Big Tech Turns Its Lobbyists Loose on Europe, Alarming Regulators

Cita: 

Satariano, Adam y Matina Stevis-Gridneff [2020], "Big Tech Turns Its Lobbyists Loose on Europe, Alarming Regulators", The New York Times, New York, 14 de diciembre, https://www.nytimes.com/2020/12/14/technology/big-tech-lobbying-europe.html

Fuente: 
Otra
Fecha de publicación: 
Lunes, Diciembre 14, 2020
Tema: 
Google y otros gigantes tecnológicos buscan evitar la regulación estricta en su contra por parte de Unión Europea
Idea principal: 

Adam Satarino es corresponsal de tecnología en Europa para The New York Times; cubre información sobre la política referente a la tecnología, la privacidad y la desinformación.

Matina Stevis-Gridneff es la corresponsal en Bruselas para The New York Times.


Funcionarios del parlamento europeo se encuentran preocupados ya que los gigantes tecnológicos estadounidenses, como Google y Microsoft, recientemente han invertido mucho dinero en Europa para evitar que sean aprobadas las leyes que buscan su regulación en aquel continente, las cuales podría afectar gravemente sus ganancias.

Esto ha sucedido después de que un documento de Google se filtrara entre los funcionarios del parlamento europeo. En dicho documento -el cual ha sido confirmado por Google mismo- se encuentran los planes que esta empresa tiene para debilitar la nueva legislación que podría actuar en contra de sus intereses.

Debido a que la Unión Europea ha apuntalado a nivel global la regulación a las tecnologías digitales, los gigantes tecnológicos estadounidenses han iniciado una campaña transatlántica por crear un lobby (cabildeo) al estilo estadounidense en el parlamento europeo que les favorezca y que contribuya a frenar las leyes propuestas para su regulación.

Para esto, empresas como Google, Facebook y Microsoft han gastado dinero no solo en contratar a exfuncionarios políticos y firmas de consultoría con influencia dentro del parlamento, sino que además han financiado think-tanks y han colocado a académicos en las universidades más importantes de Europa para que ayuden a publicar investigaciones favorables a la industria.

A decir de algunos funcionarios del parlamento europeo, en Europa nunca se había visto tanto dinero gastado directamente por las empresas para evitar regulaciones. Aunque este nivel de gasto es mucho menor al que se tiene en Estados Unidos para controlar los lobbies, se teme que esté ocurriendo una profesionalización del cabildeo de la industria tecnológica en Bruselas, lo cual implicaría que el dinero y las influencias estén por encima del interés público.

Algunas de las regulaciones que el parlamento europeo propone, versan por ejemplo sobre la moderación del contenido generado por los usuarios, obligar a que las empresas divulguen más información sobre cómo funcionan sus servicios de publicidad digital, así como obligar a las grandes empresas a compartir datos con pequeños rivales.

Al respecto representantes de las grandes compañías mencionan que esta nueva legislación puede hacerlos perder millones de dólares. En ese sentido, al ser la Unión Europea la punta de lanza de la legislación a estas empresas, las compañías han puesto grandes esfuerzos en intentar detener las propuestas de ley en Bruselas, para evitar que estas se generalicen en otras partes del mundo.

A pesar de que no se espera que estas propuestas de ley se aprueben hasta antes del 2022, el sector parece empezar a tomar sus precauciones, ejerciendo presión sobre las autoridades estadounidenses en Europa para impedir legislaciones en su contra.

Datos cruciales: 

A mediados de 2020, Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft, declararon un gasto combinado de 23 millones de dólares para lobby en Europa, la mitad de lo total declarado solo en 2019.

Nexo con el tema que estudiamos: 

El poder que han alcanzado las empresas de tecnología ha puesto de manifiesto una nueva forma de la dialéctica cooperación-competencia entre capitales y estado, así como entre los mismos estados. Al respecto podemos observar cómo las grandes compañías estadounidenses, ejercen presión sobre la creación de políticas en Unión Europea, donde se busca frenar su crecimiento y poder. Para esto, las empresas no solo buscan influir dentro del parlamento con un lobby al estilo estadounidense, sino que también presionan a los representantes del gobierno estadounidense en Europa para que actúen a su favor. Esto podría traer consigo nuevas hostilidades entre Unión Europea y Estados Unidos.

Asimismo, el estado -en este caso específico, Unión Europea- al fungir como mediador entre la clase capitalista y el interés social, queda envuelto en una contradicción al no lograr conciliar los intereses de ambos, pues por un lado se busca frenar leyes que afecten las ganancias de las empresas mientras que por el otro lado hay un interés por proteger la privacidad y los datos de los usuarios de redes sociales. Al verse ahora presionados económicamente por estas grandes firmas queda la pregunta de a quién favorecerán sus leyes: si al interés general de la población o a las ganancias de las grandes corporaciones.