Three major threats the world must address in 2021
Chomsky, Noam y Vijay Prashad [2021], "Three major threats the world must address in 2021", Asia Times, Hong Kong, 6 de enero, https://asiatimes.com/2021/01/three-major-threats-the-world-must-address...
Noam Chomsky es un lingüista, filósofo, científico cognitivo, historiador, crítico social y activista político estadounidense, fundador del campo de la ciencia cognitiva.
Vijay Prashad es un reconocido historiador, periodista, intelectual y comentarista de origen indio, actualmente funge como director ejecutivo de Tricontinental: Institute for Social Research y editor en jefe de LeftWord Books.
La pandemia que la humanidad está experimentando ha dejado al descubierto la incompetencia mundial de los gobiernos, quienes dejaron de lado los protocolos y las bases científicas publicados por la Organización Mundial de la Salud. Aunado a lo anterior, la gestión de la vacuna en los países ricos siguió una política nacionalista, que se llevó a cabo a través del “almacenamiento de candidatos a vacunas, en lugar de buscar políticas que se inclinaran por una vacunación popular”.
Sin duda, la pandemia que la humanidad está experimentando es una de las mayores preocupaciones de los gobiernos del mundo, no obstante, “otros problemas importantes amenazan la longevidad de nuestra especie y del planeta”. Por ejemplo, la posibilidad de una aniquilación nuclear, una catástrofe climática y una destrucción del contrato social en países occidentales.
A inicios del 2020, el Boletín de científicos atómicos “estableció el Reloj del Juicio Final en 100 segundos para la medianoche”, lo que indicaría que el apocalipsis se encuentra cada vez más cerca. Asimismo, este adelanto pone al fenómeno del fin del mundo más cerca que nunca desde 1953, periodo en el que Estados Unidos y la Unión Soviética realizaron pruebas de hidrógeno.
Este reloj fue creado en 1947 y desde dicho año, es evaluado de forma anual, por lo que es posible que al momento de reestructurar el reloj, éste se encuentre más cerca de la aniquilación humana, ya que cada vez más tratados de control de armas están siendo destruidos “a medida que las principales potencias se sienten más cerca de las 13 500 armas nucleares.
El despliegue de estas armas nucleares podría generar fuertes consecuencias en el planeta que afectarían la supervivencia de la población mundial, situación que no se encuentra tan lejana ya que actualmente Estados Unidos ya se encuentra realizando este tipo de despliegues, con armas como ojivas nucleares tácticas W76-2 de bajo rendimiento.
En cuanto a la posibilidad de una catástrofe climática, diversos estudios científicos ya hablan de la posibilidad de que la humanidad se enfrente a condiciones inhabitables. Entre dichos artículos destaca uno llamado Most atolls will be uninhabitable by the mid-21st century because of sea level rise exacerbating wavedriven flooding, en el que se aborda la situación actual de los atolones que van desde Seychelles hasta las Islas Marshall, los cuales podrían desaparecer en un futuro cercano.
El cambio climático está generando la desaparición de diversas especies de flora y fauna, incendios forestales “y los graves blanqueamientos de los arrecifes de coral”. Por esta razón, los gobiernos del mundo deben poner atención en la búsqueda de soluciones para disminuir la destrucción ambiental creciente, principalmente las grandes potencias que son responsables de la mayor cantidad de emisiones de carbono.
Actualmente, estas potencias no han encontrado soluciones viables para disminuir o cambiar el uso de combustibles fósiles y con ello comprometerse con el enfoque de responsabilidades comunes, pero diferenciadas (establecido en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo de 1992 en Río de Janeiro). Por el contrario, países como Jamaica y Mongolia deben actualizar sus planes climáticos y presentarlos ante la ONU antes de finales del 2020 para cumplir con lo establecido en el Acuerdo de París, aun cuando sus emisiones globales de carbono sean bajas.
En cuanto a la destrucción del contrato social, los países de América del Norte y Europa han visto cómo “el Estado ha sido entregado a los especuladores y la sociedad civil ha sido mercantilizada por fundaciones privadas, lo que deviene en la obstaculización de los caminos para la transformación social en estas partes del mundo”.
Del mismo modo, desde tiempos remotos, la sociedad se ha visto dividida de manera desigual, consecuencia directa de la debilidad política que permite que la poca población multimillonaria establezca políticas que únicamente acrecientan la ya existente distribución desigual de la riqueza, mientras que los gobiernos destinan una mínima parte de su presupuesto a causas civiles, y una gran medida a acciones bélicas o armamentistas.
Por su parte, los niveles de hambruna a nivel mundial continúan creciendo, lo que visibiliza la lucha por la supervivencia “para miles de millones de personas en el mundo, todo ello mientras países como China son capaces de erradicar la pobreza absoluta y el hambre”.
Sin duda, la conservación de la humanidad requiere de un esfuerzo en conjunto de los gobiernos globales, quienes deben comprometerse a respetar los acuerdos de conservación del medio ambiente así como control de su armamento, para que las amenazas crecientes que asechan a la población mundial disminuyan e incluso puedan ser erradicadas.
1.-Más de 90% de las armas nucleares están en poder de Rusia y Estados Unidos.
2.- Un informe de las Naciones Unidas de 2019 estimó que 1 millón de especies de animales y plantas están en peligro de extinción.
3.-Estados Unidos gasta casi 1 billón de dólares en su máquina de guerra, mientras que gasta una fracción de esto en el bien público (como en el cuidado de la salud, algo evidente durante la pandemia).
4.-Los Emiratos Árabes Unidos y Marruecos acordaron reconocer a Israel con la condición de que podrían comprar 23 mil millones de dólares y mil millones de dólares en armas fabricadas en Estados Unidos respectivamente.
Los factores que amenazan a la humanidad actualmente responden a las prácticas capitalistas y la búsqueda de poder por los Estados,quienes estén abandonando los acuerdos de cooperación para acercarse más a sus objetivos de alcanzar la hegemonía mundial, a costa de la seguridad de la población mundial.