El texto presenta una actualización respecto a la campaña de bloqueo del gobierno de Donald Trump a la compañía china Huawei. Muestra el escenario que enfrenta Huawei después del 14 de septiembre de 2020, al entrar en vigor las regulaciones que prohíben el suministro de semiconductores fabricados con equipo estadounidense.

El texto señala 3 caminos que puede seguir Huawei. El primero, es que las empresas estadounidenses de semiconductores convenzan a Washington para extender licencias por un tiempo limitado para seguir suministrando sus productos a Huawei; algo a lo que ya han recurrido compañías estadounidenses. Segundo, que Huawei decida producir sus propios chips con tecnología más antigua que no incluya proveedores estadounidenses; para ello, podría recurrir a la compañía de semiconductores China Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC). El tercero, es que Huawei quiebre o se vea forzada a vender partes de sus negocios.

Se menciona el inconveniente con el segunda opción, ya que el 4 de septiembre de 2020, el Departamento de Defensa estadounidense, propuso agregar a la compañía china de semiconductores SMIC a la lista negra de prohibiciones bajo el argumento de que suministra equipo al ejército chino, lo cual vulnera la seguridad nacional estadounidense. También, señala que Huawei podría recurrir a desarrollar sus propios suministros de semiconductores. Pierre Ferragu, de la firma de investigación New Street Research, menciona que la compañía lo hará en 12 meses.

En cuanto a la tercera posibilidad, Huawei podría verse forzada a vender partes de su negocio, como HiSilicon, una de las compañías más avanzadas en diseño de chips en el mundo. Lo que haría que HiSilicon se limite a suministrar a terceros en China (Dato crucial 1). También existe la posibilidad que los ingenieros de HiSilicon puedan crear su propia compañía, o sean contratados por Alibaba, Tencent o ByteDance.

Finalmente, el texto señala que cada uno de los escenarios preocupa a compañías como Qualcomm que deben gran parte de sus ventas anuales a la compañía china (Dato crucial 2). Por ello, Huawei espera poder conseguir ingresos que estén fuera del alcance de la presión estadounidense. Porque aunque Biden llegue a la presidencia, no es garantía de que las cosas cambien.