México: ríos muertos con tal de atraer inversión

Cita: 

Usi, Eva [2020], "México: ríos muertos con tal de atraer inversión", Deutsche Welle, Bonn, 18 de noviembre, https://p.dw.com/p/3lUtT

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Miércoles, Noviembre 18, 2020
Tema: 
Regulación mexicana laxa ante la contaminación de ríos por empresas extranjeras
Idea principal: 

Eva Usi es una periodista mexicana egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México, corresponsal del portal alemán de noticias Deutsche Welle (DW). Cuenta con una amplia experiencia en temas internacionales. Además, es especialista en problemáticas que tienen que ver con el medio ambiente y la relación México-Alemania.


Eva Usi hace un análisis sobre la problemática actual en México de la polución de los ríos en algunas zonas del país por diversas compañías que tiran sus desechos tóxicos sin regulación alguna. Ella menciona que esta situación es grave, pues este tipo de desperdicios puede ocasionar enfermedades a la población local e incluso hasta la muerte.

En ese sentido, algunas Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) alzan la voz. Éstas, junto con varios eurodiputados, representantes de asociaciones civiles alemanas y de otros países y el toxicólogo alemán Peter Clausing, decidieron hacer una expedición por 6 estados de la República Mexicana llamada “Toxi-tour”. "Nos reunimos con activistas y científicos en seis lugares particularmente afectados, nos enteramos de la problemática que vive la población y de la situación desde el punto de vista de la investigación científica de la que están informadas las autoridades”, afirma Clausing en una conversación con DW,(Dato crucial 1).

¿Qué pasa en Tlaxcala?

En el estado más pequeño del territorio mexicano, el tema del ecocidio de ríos igualmente está presente. En este lugar, al igual que en el Estado de México y en Puebla, están los cuatro “cinturones industriales” relevantes para el país. Éstos contribuyen a la devastación ambiental que han tratado de frenar tanto los pobladores de las comunidades de Puebla y Tlaxcala como la organización mexicana de derechos humanos “Centro Fray Julián Garcés”.

Cabe mencionar que los principales responsables de esta cuestión son la farmacéutica Bayer, la compañía multinacional Monsanto y la empresa Volkswagen. Igualmente, participan un complejo petroquímico de la paraestaal Pemex y una incineradora de residuos hospitalarios, entre otras tantas empresas alemanas.

¡Qué lindo es Jalisco!

Siguiendo esta misma línea, Jalisco es otro de los estados más deteriorados por la contaminación que provocan dichas empresas, pero aquí la zona que se ha visto afectada es la del río Santiago. "La farmacéutica suiza Ciba Geigy, (hoy Novartis), que estaba asentada aquí, es identificada por las comunidades como la que mató al río Santiago”, dice Alan Carmona, del colectivo “Un Salto de Vida”. Desde la década de los años 90 las aguas de este río empezaron a recibir desechos, no obstante, esto no fue frenado y actualmente “el río, las presas y sus afluentes siguen siendo destino de recargas residuales de cientos de empresas”, (Dato crucial 2).

Así pues, conviene subrayar que la política mexicana, en su preocupación por integrarse a la economía global y recibir inversiones extranjeras importantes, está dejando de lado la vida de los ríos y de las comunidades rurales. Ejemplo de esto es la regulación actual mexicana que no exige a la industria asentada en el país a declarar las sustancias que desecha, (Dato crucial 3).

Licencia de extracción y descarga al mejor postor

De acuerdo con Carmona, la raíz del problema se encuentra principalmente en la necesidad de México de continuar teniendo de aliados a los países de donde vienen dichas compañías dañinas para los recursos naturales de las zonas afectadas. El abuso, seguido de la desregulación de normas de defensa del medio ambiente crea un ambiente en el que las empresas se sienten con la comodidad de poner en riesgo la vida de ecosistemas y familias enteras en México, puesto que en sus países sí existe un control en la descarga de desechos que despiden sus laboratorios y fábricas. En Europa, Estados Unidos y la India hay normativas para cada industria y para cada tipo de descarga, pero en México estas leyes no se respetan, (Dato crucial 4).

La sociedad civil alemana presiona

En contraste con esta situación, en Alemania se han promovido distintas iniciativas con el fin de proteger a los recursos naturales y a la población. Una de ellas es la “Ley de Cadena de Suministros”. Organizaciones de derechos humanos y medioambientales, sindicatos y la sociedad civil alemana han pedido al gobierno alemán a través de esta propuesta que exija a sus empresas alemanas tomar la responsabilidad que les corresponde en su cadena de suministros. Esto desde “la extracción de materias primas hasta el consumidor final tanto a nivel nacional como internacional”, con la consecuencia de ser llevados a tribunales alemanes por daños al medio ambiente, si no cumplen con la norma establecida.

En conclusión, Eva Usi espera que este tipo de iniciativas y leyes realmente ayuden a que las empresas responsables de la elusión de las aguas y de los daños colaterales tomen consciencia y reduzcan el despido de sustancias tóxicas, tanto en México como en el resto de países de la región de América Latina donde las regulaciones son débiles. Puede verse la luz con la “Ley de Cadena de Suministros”, pues ésta se sigue discutiendo entre los ministerios alemanes y la sociedad civil.

Datos cruciales: 

1. Los científicos que iban en el “Toxi-tour” constataron un incremento en el índice de enfermedades y muertes por cáncer en los estados de Jalisco y Nayarit (lugares donde discurre el río contaminado Santiago), en estrecha relación con el asentamiento de complejos industriales en esas zonas y sus desechos.

2. La mayoría de las empresas se encuentran en corredores industriales y comparten muchas veces una concesión de descarga de desechos. Al rededor de 20 o 30 fábricas comparten un solo permiso. Algunas de ellas están asentadas dentro de zonas urbanas y descargan directamente a los drenajes públicos, explica Alan Carmona miembro del colectivo "Salto de Vida".

3. Igualmente menciona este experto que cuando los niveles de contaminación alcanzaron el nivel más alto, en 2008, ninguna empresa quería verse vinculada, y dejaron de registrar sus contaminantes. Pero, lo más preocupante es que para cerca de 10 mil concesiones de extracción y descarga en Jalisco, hay sólo 5 inspectores federales.

4. En México se utiliza la misma norma que en Estados Unidos, en Europa y en la India para medir contaminantes, pero ésta solo calcula 16 de ellos para todas las industrias, y los niveles de contaminación permitidos son más elevados que los límites recomendados por la Organización de las Naciones Unidas. Hay sustancias que en Europa están prohibidas, como el benceno, el bisfenol, los talatos, que se ha comprobado que matan. En México ni se mencionan. Las industrias pueden estar envenenando a la población, pero no son culpables porque no es ilegal.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El presente texto resulta importante para el contexto actual de contaminación ambiental. Esto debido a los resultados de la irresponsabilidad corporativa de diversas empresas transnacionales que desechan residuos causando efectos nocivos para la salud. En consecuencia, algunos grupos de la sociedad civil y organizaciones de derechos humanos y medioambientales formulan estrategias para la solución del problema y la reducción de la destrucción ambiental, buscando nuevas relaciones sociales.

Por otro lado, cabe destacar la crisis civilizatoria y económica que dicho tema genera. El sistema de la sociedad capitalista ha provocado un quiebre ambiental y energético, seguido de crisis sanitarias y migratorias, como es la cuestión de comunidades enteras que deben cambiar de residencia debido a la contaminación del agua. Esto resulta contradictorio porque el consumismo y el derroche que el capitalismo provoca hace que las actividades económicas se vuelvan más lentas y que haya más pérdidas que ganancias, entre ellas la desaparición de ecosistemas enteros, pero también la transformación en las formas de producir. Es por eso que las fronteras de capital deben de traducirse cada vez más a cuestiones que tienen que ver con la remediación ambiental y la manipulación del clima.

Finalmente, el artículo da luz al aspecto de las relaciones existentes entre empresas, estados y sociedad, puesto que la competencia capitalista entre las empresas como Bayer, Monsanto y Volkswagen daña cuestiones nacionales. Éstas se refieren a los efectos negativos que la sociedad sufre en los países donde tales empresas llevan a cabo sus operaciones y a las decisiones que el estado toma al respecto. En ese sentido, se muestra un debate por el conflicto de intereses que inicia en la internacionalización y termina en la nacionalidad de las corporaciones.