguimiento a temas relacionados con política, sociedad, clima, Europa y África.
La start-up newyorkina, Clearview AI, está generando controversia con el desarrollo de su sistema de reconocimiento facial, particularmente en lo que tiene que ver con la recopilación de datos biométricos que realiza el software.
De acuerdo con Frederick Richter, director de la Fundación para la Protección de Datos alemana, el sistema desarrollado por Clearview AI funciona a partir de la utilización de las miles de fotos almacenadas en redes sociales como Facebook, YouTube, Instagram y Twitter, para posteriormente realizar gráficos vectoriales de cada cara y almacenar tanto los enlaces como la información generada sobre la imagen. Con tres mil millones de datos, la base de información de Clearview AI sobrepasa a la del FBI, la cual cuenta solamente con 411 millones de imágenes. Este nivel de almacenamiento brinda un margen de efectividad de 98.6% al identificar a una persona, convirtiéndolo en el software más valioso del mundo, de acuerdo con lo indicado por la compañía.
Con más de 600 agencias de investigación como clientes, Clearview AI ha indicado que dicha tecnología será un auxiliar importante en la correcta resolución de los crímenes más difíciles. Sin embargo, las reticencias respecto de las potenciales consecuencias de su uso siguen dando de qué hablar. El hecho de que cualquiera pueda ser reconocido en público es algo que ha encendido las alertas, particularmente si tales instrumentos llegaran a ser utilizados por el Estado o cualquier forma de organización criminal.
Además, la legalidad en la recopilación de fotografías a partir de las redes sociales es algo que continúa generando polémica, pues muchos se preguntan si tal acción representa una infracción a la ley. Aunque el fundador de la compañía, Hoan Ton-That, indicó que la práctica del “scraping” (arañado) de datos es algo común, la verdad es que en Estados Unidos ni siquiera existe una ley nacional de protección de datos. La única legislación al respecto data de la década de los años 60, y establece que mientras no se realice en la esfera privada no se puede realizar reclamo alguno.
Este precedente sentado en Estados Unidos hace prácticamente imposible que modelos como el de la compañía Clearview AI puedan ser utilizados en Europa, según ha indicado Frederick Richter, dado que el Reglamento General de Protección de Datos en vigor en la Union Europea desde el 2018 reconoce el derecho de los ciudadanos a proteger sus datos personales y obliga a las empresas extranjeras que ofrecen su servicios a acatar la ley.
1. De acuerdo con el New York Times, el sistema diseñado por Clearview AI fue capaz de resolver un caso en 20 minutos para la policía en el estado de Indiana. A través de la fotografía que un transeúnte tomó a un tirador, el sistema encontró una coincidencia en un video en el cual también aparecía su nombre.
2. Pese a que el ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, está considerando introducir sistemas de reconocimiento facial en algunos lugares, Ursula von der Leyer, presidenta de la Comisión Europea, ha indicado mediante un borrador sobre la política relacionada con inteligencia artificial que posiblemente podría prohibirse la utilización de sistemas de reconocimiento facial, al menos temporalmente.
Bajo el pretexto de su utilización para el ámbito de la seguridad, el uso de sistemas de reconocimiento fácil representa un desafío importante para la protección de datos personales de miles de personas, toda vez que su empleo entrañaría un potencial refuerzo de los medios para realizar un control social cada vez más amplio. Bajo este panorama, resulta problemática la imbricación cada vez más usual entre empresas privadas y agencias estatales encargadas de brindar seguridad, toda vez que las consecuencias que implicaría el dejar en manos de privados la integración de estas tecnologías están siendo abstraídas del debate público.