Global banks defy U.S. crackdowns by serving oligarchs, criminals and terrorists

Cita: 

International Consortium of Investigative Journalists [2020], Global banks defy U.S. crackdowns by serving oligarchs, criminals and terrorists, 20 de septiembre, https://www.icij.org/investigations/fincen-files/global-banks-defy-u-s-c...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Domingo, Septiembre 20, 2020
Tema: 
Documentos filtrados demuestran la participación de megabancos en operaciones de lavado de dinero.
Idea principal: 

El International Consortium of Investigative Journalist (ICIJ) es una organización sin fines de lucro conformada por más de 400 periodistas de 110 medios de comunicación en 88 países. Este equipo de reporteros fue galardonado con el Premio Pulitzer por sus investigaciones sobre los Panama Papers en 2017.


Una filtración de más de 2 100 reportes sobre actividades sospechosas entregadas a la unidad de crímenes financieros del Departamento del tesoro estadounidense (FinCEN, por sus siglas en inglés), analizada por el International Consortium of Investigative Journalist (ICIJ), mostró la participación de instituciones financieras globales en operaciones relacionadas con lavado de dinero y otras actividades criminales entre 1999 y 2017.

Los reportes de actividad sospechosa (RAS) son documentos que reflejan las preocupaciones que despiertan las operaciones de los clientes de un banco y no son considerados, necesariamente, evidencia de conductas criminales.

Los documentos filtrados (FinCEN Files) representan menos de 0.02% de los 12 millones de RAS que recibió el Departamento del tesoro entre 2011 y 2017. No obstante, las transacciones reportadas en los FinCEN Files ascienden a más de 2 billones de dólares [trillion] e involucran alrededor de 170 países.

El análisis de ICIJ concluye que 5 bancos globales (JPMorgan, HSBC, Standard Chartered Bank, Deutsche Bank y Bank of New York Mellon) violaron las normas contra el lavado de dinero al transferir enormes sumas de dinero propiedad de redes criminales en todo el mundo.

A pesar de sus promesas para mejorar sus controles sobre el lavado de dinero, JP Morgan, el banco más grande con sede en Estados Unidos, transfirió dinero de personas y compañías ligadas al saqueo masivo de fondos públicos en Malasia, Venezuela y Ucrania. Los documentos filtrados muestran que HSBC, Standard Chartered Bank, Deutsche Bank y Bank of New York Mellon actuaron de forma similar.

En 2012, las autoridades estadounidenses retiraron cargos criminales contra el banco HSBC por lavar al menos 882 millones de dólares para los cárteles de drogas latinoamericanos. El banco, con sede en Londres, reconoció que sus medidas para detectar y detener transacciones sospechosas fueron laxas y aceptó pagar una multa de 1.9 mil millones de dólares (mmd), así como fortalecer su estructura antilavado. Sin embargo, según los FinCEN Files, HSBC continuó haciendo transferencias para lavar dinero o bajo esquema de tipo Ponzi.

“Todos lo están haciendo mal”: el dinero sucio inunda a los burócratas

El texto señala que el flujo de dinero sucio tiene consecuencias mortales: financia grupos criminales, desestabiliza naciones e incrementa la desigualdad económica al ocultar dinero en paraísos fiscales escapando al control legal y fiscal.

ICIJ encontró que muchos de los reportes filtrados eran de clientes con direcciones en paraísos fiscales: al menos 20% tenían direcciones en Islas Vírgenes Británicas y muchos otros tenían sede en países como Chipre, Hong Kong, Emiratos Árabes Unidos, Rusia y Suiza. ICIJ también reveló que la mitad de los reportes bancarios no tenían información sobre una o más de las entidades que realizaban las transacciones y sólo en 160 casos los bancos buscaron obtener más información sobre los clientes, aunque no obtuvieron respuestas.

Explotando en Jerusalén

En 2003, un hombre vestido como judío ortodoxo se detonó a sí mismo mientras estaba a bordo de un autobús que cruzaba Jerusalén; siete personas murieron inmediatamente y 20 más resultaron heridas. Uno de los lesionados, Steven Averbach, presentó una denuncia contra Arab Bank, una institución financiera jordana que manejaba los fondos de la organización terrorista responsable de la explosión en el autobús y otros ataques.

Los FinCEN Files mostraron que las operaciones de Arab Bank estaban vinculadas a un banco de mayor alcance: Standard Chartered Bank. Este banco dio acceso al sistema financiero estadounidense a los clientes de Arab Bank debido a que el banco jordano presentó deficiencias en sus controles antilavado de dinero en 2005 y le fueron prohibidas las transferencias de dinero a Estados Unidos.

A pesar de que la denuncia de Averbach seguía en proceso y había recibido notificaciones al respecto, Standard Chartered mantuvo su relación con Arab Bank.

En 2012, una corte de Nueva York encontró que Standard Chartered mantuvo un esquema de transacciones secretas con el gobierno iraní por alrededor de 250 mmd durante casi una década. Standard Chartered tuvo que pagar multas por 670 millones de dólares para alcanzar un acuerdo con las autoridades estadounidenses. No obstante, los FinCEN Files revelaron que entre 2013 y 2014 Standard Chartered procesó 2 055 transacciones de los clientes de Arab Bank por un valor de 24 millones de dólares.

Ese mismo año, 2014, la corte de Brooklyn declaró culpable a Arab Bank por apoyar a Hamas, un grupo palestino calificado como terrorista por Estados Unidos, movilizando dinero a su favor bajo la etiqueta de donaciones para la caridad. Este veredicto no afectó la relación de Arab Bank con Standard Chartered, ya que este último realizó transferencias sospechosas para los clientes de Arab Bank que alcanzaron los 12 millones de dólares hasta febrero de 2016.

Standard Chartered dejó de realizar transacciones en dólares estadounidenses para Arab Bank, pero sigue ofreciendo otros servicios financieros al banco jordano.

JP Morgan presenta otros ejemplos de la rentabilidad de movilizar dinero sospechoso. En 2014 este banco pagó 2.6 mmd en multas a las agencias estadounidenses por haber participado en el esquema Ponzi elaborado por Bernie Madoff. Sin embargo, sus ingresos como banquero principal de Madoff fueron de alrededor de 500 mmd.

Tres años antes, en 2011, este banco fue multado por 88.3 millones de dólares por la violación de las sanciones económicas impuestas a Irán.

Los FinCEN Files revelaron otro caso de transacciones sospechosas que involucran a JP Morgan. Entre 2013 y 2016, el banco estadounidense transfirió cerca de 1.2 mmd para Jho Low, un banquero malayo acusado de la malversación de más de 4.5 mmd del fondo de desarrollo económico de Malasia, Malaysia Development Berhad. Actualmente, Low es perseguido por Singapur, Estados Unidos y Malasia.

Este banco también ofreció servicios a empresas y personas acusadas de corrupción en Venezuela. Por ejemplo, Alejandro “Piojo” Isturiz, un exfuncionario señalado por las autoridades estadounidenses por lavado de dinero, es perseguido por haber solicitado sobornos para manipular contratos gubernamentales de energía entre 2011 y 2013. JP Morgan garantizó que más 63 millones de dólares provenientes de las compañías de Isturiz fueran lavados entre 2012 y 2016.

Los FinCen Files también demuestran que JP Morgan dio servicios bancarios a Derwick Associates, una empresa de energía eléctrica que ganó miles de millones de dólares al adjudicarse contratos sin licitación para reparar la defectuosa red eléctrica venezolana. En 2018, una investigación de Transparencia internacional concluyó que Derwick Associates no cumplió con la capacidad de energía que había comprometido y ganó por lo menos 2.9 mmd por sobreprecio. El banco estadounidense movió por lo menos 2.1 millones de dólares para Derwick entre 2011 y 2013. En 2018, el Departamento de justicia estadounidense encontró culpable a un alto ejecutivo de Derwick por corrupción y lavado de dinero.

Jefe de jefes

La investigación de ICIJ también reveló que con frecuencia los bancos realizan operaciones transfronterizas sin conocer a sus clientes, incluso cuando estas implican movimientos de cientos de millones de dólares.

Así lo ilustra el caso de la compañía ABSI Enterprises. Entre enero de 2010 y julio de 2015, JP Morgan ayudó a esta compañía a mover más de mil millones de dólares. En 2015, el área encargada de vigilar las transacciones del banco comenzó a investigar a los dueños de ABSI después de que los medios reportaron que una empresa de nombre similar era propiedad de Semion Mogilevich, un capo de la mafia rusa buscado por el FBI desde 2009 por tráfico de armas, drogas, extorsión y asesinato. Sin embargo, los expedientes en poder del banco no contenían información al respecto.

El poderoso dólar

Los intereses de quienes lavan dinero y los bancos son los mismos: movilizar dólares entre distintos países. Una élite bancaria, básicamente estadounidense y europea, con enormes operaciones cobran altas comisiones por realizar este trabajo, aprovechando su acceso privilegiado a la Reserva Federal de Estados Unidos.

Hace mucho

Los FinCEn Files también muestran que los trabajadores de los grandes bancos con frecuencia llenan los RAS después de que los gobiernos abren investigaciones contra sus clientes o alguna nota periodística los menciona. Además, las búsquedas que realizan los trabajadores de los bancos sobre sus clientes suelen hacerse en Google.

En diciembre de 2019, dos exempleados de Standard Chartered presentaron una denuncia en contra de la institución financiera por despedirlos y amenazarlos después de que alertaron al FBI de la realización de transacciones ilegales entre el banco y países con sanciones económicas como Irán, Libia, Sudán y Birmania.

Los exempleados declararon “Standard Chartered participó en un ‘esquema de lavado de dinero altamente sofisticado’, alterando los nombres de las partes sujetas a sanciones en documentos de transacciones y creando una solución tecnológica que permitió que las transacciones ilegales se filtraran a través de la Reserva federal sin ser detectadas.”

Los demandantes también señalaron que el banco reconoció solo una fracción de sus violaciones y mintió sobre la fecha en que detuvo las transacciones ilegales en 2012, año en el que llegó a un acuerdo con las autoridades estadounidenses. Sin embargo, en 2019, el banco pagó 1.1 mmd por las continuas violaciones de las sanciones a Irán y otros países.

Estoy muriendo: Ucrania, JP Morgan y los cleptócratas

Durante el régimen del presidente ucraniano Viktor Yanukovych, miles de millones de dólares fueron sacados del país a través de enormes bancos, como JP Morgan.

A finales de 2013, las y los ucranianos salieron a las calles a protestar contra la corrupción gubernamental. Después de una severa represión a los manifestantes, Yanukovych y sus colaboradores más cercanos abandonaron el país a principios de 2014. Las autoridades ucranianas y estadounidenses presentaron cargos contra el expresidente por desvío de fondos públicos.

Las investigaciones al respecto señalaron a Activ Solar -una empresa de energía solar dirigida por la familia de Andriy Klyuyev, el jefe de personal del expresidente Yanukovych- como el destino de cientos de miles de dólares provenientes de préstamos de bancos estatales. Los fondos de Activ Solar fueron movilizados a través de una red de compañías fantasma controladas por la familia Klyuyev.

Lencería y botas de tacón

Los FinCEN Files mostraron que NoviRex Sales LLP -una empresa de electrodomésticos registrada en Gran Bretaña, pero cuyos dueños eran otras dos empresas constituidas en Islas Vírgenes Británicas- transfirió enormes sumas de dinero por conceptos como lencería o etiquetas de teclado a empresas relacionadas con los actos de corrupción en Ucrania. Estas operaciones fueron realizadas a través de ABLV Bank, un banco de Letonia.

El intermediario

Con la publicación de la Ley patriótica estadounidense en 2001, los bancos se comprometieron a estudiar cuidadosamente a sus clientes para evitar el financiamiento a grupos terroristas. Sin embargo, hacia 2003 JP Morgan anunciaba orgullosamente ser un líder en cuentas corresponsales, realizando transacciones para clientes de más de 3 500 bancos en todo el mundo.

En 2004 el FinCEN lanzó una advertencia a los bancos corresponsales sobre las transacciones sospechosas de varios bancos de Europa del este. Entre ellas, el FinCEN señaló que 23 bancos letones poseían cerca de 5 mmd en depósitos de no residentes y que probablemente pertenecían a empresas fantasma. En el caso de ABLV, una investigación probó que 90% de sus clientes habían sido calificados como “alto riesgo” por el propio banco debido a que eran compañías con sede en paraísos fiscales.

Los FinCEN files revelaron que NoviRex había movido 230 millones de dólares a través de JP Morgan entre 2010 y 2015. Sólo en 2013, el negocio de banco corresponsal reportó a JP Morgan ingresos por 4.1 mmd.

Pena de muerte

Paul Manafort, uno de los jefes de la campaña presidencial de Donald Trump, se desempeñó como cabildero del expresidente Yanukovych. Sus pagos fueron realizados por NoviRex. En 2018, cuando el Departamento de justicia estadounidense investigaba la interferencia rusa en las elecciones presidenciales se aclaró que NoviRex era una de las compañías fantasma usadas por los oligarcas ucranianos para financiar a sus cabilderos, como Manafort, quien recibió más de 4 millones de dólares como retribución a sus servicios.

"Trucos y astucia": las grandes sanciones no impiden que los bancos muevan dinero sucio

La investigación en torno a los FinCEN Files mostró que HSBC facilitó la operación de World Capital Market (WCM) una empresa que puso en marcha un esquema ponzi para defraudar a cientos de personas que perdieron alrededor de 80 millones de dólares.

Entre 2013 y 2014, WCM movió más de 30 millones de dólares a través de HSBC, cuando WCM ya contaba con ordenes de investigación por el probable delito de fraude. Cuando se ordenó el congelamiento de sus activos en Estados Unidos, la sucursal de HSBC en Hong Kong permitió que la empresa moviera el dinero restante en sus cuentas hasta dejarlas en ceros.

A pesar de que HSBC estaba en un periodo de prueba después de la multa de 1.9 mmd por facilitar el lavado de dinero de los cárteles de la droga latinoamericanos, su oficina en Hong Kong permitió que más de 900 millones de dólares propiedad de empresas fantasma fueran movilizados en transacciones internacionales.

Estas acciones no son exclusivas de HSBC. La investigación de los FinCEN Files mostró que cinco grandes bancos (HSBC, JPMorgan, Deutsche Bank, Standard Chartered y Bank of New York Mellon) continuaron realizando operaciones para clientes sospechosos a pesar los acuerdos con las autoridades estadounidenses para retirar los cargos criminales por lavado de dinero.

El Bank of New York Mellon está entre los bancos que ha pagado multas más altas. En 2005, antes de fusionarse con el Mellon Financial, el Bank of New York pagó 38 millones de dólares en multas por haber realizado operaciones con dinero proveniente de actividades ilícitas de unos clientes rusos.

A pesar de la multa, entre 1997 y 2016 el Bank of New York Mellon realizó transacciones por más de 1.3 mmd ligadas a Oleg Deripaska, un multimillonario ruso ligado al crimen organizado. Deripaska también movió dinero a través de Deutsche Bank.

Banderas rojas

Los registros también muestran que Deutsche Bank y Standard Chartered ayudaron a la empresa brasileña Odebrecht SA a mover 677 millones de dólares entre 2010 y 2016, dinero asociado a actos de corrupción de altos funcionarios de países latinoamericanos.

Los banqueros deben rendir cuentas

Las multas a los bancos por violar las leyes antilavado de dinero no se comparan con los ingresos que ganan por las comisiones que cobran. Además, aunque las multas parezcan altas no son los banqueros quienes las pagan, sino los accionistas.

En 2014, el banco francés BNP Paribas fue castigado con una multa de 8.9 mmd por ayudar a movilizar recursos para entidades con sanciones estadounidenses; 13 empleados del banco fueron procesados por cargos criminales. Adicionalmente, se le retiró la licencia para realizar transacciones con dólares estadounidenses. Este castigo hizo al banco perder 4% en el precio de sus acciones al siguiente día de anunciado.

Datos cruciales: 

1. La Oficina de naciones unidas contra la droga y el delito estima que el lavado de dinero asciende anualmente a 2.4 billones de dólares [trillion], lo que equivale a 2.7% de la producción anual global de bienes y servicios.

Nexo con el tema que estudiamos: 

La información revelada por los FinCEN Files muestran la difuminación de las fronteras entre la legalidad y la ilegalidad, característica del capitalismo contemporáneo. El sistema del shadow banking asegura que una parte de los ingresos generados por la economía criminal se queden en manos de los bancos, independientemente de la regulación vigente.