Las concentraciones de dióxido de carbono siguen en niveles récord a pesar de las medidas de confinamiento debidas a la COVID-19

Cita: 

OMM [2020], Las concentraciones de dióxido de carbono siguen en niveles récord a pesar de las medidas de confinamiento debidas a la COVID-19, 23 de noviembre, https://public.wmo.int/es/media/comunicados-de-prensa/las-concentracione...

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Lunes, Noviembre 23, 2020
Tema: 
A pesar del confinamiento por la COVID-19 las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera siguen alcanzando niveles récord
Idea principal: 

La Organización Meteorológica Mundial es el portavoz autorizado de las Naciones Unidas sobre el tiempo, el clima y el agua.


De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM) aunque la reducción de la actividades industriales debido a la pandemia por coronavirus ha disminuido las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), esto no ha sido suficiente para para contrarrestar o disminuir los niveles de concentración de GEI en la atmósfera, los cuales siguen en niveles récord.

En 2015 se alcanzó el umbral mundial de 400 partes por millón (ppm) de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre. Desde entonces, cada año se han alcanzado nuevos registros históricos. A pesar de que durante 2020 se redujo la actividad industrial, esto no ayudó a que las concentraciones de GEI disminuyeran de manera considerable.

Según el proyecto Carbono global, durante 2020 la disminución de las emisiones de estos gases fue de entre 4.2% y 7.5%. Sin embargo, a nivel mundial, una reducción de ese tamaño no permite disminuir las concentraciones de gases en la atmósfera. Aún así, la OMM considera que el paro de actividades debido a la pandemia parece ser un buen inicio para contrarrestar el cambio climático, pues presenta la posibilidad de tomar medidas sostenidas para la reducción de las emisiones de GEI que además vayan acompañadas de la modificación a largo plazo de los sistemas industriales, energéticos y de transporte.

Datos cruciales: 

1. Desde 1990 el forzamiento radiativo total se ha incrementado en un 45% a causa de los gases de efecto invernadero de larga duración.

2. De acuerdo con el informe de la OMM, durante 2019 se alcanzaron récords de concentración de los tres principales gases de efecto invernadero: metano (1887 ppm), dióxido de carbono (410,5 ppm) y óxido nitroso (332,9 ppm). Con respecto a los niveles preindustriales (antes de 1710) estos niveles representan un aumento del 260%, 148% y 123% respectivamente.

Trabajo de Fuentes: 

OMM [2020], "The State of Greenhouse Gases in the Atmosphere Based on Global Observations through 2019", Boletín, No.16, 23 de noviembre, https://library.wmo.int/index.php?lvl=notice_display&id=21795#.X8HVUGhKjIU

Nexo con el tema que estudiamos: 

Desde el inicio de la era industrial, fechada por la OMM desde 1710, nunca se habían alcanzado niveles tan altos de concentración de gases de efecto invernadero (GEI) como en los 5 años más recientes. Al ser la causa del cambio climático, los GEI ponen en perspectiva los límites que el capital mismo se impone en su desarrollo. Por otro lado, a pesar de que durante la pandemia se observó una tendencia a la baja de las emisiones de GEI -situación que se ha planteado necesaria desde hace ya varios años para prevenir y reducir los impactos del cambio climático- esto no fue suficiente para disminuir de manera considerable las concentraciones de estos gases en la atmósfera. Lo anterior plantea la duda de hasta dónde el sistema capitalista podría disminuir la producción para disminuir la destrucción del ambiente. Esta situación ubica al capitalismo ante una contradicción, pues es un sistema cuya supervivencia depende de una producción y venta constantes; por tanto, cualquier paro de actividades a gran escala temporal y espacial supone también un peligro para la reproducción del capitalismo.