U.S. Companies Vie for Funds in Race to Build Rare Earths Industry

Cita: 

Montague, Zack [2020], "U.S. Companies Vie for Funds in Race to Build Rare Earths Industry", The New York Times, New York, 14 de agosto, https://www.nytimes.com/2020/08/14/us/politics/rare-earths-american-comp...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Viernes, Agosto 14, 2020
Tema: 
Apoyo para el desarrollo de la industria de tierras raras en Estados Unidos tras las tensiones con China
Idea principal: 

Zach Montague es reportero en Washington, antes de unirse a The New York Times en 2015 trabajó como investigador en China y en Emiratos Árabes Unidos.


La administración Trump ha ocasionado una batalla entre las compañías mineras estadounidenses, las cuales buscan ganar cientos de millones de dólares en ayudas federales. Debido a que Trump busca romper con la dependencia de metales llamados "tierras raras" provenientes de China (Dato crucial 1). Por lo que planea mover la cadena de suministros a suelo estadounidense. Estos metales son vitales para la seguridad nacional y muchas industrias en Estados Unidos, como teléfonos inteligentes, vehículos eléctricos y hardware militares.

Esa disputa ha congregado empresas sin antecedentes de extracción o refinación de tierras raras, pero que cuentan con el respaldo de amistades en el Congreso. Sin embargo, el plan de construir una industria doméstica se encuentra con que Estados Unidos sólo cuenta con una mina de "tierras raras" en operación, en Mountain pass, California. Misma que fue adquirida al estar en bancarrota en 2017 por la compañía MP material, la cual manda a procesar lo obtenido a China.

Por otro lado, MP Materials anunció cambiarse al dominio público en julio de 2020, después de fusionarse con una compañía de cheques. La firma espera crecer 490 millones dólares con el trato; no obstante, ha enfrentado el escrutinio político con uno de sus inversores, un compañía china que cuenta con 10% de las acciones.

Ninguna de las compañías estadounidenses que ha explotado por años depósitos de tierras raras, ha logrado obtener cantidades considerables de los metales. Aunque no se reveló la cantidad monetaria, han sido dos la formas elegidas por el Pentágono para la extracción de tierras raras para los dispositivos militares: MP Materials, y la compañía australiana Lynas Corporation, la cual trabaja en compañía de Blue Line Corporation, una compañía procesadora en Texas.

Ante lo que el senador republicano Ted Cruz protesto, alegando que esta ayuda debería ser dirigida para compañías que operan totalmente en el país. Mientras que el vocero del senador replicó que el interés de Cruz está en construir una cadena de suministro doméstica, y no ir contra alguna empresa en específico. Expertos en la industria han avisado que las compañías que consideran solamente una producción doméstica están lejos de esa etapa. David Merriman, gerente en la compañía de análisis Roskill, señala que si Estados Unidos piensa en sostenerse, no puede esperar proyectos que pueden tardar de 6 a 10 años en consolidarse.

En 2019, Trump autorizó financiación para compañías que trabajan sobre 5 etapas diferentes en la producción de tierras raras. Según una propuesta del Departamento de Defensa, el Pentágono ha destinado en 2020 al menos 125 millones de dólares bajo el Acta de Producción de Defensa para proyectos de tierras raras. Aunque por ley, el departamento puede destinar hasta 250 millones de dólares, por lo que se ha presionado al Congreso, pero no se ha conseguido más. Sin embargo, el Departamento de Energía ha destinado cerca de 160 millones de dólares en investigación y descubrimiento de tierras raras.

También, en julio de 2020, el Pentágono invocó el Acta de Producción de Defensa para obtener 30 millones de dólares para la firma Urban Mining Company, la cual señalo poder manufacturar productos finales de tierras raras al reciclar metales de electrodomésticos. Según el sitio web de la firma, emplea a 25 trabajadores. Y desde 2008 ha pagado cerca de 240 mil dólares a una compañía de cabildeo dirigida por Jeffrey Green.

Entre otras iniciativas destacan dos: la primera, en mayo de 2020, por el senador Cruz que introdujo un proyecto de ley para agregar 50 millones de dólares a los proyectos de tierras raras hasta 2024. Un reporte de lobby de julio de 2020 muestra que USA Rare Earths ha apoyado la propuesta; el segundo, propuesto en 2019 por el senador Marco Rubio, para crear una compañía cooperativa de tierras raras que actúe como monopolio.

A pesar de los esfuerzos la ayuda federal es aún pequeña, un sólo avión de combate F-35 cuesta 80 millones de dólares. Compañías como Ucore y USA Rare Earths, que cuentan con el 70 de las acciones de la Texas Mineral Resources Corporation, han señalado que pueden convertir sus minas en historias de éxito. Ambas firmas han promovido tecnologías avanzadas e procesamiento y esfuerzos mediante lobbies, pero no han trascendido la etapa exploratoria.

El autor señala que a pesar de que el sector está vinculado a los intereses de seguridad nacional, la cuestión militar es sólo una parte del mercado, por lo que el éxito depende en la demanda comercial, la cual ha crecido lentamente.

A pesar de que el siglo pasado Washington era líder en tierras raras, cedió este lugar a China, en parte, por el ambiente regulatorio que permite actividades contaminantes. Además, después de que Beijing redujera el suministro de tierras raras en 2010, varios inversores buscaron formas un negocio en Estados Unidos, sin embargo, China causó el desplomo de los precios para minar este esfuerzo.

Incluso, las compañías de tierras raras enfrentan otros problemas, las nuevas minas están rodeadas por varios procesos de permisos ambientales. Eric Schelter, profesor de química en la Universidad de Pensilvania, comentó que los primeros pasos son fáciles, lo complicado para ganar dinero es hacer la separación de minerales.

Pini Althaus, el jefe ejecutivo de USA Rare Earths, ha comentado que las compañías tienen resultados prometedores en su programa piloto en un mina cerca de El Paso, que espera funcione para 2023. Debido a las bajas concentraciones de tierras raras, la compañía planea extraer otros minerales como el litio, lo que aportará dos tercios de los ingresos, la viabilidad de la mina es algo que se va probar a prueba.

Mientras expertos señalan que si el momento político lo permite, una o dos minas en Estados Unidos empiecen a producir, debido al tiempo, dinero y tolerancia por la contaminación. Aunque dada la demanda, la cuestión es que si el mercado podrá aguantar otra compañía, y sí está podrá sobrevivir a largo plazo sin la ayuda gubernamental. Finalmente, Eric Shelter agrega que puede que algunas compañías sean sustentables a largo plazo, en cuanto a lo económico y ambiental, pero es demasiado pronto para decir cuáles podrían ser.

Datos cruciales: 

1. China exporta el 80% de "tierras raras" que llegan a Estados Unidos.

Nexo con el tema que estudiamos: 

Las tensiones entre Washington y Beijing fruto de la disputa hegemónica, cada vez incrementan la binarización de proyectos y aumentan las contradicciones en el proceso. Las tierras raras son un ingrediente indispensable para las aspiraciones de Estados Unidos, por lo que a pesar de las pérdidas que se puedan generar, la ruptura de la dependencia hacia china en el suministro es un imperativo también en la disputa tecnológica. Esto, pensando en las acciones que ha impuesto la administración Trump y las futuras represalias chinas. Sin embargo, será importante la forma en que la sociedad estadounidense y las distintas organizaciones ambientales se organicen para supervisar y acotar la contaminación que de este sector se desprenda. Como tecnología de uso dual, el objetivo del gobierno se haya en su uso militar, no obstante, el beneficio económico restante como lo dice el texto será esencial para la sustentabilidad del proyecto.