The exception. Why is Wall Street expanding in China?
The Economist [2020], "The exception. Why is Wall Street expanding in China?", The Economist, London, 5 de septiembre, https://www.economist.com/leaders/2020/09/03/why-is-wall-street-expandin...
El texto sostiene que la ruptura tecnológica entre China y Estados Unidos ha crecido, pero que en el ámbito financiero compañías estadounidenses han optado por apostar al mercado financiero chino. Entre éstas se encuentran Blackrock, Vanguard y JPMorgan Chase (Dato crucial 1). Ya que a diferencia del ámbito tecnológico, en el financiero ambas partes parecen estar convencidas de beneficiarse de la interacción y reducir el riesgo.
The Economist hace mención de la superioridad en el ámbito financiero de los centros occidentales como Londres, Chicago y Nueva York, sin embargo, añade que la guerra comercial entre Washington y Beijing ha dejado ver el aumento en el poder financiero de China. Hong Kong se ha convertido en sede de una ola de compañías financieras, entre las que resalta Ant Group, que está por realizar la oferta pública inicial más grande del mundo, la cual va a fortalecer aún más las tecnologías financieras en China. También se deben considerar las inversiones desde Wall Street a lo largo de China continental.
Debido a la necesidad de atraer capital extranjero por la previsible reducción de su superávit en cuenta corriente, China ha flexibilizado los términos para su ingreso; incluso está permitiendo que compañías occidentales tomen el mando de sus operaciones en el país asiático. También ha facilitado la compra y venta de activos, razón por la que The Economist señala que China será un enorme universo para la inversión y una nueva fuente de ingresos para los bancos de Wall Street.
Por otro lado, se corrobora la existencia de riesgos. Por ejemplo, China puede utilizar las reglas para proteger a sus bancos e inversores. Se hace alusión a la corrupción existente: JPMorgan Chase fue multado en Estados Unidos por dar trabajo a descendientes de altos mandos del partido comunista chino (PCCh). Además, existe presión hacia los bancos internacionales en Hong Kong como HSBC, para que despidan a personal chino.
En contraste con la dependencia de la industria tecnológica estadounidense hacia China, ya que compañías como Apple ensamblan varios de sus dispositivos en ese país asiático, las 5 compañías líderes en Wall Street sólo tienen 1.6% de sus activos en Hong Kong y China.
El semanario inglés hace mención de la habilidad de China para atraer a las firmas de Wall Street incluso durante la guerra comercial, pero matiza que a China aún le hace falta crear una infraestructura de pagos a nivel internacional y lograr que el yuan se vuelva una moneda más fácilmente convertible. Porque Beijing aún es vulnerable a las sanciones estadounidenses, al hacer la mayor parte de sus transacciones en dólares.
Finalmente, el texto menciona que este proceso le tomará varios años a China, no obstante, no quita el hecho que la guerra comercial le ha dado una oportunidad a China "para dar el siguiente paso".
1. El banco JPMorgan Chase invertirá mil millones de dólares en controlar su fondo de inversión de riesgo en China. Vanguard, ha cambiado sus gerentes asiáticos hacia Shanghai. Mientras Blackrock, ha comenzado el proceso para crear un fondo de negocios chino.
Gráfica 1. Muestra las inversiones extranjeras en las acciones domésticas en China, desde 2014 a 2020. En la que los bonos y la renta variable mantienen una tendencia creciente con algunas caídas, sobre todo en cuanto a la renta variable. Ambas variables llegaron a los 2.5 billones de yuanes en 2020.
Los distintos ámbitos en disputa dentro de la conflagración entre China y Estados Unidos, se caracterizan del lado de las compañías estadounidenses, por un conflicto de intereses frente al gobierno, ya que muchas compañías se benefician de los negocios de compañías chinas que Washington pretende vetar. Por ello, el debate sobre la nacionalidad de las compañías sale a flote, ya que ante la posibilidad de ver reducidos sus beneficios, varias compañías han pensado en recolocar sus capitales fuera de la jurisdicción estadounidense. Sin embargo, ante esta situación será decisiva la forma en que tanto el gobierno como las compañías consoliden sus vínculos en común para dar solución a esto.