U.S. Flood Strategy Shifts to ‘Unavoidable’ Relocation of Entire Neighborhoods
Flavelle, Christopher [2020], "U.S. Flood Strategy Shifts to ‘Unavoidable’ Relocation of Entire Neighborhoods", The New York Times, New York, 26 de agosto, https://www.nytimes.com/2020/08/26/climate/flooding-relocation-managed-r...
Christopher Flavelle es un reportero del New York Times que enfoca en investigar cómo los gobiernos, industrias y personas lidian con los efectos del cambio climático.
El texto muestra lo acontecido en el sureste estadounidense los últimos 3 años, donde 9 tormentas han provocado una reconsideración a nivel federal sobre cómo lidiar con las inundaciones por eventos climáticos extremos. A pesar que por años los políticos respetaron la idea de no reubicar poblaciones, las continuas inundaciones hacen que no tenga sentido seguir reconstruyendo en el mismo lugar.
En agosto de 2020 la Federal Emergency Management Agency mostró un nuevo programa para la reubicación con un monto inicial de 500 millones de dólares. Algo que ha sido acompañado con una orden del cuerpo de ingenieros del ejército a la policía local para forzar el abandono de hogares y con otro programa de reubicación, auspiciado por el Department of Housing and Urban Development, cuyo monto es de 16 mil millones de dólares. De manera individual Nueva Jersey y California también han dado órdenes de reubicar hogares que estén cerca de las costas.
A finales de agosto de 2020, Texas y Luisiana realizaron la evacuación de 500 mil residentes por el huracán Laura. El autor señala que el gobierno estadounidense podría comprar y reubicar estos hogares antes que ocurran las afectaciones, como lo ha hecho anteriormente. Por otro lado, la creciente aceptación del gobierno estadounidense sobre reubicar viviendas representa un gran cambio político y psicológico. Respecto a lo anterior, la socióloga de la Universidad Rutgers, Karen O´Neill, explica que la reubicación, también llamada "retirada programada", tiene una connotación de "derrota" algo que es antiestadounidense.
En la última evaluación climática nacional estadounidense en 2018, 13 agencias científicas federales notificaron la necesidad de reubicar a la población de partes de las costas. El consenso científico y político ha declarado que hay lugares que no pueden ser protegidos, además, el gasto federal para la recuperación frente a desastres naturales alcanza el medio billón de dólares desde 2005.
El autor expone que llama la atención que el cambio ocurra durante la administración Trump, ya que es un negacionista del cambio climático y abandonó el esfuerzo del anterior gobierno por mantener un grupo de trabajo para reubicar personas por desastres climáticos. Añade los intentos previos de reubicación de la administración Obama: el primer intento de reubicación en 2012 tras el huracán Sandy, y en 2016, cuando se le brindaron 48 millones de dólares a Luisiana para gestionar el proceso en la isla Jean Charles.
Sin embargo, el texto señala que después del huracán Harvey en 2017, las agencias aceleraron las medidas de reubicación aún con la postura negacionista de Trump. También, se menciona el cambio de postura del cuerpo de ingenieros del ejército para presionar a los habitantes de vender sus hogares; se había acostumbrado que esta decisión fuese voluntaria. No obstante, el jefe de planeación y política de la institución, Joe Redican, argumenta que es más asequible comprar casas que construir infraestructura de protección.
Federal Emergency Management Agency (FEMA) es una iniciativa del gobierno estadounidense para brindar apoyo y socorrer poblaciones que han sido afectadas por desastres naturales, cuyo presupuesto inicial en 2020 es de 500 millones de dólares. The U.S. Department of Housing and Urban Development (HUD, por sus siglas en inglés) administra la ayuda federal para brindar apoyo sobre todo a hogares de bajo ingreso, con un presupuesto en 2020 de 16 mil millones de dólares.
Se hace mención del comienzo del programa de reubicación en la isla Jean Charles en mayo de 2020, que ocurrió después de años de consulta pública. La mayoría de los pobladores, salvo unos pocos, aceptaron dejar la isla. Una residente de nombre Joann Bourg, menciona que siempre debía tener una maleta lista cada que una tormenta ocurría, y que aunque es la tierra de su familia no va extrañar tener que evacuar. Otros residentes de la isla son indios estadounidenses, como Chris Brunet miembro de la tribu Biloxi-Chitimacha-Choctaw, quién al principio se preocupó de perder su identidad y la de sus ancestros, pero después aceptó que podría seguir con esa identidad en otra nueva comunidad.
Finalmente, el Administrador del programa y política de resiliencia en la oficina de desarrollo comunitario en Luisiana, Mathew Sanders, argumenta que aunque no se tienen soluciones listas, "hablar sobre una retirada puede ser mejor que no hacer nada".
Aunque el gobierno de Donald Trump haya decidido comenzar con estas medidas y programas de reubicación, para que esto se logrará fue clave el esfuerzo de las agencias gubernamentales y sobre todo del momento político, debido a los próximos comicios presidenciales. Por ello, que suceda esto mientras se mantiene una postura negacionista sobre el cambio climatico muestra la crisis civilizatoria en la que nos encontramos, pero también, que el combate frente a la destrucción el ambiente aún lejos de llevarse de manera decidida en Estados Unidos.