Silvia Ribeiro es periodista, activista uruguaya y directora para América Latina del Grupo ETC, con sede en México.

EcoHealth Alliance (Alianza por la EcoSalud) es una organización no gubernamental internacional que ha tenido un papel fundamental durante la pandemia por COVID-19, pues se ha encargado de construir una narrativa ad hoc sobre el origen de esta emergencia sanitaria. En especial, esta ONG se ha ocupado de poner en tela de juicio las hipótesis que contradigan que el origen del virus fue natural. No obstante, en julio de 2020 Bio Science Resource expuso que la ONG ha destinado una fuerte cantidad de dinero proveniente de los fondos públicos de Estados Unidos, al Instituto de Virología de Wuhan para desarrollar virus genéticamente modificados.

A pesar de que Estados Unidos prohibió el desarrollo de estas investigaciones dentro de su territorio, dio consentimiento para financiar investigaciones de este tipo en otros países, como China.

Sam Husseini reveló a través de un reporte de investigación en el portal Independent Science News que EcoHealth Alliance recibió una cantidad importante de dinero por parte del Pentágono y otras fuentes militares y públicas estadounidenses para continuar con las investigaciones para potenciar la capacidad de contagio de los virus.

Lo grave es que el sector militar estadounidense está impulsando el desarrollo de armas biológicas. Se dice que el presupuesto es usado para la biodefensa, es decir, para “la manipulación genética de microorganismos, entre otras cosas para aumentar su capacidad patogénica, supuestamente para poder prever la defensa generando antídotos" en caso de que otras fuerzas usen microorganismos genéticamente modificados en un ataque terrorista. No obstante, la autora señala que lo que se justifica como biodefensa puede ser en realidad otra forma de crear bioarmas para el ataque.

Existe una cantidad de científicos reconocidos -entre ellos el Premio Nobel de Medicina Luc Montagnier- quienes plantean que es posible que el virus que provoca la pandemia actual haya salido del laboratorio de virología de Wuhan. Por su parte, la EcoHealth Alliance ha declarado insistentemente que aquellas hipótesis no merecen ser investigadas y mantienen el argumento de que el origen del virus es completamente natural (Ver “Trabajo de fuentes”).

Lo que no está en discusión es que a más de un año de la pandemia por COVID-19, aún no se tiene claridad sobre los orígenes del virus ni de cómo se llegó a tantos contagios en tan poco tiempo.

Peter Daszak, presidente de EcoHealth Alliance, ha intentado minimizar y denostar las investigaciones sobre el origen del virus, pues es su organización la que canalizó los fondos públicos hacia el laboratorio chino. Según la organización US Right to Know, Daszak utilizó el nombre de veintisiete científicas y científicos para emitir un pronunciamiento en la revista The Lancet donde defendía que el virus surgió de manera natural y señalaba que quienes “pedían más información sobre el posible origen no natural del COVID-19 no eran más que [partidarios de] teorías de la conspiración” (Ver apartado “Trabajo de Fuentes”).

Ante la duda sobre el origen del virus, la Organización Mundial de la Salud y The Lancet iniciaron investigaciones en China y en el Instituto de Virología de Wuhan que podrían mostrar lo que realmente sucedió.

No obstante, según Sam Husseini, un problema con esas investigaciones es que Peter Daszak forma parte de las comisiones de investigación de la OMS y de The Lancet, “por lo que parece que más bien se trata de otra jugada para no permitir la transparencia de lo que realmente sucedió con el proyecto estadounidense de manipulación de virus de murciélago en Wuhan” (ver apartado “Trabajo de Fuentes”).

Es importante mencionar que Daszak es un elemento clave en cuanto a toma de decisiones se refiere, pues es presidente del más reciente informe del Panel Internacional de Biodiversidad que asesora a la ONU, es el orador principal del Convenio de Diversidad Biológica sobre biodiversidad y salud, y es uno de los principales impulsores del Proyecto Viroma Global que propone seriar el código genético de todos los virus del planeta para luego usar inteligencia artificial y supuestamente crear antídotos y evitar nuevas pandemias. En sus declaraciones públicas, Daszak culpa a las poblaciones indígenas y campesinas por consumir animales silvestres, en lugar de consumir animales de criaderos industriales y asocia dicho consumo con los contagios por enfermedades nuevas.

Silvia Ribeiro planea que existen muchas causas que ocasionaron la pandemia de COVID-19. Las organizaciones como EcoHealth Alliance, las farmaceúticas o los titanes tecnológicos están interesadas en que no se investigue más sobre los orígenes de la actual crisis sanitaria pues se han visto beneficiadas al obtener mayor poder y riqueza.

“Además, por sus altísimos riesgos de uso en bioarmas urge que se prohíba en todo el mundo la manipulación genética de virus infecciosos para optimizarlos para contagio” concluye Ribeiro.