Verónica Penney es una reportera de The New York Times que cubre los temas de cambio climático y tecnología.

Este año no solo el Oeste de Estados Unidos se vio devastado por los incendios forestales. En varios países se presentaron los peores incendios en décadas, cuando no en toda su historia.

Aunque los motivos son distintos para cada región, se puede encontrar dos factores constantes: sequías intensas y temperaturas extremas con estaciones más calientes, resultado del cambio climático. Algunos de los mayores incendios observados se describen enseguida.

El Ártico y Siberia. El Ártico está en un proceso de calentamiento más acelerado que el resto del mundo. Este año, los históricos niveles de calor provocaron el descongelamiento de varias tuberías inflamables que alimentaron los incendios forestales, mismos que se extendieron sobre un área aproximadamente del tamaño de Bélgica, emitiendo altas cantidades de dióxido de carbono similares a las que produce Noruega en un año. Este verano los incendios forestales sobrepasaron el récord del año pasado registrado como el peor en los últimos 60 años.

Indonesia. En julio, la provincia de Borneo Central declaró estado de emergencia a causa de la propagación descontrolada de incendios. En esta región, de trópicos húmedos, es común que los incendios forestales sean provocados para expandir la actividad agrícola.

Brasil. Los mayores incendios están ocurriendo en los humedales del Pantanal en el Sur y en la selva amazónica, donde decenas de miles de incendios se prolongan, calificados como los peores en los últimos 13 años. Los incendios en la Amazonía se expanden a ras de piso durante largos periodos. Su principal causa es la deforestación para la agricultura. Sin embargo, las altas temperaturas y las sequías prolongadas multiplican su impacto.

Argentina. Los peores incendios se presentan en los pastizales del delta del Paraná y alrededor de las tierras de cultivo. Desde hace más de un siglo, los agricultores y ganaderos queman el campo para mejorar el suelo y es común que los incendios se salgan de control. En 2020 las condiciones excepcionalmente secas que dejó el invierno reúnen los elementos perfectos para que el suelo arda.

Australia. a principios de este año el país salía de la peor temporada de incendios en su historia con daños sociales y naturales incuantificables (al meno 30 personas fallecieron, miles de hogares perdidos y entre cientos de millones y miles de millones de animales muertos). Con la primavera, Australia se prepara para una nueva oleada de incendios, que esperan no sea tan grave, dado que no queda mucho que quemar, dicen funcionarios australianos. Los investigadores afirman que el cambio climático contribuyó, al menos 30%, a la probabilidad de que las condiciones de alto riesgo favorecieran la propagación de incendios.

A corto plazo, se pueden tomar acciones para mitigar los riesgos: diseñar comunidades seguras contra el fuego, mejorar los planes de evacuación y la atención a zonas silvestres, hacer quemas prescritas, entre otras, comentó Pyne. Sin embargo, tomar las medidas necesarias llevará mucho tiempo, por lo que “vamos a vivir con un mundo de fuego potenciado durante décadas” afirma Pyne.