Tropical Forest Destruction Accelerated in 2020
Fountain, Henry [2021], "Tropical Forest Destruction Accelerated in 2020", The New York Times, New York, 31 de marzo, https://www.nytimes.com/2021/03/31/climate/deforestation-amazon-brazil.html
Henry Fountain es especialista en temas sobre el cambio climático y sus impactos. Ha colaborado en The New York Times durante más de 20 años y es el autor de "The Great Quake", un libro sobre el terremoto de Alaska de 1964.
Debido a la pandemia por COVID-19, en 2020 hubo una reducción en la demanda de productos básicos que provocaban la explotación de recursos forestales. No obstante, la destrucción de los bosques tropicales en todo el mundo se acrecentó.
Los bosques tropicales son cruciales para mantener el carbono fuera de la atmósfera y conservar la biodiversidad. De acuerdo con el Instituto de Recursos Mundiales, la pérdida de los bosques aumentó 12% en 2020 con respecto a 2019.
Debido a las políticas pro-desarrollo del presidente Jair Bolsonaro, las cuales impulsan la tala de árboles, Brasil registró pérdidas forestales crecientes en la selva amazónica. En 2020 el humedal más grande del mundo, el “Gran Pantanal”, ubicado al sur de Brasil y que se extiende hasta algunas partes de Bolivia y Paraguay, sufrió grandes pérdidas forestales.
Al igual que Brasil, África occidental, Camerún y Colombia registraron un incremento en la pérdida de bosques. Por otro lado, Indonesia y Malasia tuvieron éxito en disminuir la deforestación con respecto a 2019. En el caso de Indonesia, la disminución de la pérdida de recursos forestales se ha mantenido por cuatro años consecutivos, ya que el gobierno ha logrado detener la deforestación luego de que en 2015 se presentaron diversos incendios.
El cambio climático ha intensificado las sequías y los incendios en muchas áreas del planeta. Por esta razón, el calentamiento global junto con la agricultura son las causas principales de la pérdida forestal.
La emergencia sanitaria mundial podría ser uno de los factores más relevantes en el incremento de la pérdida de bosques tropicales debido a que muchos trabajadores perdieron su empleo y están emigrando a zonas rurales para cultivar, aunado a que los gobiernos han disminuido los controles y esfuerzos para evitar la deforestación. Asimismo, con la recesión económica mundial se esperaba una menor pérdida global de bosques debido a la caída en la demanda y los precios del aceite de palma y otros productos básicos, sin embargo, la pérdida de bosques primarios aumentó 12%.
El impacto en los bosques tropicales podría ser mucho peor después de la pandemia debido a que los gobiernos buscarán su rápida recuperación económica a través de proyectos de inversión que podrían acrecentar las pérdidas forestales. Asimismo, los gobiernos podrían implementar recortes presupuestales a las entidades encargadas en monitorear el cumplimiento de las leyes para evitar la deforestación.
Por último, se señala que los datos proporcionados por el Instituto de Recursos Mundiales no se encuentran clasificados entre los “árboles perdidos por actividades humanas” y los “árboles perdidos por causas naturales”. Por esta razón, utilizan el término “pérdida de cobertura forestal” en lugar de “deforestación”.
1. En 2020 se destruyeron más de 40 mil km cuadrados de bosques tropicales, equivalente a un área aproximadamente del tamaño de Suiza.
2. La pérdida de los bosques tropicales durante el 2020 agregó más de 2 mil millones y medio de toneladas métricas de dióxido de carbono a la atmósfera.
3. A raíz de la pandemia por COVID-19 la economía mundial se contrajo entre 3 y 4%, mientras la pérdida forestal primaria aumentó 12% con respecto al 2019.
El artículo enfatiza en el agravamiento de la destrucción del ambiente y la importancia que tienen los bosques tropicales para reducir los efectos del cambio climático. En este sentido, se plantea que la sobreexplotación de los bosques tropicales tiene consecuencias devastadoras en el calentamiento global. No obstante, muchos países siguen priorizando los temas económicos por encima de los ambientales, lo cual se manifiesta en las estrategias que los gobiernos tienen para la recuperación de sus economías después de los efectos que lqa COVID-19 ha tenido sobre la economía mundial.