The Economist señala que próximamente la carrera espacial hacia la Luna dará comienzo ya que tres corporaciones compiten para construir un sucesor del Módulo de Excursión Lunar (LEM, por sus siglas en inglés) que llevó a los astronautas del Proyecto Apolo a ese destino. La NASA anunció a los concursantes el 30 de abril de 2020, éstos son: SpaceX, dirigido por Elon Musk; Blue Origin, propiedad de Jeff Bezos y Dynetics, una subsidiaria de Leidos, una compañía tecnológica estadounidense.

El aterrizaje lunar más largo pasó tres días en el regolito lunar. El LEM tenía una plataforma de descenso, con cuatro patas delgadas, que también era utilizada para el ascenso y que llevó a la tripulación de vuelta a la nave nodriza. Esta vez, el plan se diseña para equipos más grandes y estadías más largas.

El diseño más parecido al del LEM es el de Blue Origin, pero con plataformas de descenso y ascenso separadas. Además, tiene dos plataformas de ascenso: una a la órbita lunar baja y la otra que llevará a los astronautas de regreso. Este módulo sería llevado a la Luna ya sea por el cohete New Glenn, propuesto por Blue Origin, o por Vulcan, un lanzador de United Launch Alliance, de Lockheed Martin y Boeing.

Por otro lado, SpaceX y Dynetics tienen diseños que aterrizan y despegan intactos, pero difieren en cómo llegarán a la Luna: el de Dynetics se lanzaría en Vulcan. Mientras que el módulo de aterrizaje de SpaceX es una versión de su diseño propuesto, Starship, usando el cohete Super Heavy.

Quien brilla por su ausencia es Boeing, ya que su oferta de un sistema tipo LEM de etapas de descenso y ascenso no fue suficiente. Los otros participantes tienen hasta el próximo febrero para confirmar sus diseños.