La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó recientemente la manipulación genómica intencional en cerdos domésticos para uso alimentario y terapéutico. Los cerdos manipulados genéticamente reciben el nombre de GalSafe y fueron desarrollados por la empresa de biotecnología médica llamada Revivicor, propiedad de la corporación United Therapeutics.

La hazaña de esta compañía en la modificación de cerdos es sumamente innovadora ya que los cerdos GalSafe son los primeros animales en ser aprobados para consumo humano y para el potencial uso terapéutico. El objetivo de la modificación genética es eliminar el azúcar alfa-gal en la superficie de la célula de los cerdos con la finalidad de que las personas con el síndrome de alfa-gal, quienes tienen reacciones alérgicas leves o graves a la carne, puedan consumirla sin problema.

La afección del síndrome de alfa-gal en Estados Unidos se dá cuando una garrapata Lone Star pica a alguien y transmite azúcar alfa-gal al cuerpo del ser humano, lo que puede desencadenar una reacción del sistema inmunológico que provoca alergias en los portadores. Los primeros casos de la alergia se registraron en el 2002 en Estados Unidos y posteriormente en Australia.

A pesar de que los cerdos GalSafe ya fueron aprobados por la FDA, sus riesgos y limitaciones no fueron abordados de manera adecuada. Uno de los diversos riesgos es la resistencia a los antibióticos, es decir, el cerdo modificado contiene el gen ntpll que confiere resistencia al antibiótico neomicina. “El riesgo es que este gen pueda escapar a las bacterias patógenas, haciéndolas resistentes a estos antibióticos”.

La FDA descarta totalmente el desarrollo de resistencia a antibióticos ya que considera que la presencia de la proteína no resultará en un aumento de la resistencia a los antimicrobianos en el entorno afectado. Si se da el caso, es probable que no transcienda de un ambiente local, en donde se tenga contacto con heces de u restos de otros animales, según la institución estadounidense.

Por su parte, los cerdos manipulados genéticamente sólo se producirán en el Norte de Iowa, su producción y sacrificio se llevará a cabo en una sola sede en Dakota del Sur y el proceso será inspeccionado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos. A pesar de las medidas, hay detractores que aseguran que incluso una pequeña filtración de antibióticos podría representar un riesgo mayor.

En cuanto a la seguridad alimentaria, los animales manipulados genéticamente “son diferentes de las plantas transgénicas, ya que las plantas de producción son propensas a liberar toxinas, para repeler plagas y enfermedades”. Lo anterior se traduce en una baja probabilidad de que un animal tratado genéticamente sea tóxico ya que podría envenenarse a él mismo.

Las alergias son un riesgo potencial en los cerdos manipulados ya que “los desarrolladores manipularon los genes de los cerdos para eliminar la sustancia azúcar alfa-gal, proceso que se logró a través de la destrucción de un gen llamado CGTA1, que codifica una enzima llamada glicoproteína galactosiltransferasa alfa-13, responsable de producir los azúcares alfa-gal. El proceso se lleva a cabo insertando el transgén nptll en el gen GGTA1, destruyendo su función normal”.

A pesar de que los desarrolladores afirman que el proceso es totalmente seguro, no existe ninguna garantía ya que cualquier manipulación genética puede desarrollar resultados inesperados, por lo que la única forma de estar seguros es gestionando el consumo de la carne proveniente de estos cerdos a voluntarios humanos, tanto a los que cuenten con antecedentes de alergia a la carne roja, como aquellos que no.

Del mismo modo, los encargados de la manipulación genética en cerdos esperan crear tejidos y órganos viables para trasplantes humanos. Sin embargo, esto podría ser riesgoso debido a la posibilidad de transmitir virus porcinos a los seres humanos a través de los tejidos y órganos trasplantados.

Otra de las preocupaciones respecto a la manipulación genética en cerdos es la vida y salud de los animales, ya que llegar a los resultados esperados ha requerido del sacrificio de muchos cerdos deformes o muertos. Los riesgos anteriores llevan a un cuestionamiento respecto a la responsabilidad de la FDA al aprobar el consumo y desarrollo de animales modificados genéticamente aun conociéndose sus riesgos, todo ello a pesar de las esperanzas que el desarrollo de estos animales pueda otorgar a la población como la posibilidad de trasplantar tejidos u órganos a seres humanos.