Green Texas. A renewable-energy boom is changing the politics of global warming
The Economist [2020], "Green Texas. A renewable-energy boom is changing the politics of global warming", The Economist, London, 14 de marzo, https://www.economist.com/united-states/2020/03/12/a-renewable-energy-bo...
En los últimos años, se ha vuelto común encontrar en varias partes de Estados Unidos parques eólicos capaces de generar cantidades considerables de energía y satisfacer en un grado importante la demanda de esta misma, dejando atrás en cierta medida prácticas como el fracking.
Los estados que han sufrido el auge de las energías renovables curiosamente son aquellos gobernados por el Partido Republicano, como Texas. En cambio, los lugares donde el Partido Demócrata es mayoría como Nueva York el debate se ha centrado únicamente en discursos políticos orientados en el fomento de las inversiones para adquirir “energía verde”.
A pesar de que Donald Trump ha sido uno de los mayores detractores de las energías renovables, despotricando, descalificando e invirtiendo millones contra la instalación de parques eólicos; muchos de sus votantes, particularmente aquellos asentados en zonas rurales son quienes ven en las turbinas eólicas y paneles solares el impulso para las economías en crisis. Ante ello surge el cuestionamiento hacia los Republicanos para que piensen en la descarbonización de las energías como una oportunidad económica y no únicamente como un costo no redituable.
El boom de las energías renovables como la eólica y la solar en Estados Unidos es tal que en años recientes las turbinas y los paneles solares han brotado en todo el país, especialmente en el sur. El oficio de “técnico de aerogeneradores” se ha convertido rápidamente en uno que registra una de las tasas de crecimiento y demanda más altas. Aún así, los instaladores de paneles solares los supera en número.
Las políticas públicas federales y locales han jugado un papel fundamental en precipitar el boom de las energías renovables debido a que se han incentivado créditos fiscales a la inversión de la energía solar y eólica por parte de las autoridades federales y se ha mantenido control estatal como en el caso de Texas, que cuenta con una red eléctrica propia administrada por una empresa estatal, ERCOT.
El bajo costo de producción de las energías renovables y la alta demanda constituyen en realidad el mayor impulsor de éstas. Los beneficios se manifiestan en varios niveles, desde los propietarios de las tierras donde se instalan los dispositivos hasta las grandes empresas interesadas en comprar bonos de energía verde que pueden vender a conveniencia.
Un análisis interesante es aquel que cuestiona la efectividad de este boom de las energías renovables para cambiar las posturas respecto a la crisis climática. Hay que tener presente que el estado de Texas es el mayor emisor de carbón de todo Estados Unidos, por lo que no resulta sorprendente que su gobernador Greg Abott, haya sido un negacionista de la intervención humana en el aceleramiento de la crisis ambiental. En este sentido, algunos políticos republicanos han optado por utilizar un doble discurso: por un lado ser defensores de la energía verde en sus demarcaciones, y por otro negar el cambio climático en general.
Resulta importante mencionar que existen empresas como ExxonMobil interesadas en las energías renovables, sin embargo, resulta arriesgado afirmar que estos cambios no tienen un sentido de greenwashing.
Los políticos independientemente de su partido deben dejar de defender viejas industrias si es que buscan posicionarse, de otro modo, el sentido de su existencia se verá fuertemente cuestionada.
1. El estado de Texas satisface 20% de su demanda eléctrica a través de la energía eólica, este es un dato importante si se considera la alta demanda de esta. Proporcionalmente Kansas y Oklahoma dependen más del viento que Texas.
2. Existe una alta tasa de votantes al Partido Republicano y especialmente partidarios de Donald Trump a favor de las energías renovables. En el condado de Lynn, en Tahoka, un pequeño pueblo agrícola en el oeste de Texas, 77% de las personas votaron por Trump.
3. De acuerdo con la Asociación de Industrias de Energía Solar, la energía solar y la eólica en conjunto representan 55% de la capacidad de generación de electricidad que se agrega cada año.
4. En palabras de Dan Woodfin, director del sistema de operaciones de ERCOT, en su punto más alto, 55% de la electricidad de Texas ha sido suministrada por el viento.
5. En Texas existen cerca de 35 000 empleos en energía solar y eólica. A pesar de ser una cifra considerablemente alta, la cantidad empleos relacionados a los combustibles fósiles la rebasa 10 veces.
En medio de la crisis civilizatoria, que por supuesto incluye la crisis ambiental, las energías renovables pueden resultar una alternativa atractiva para gobiernos y empresas por su costo-beneficio. Las cifras presentadas en informes que alientan su uso pueden resultar increíbles en el sentido positivo; sin embargo, cuando se analizan a profundidad resulta que aún no alcanzan una realidad viable, tanto política como ecológicamente sustentable.