Inventing the future. A growing number of governments hope to clone America's DARPA

Cita: 

The Economist [2021], "Inventing the future. A growing number of governments hope to clone America's DARPA", The Economist, London, 5 de junio, https://www.economist.com/science-and-technology/2021/06/03/a-growing-nu...

Fuente: 
The Economist
Fecha de publicación: 
Sábado, Junio 5, 2021
Tema: 
Otros gobiernos planean copiar la DARPA de Estados Unidos, pero no es tan fácil como creían
Idea principal: 

La idea de usar ARN mensajero para fabricar vacunas no había sido probada. No obstante, la DARPA (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada en Defensa de Estados Unidos) otorgó financiamiento para el desarrollo de esa tecnología a una empresa llamada Moderna. Esta tecnología funcionó y está en la base de la vacuna contra la Covid-19; asimismo, se prevé que revolucionará a la medicina al proporcionar protección contra enfermedades infecciosas y posiblemente contra armas biológicas.

En Estados Unidos existen ARPAS (agencias de investigación en proyectos avanzados) para la seguridad nacional, inteligencia, energía y para la defensa. Estas agencias han modificado al mundo moderno. Su éxito ha generado que otros las quieran imitar. Por ejemplo, Alemania estableció dos agencias: una civil (la Agencia Federal para la Innovación Disruptiva, o SPRIN-D) y otra militar (la Agencia de Innovación en Ciberseguridad). La agencia de Japón se llama Moonshot R&D. Y en Gran Bretaña, hay un proyecto de ley para la Agencia de Investigaciones e Invenciones Avanzadas (conocida como UK ARPA).

La idea de una agencia para inventar el futuro y generar nuevas industrias innovadoras es atractiva; el éxito de DARPA lo sugiere. Sin embargo, lograrlo no es tan sencillo como podría parecer. Para poder copiar el modelo de DARPA, también se necesita compromiso con los principios de la agencia original, que originaron su éxito, algunos de los cuales resultan incómodos para los políticos.

El resultado es una imagen opuesta a la de las agencias normales de investigación y desarrollo. En DARPA se redujo la burocracia al mínimo con el objetivo de facilitar la asignación de proyectos y de financiamiento. Todo el trabajo está contratado fuera, DARPA tiene un jefe, unos cuantos directores de oficina y menos de 100 gerentes de programas con contratos a corto plazo.

El primer desafío para las ARPA es asegurar que sean libres de tomar sus propias decisiones. Un ejemplo de las dificultades que ello implica es el de la agencia SPRIN-D en Alemania. La agencia fue aprobada por el gabinete, pero después de que la auditoría emitió recomendaciones, la agencia estuvo sujeta a restricciones sobre a quién podría contratar y los tipos de los riesgos que podría correr. Además, los ministerios gubernamentales existentes ejercen influencia a través de la junta de la agencia, obstaculizando que se lleven a cabo los proyectos más innovadores.

Si no se garantiza la libertad de interferencia política, los instintos de riesgo de los investigadores innovadores son frenados. Los directores administrativos y de investigación de la Agencia de Innovación en Ciberseguridad de Alemania renunciaron recientemente, frustrados por la interferencia política.

En Estados Unidos, la ARPA de seguridad nacional se estableció en 2002, pero ha sido paralizada por las luchas de poder al interior del Departamento de seguridad nacional. Incluso existe un debate sobre si la ARPA de la salud (ARPA-H) que propone crear la administración de Biden debe ser independiente, o ser parte del Instituto Nacional de Salud (NIH). Esta última posiblidad implicaría un menor desafío legislativo, pero podría limitar en su independencia.

El modelo funciona apostando a muchos proyectos y esperando que algunos salgan bien. Mientras el financiamiento sea menor, habrá menos proyectos y con condiciones menos favorables, lo que reduce las posibilidades de éxito y de apoyo político continuo.

Las agencias también deben averiguar cómo sacar sus innovaciones del laboratorio y llevarlas a la práctica. Existe una estrecha relación entre DARPA y el Departamento de Defensa. No obstante, no todas las agencias cuentan con la posibilidad de que sus investigaciones sean llevadas a la práctica de manera inmediata. Una investigación de la Universidad de Massachusetts muestra que aunque las nuevas empresas de "tecnologías limpias" patrocinadas por ARPA-E (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados en Energía) produzcan más patentes que otras, no es más probable que obtengan capital de riesgo, o sean adquiridas por empresas más grandes que cotizan en los mercados públicos. Hasta ahora, las innovaciones de la agencia no han tenido éxito para salir al mundo real.

En 2009, cuando ARPA-E comenzó, se esperaba que los capitales de riesgo retomaran las innovaciones que surgieran de ella. Sin embargo, una dificultad es que las tecnologías energéticas tardan mucho en llegar al mercado y volverse rentables. Por esta razón, ARPA-E modificó el modelo de DARPA para agregar un equipo que vincule las innovaciones tecnológicas con el mercado, para guiar a los proyectos en este proceso. Por otro lado, William Bonvillian, un experto en ciencias políticas de MIT, sospecha que el ingrediente que falta es el tiempo para que las tecnologías maduren.

ARPA-H, surgió a partir de la idea de que el NIH es demasiado conservador, pues se centra solo en la biología, cuando los avances en las ciencias de la salud se logran en la intersección entre la biología, la química y la informática. Mikko Packalen y Jay Bhattacharya, de las universidades de Waterloo y Stanford, concluyen que el financiamiento del NIH para los nuevos avances han disminuido. El otro objetivo de ARPA-H, es inyectar dinero a tratamientos para enfermedades raras, que normalmente son evitados por el sector privado debido a que las oportunidades para hacer dinero son limitadas. Al igual que con ARPA-E, la falta de interés comercial puede complicar la innovación.

Datos cruciales: 

1. En 2013 la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA), le apostó a una nueva empresa llamada Moderna 25 millones de dólares para desarrollar la idea de usar ARN mensajero para hacer una vacuna. La vacuna contra Covid-19 basada en el RNA mensajero se suma a la larga lista de tecnologías disruptivas que han sido financiadas por DARPA.

2. El presidente Joe Biden pidió al Congreso 6.5 mil millones de dólares para establecer una ARPA de salud que desarrolle tecnologías para terminar con el cáncer.

3. El presupuesto de DARPA en 2020 fue de 3.6 mil millones de dólares, equivalente a 8% del presupuesto de los institutos nacionales de salud. Se espera que ARPA-H tenga una escala similar, pero ninguna de las otras agencias recibe ese financiamiento, (ARPA-E obtuvo 425 millones de dólares el año pasado, aproximadamente lo mismo que una de las seis oficinas de DARPA).

Nexo con el tema que estudiamos: 

Al crear agencias como DARPA, los gobiernos buscan generar nuevas industrias al ser los primeros en descubrir la cura a alguna enfermedad, algún avance tecnológico, o una innovación que les dé ventaja sobre los otros, lo pueden comercializar y generar más riqueza, marcando la pauta que otros países, agencias y/o empresas deben seguir si quieren competir en el mercado internacional. En el caso de las innovaciones en salud, como la vacuna contra la Covid-19 o la cura contra el cáncer, esta clase de ventajas médicas les da poder ante el resto de los países, generando alianzas entre los más fuertes.

Por otra parte, existen avances que a pesar de ser de gran utilidad para la comunidad, al ser poco comercializados por la baja demanda, no son de interés político, y por lo tanto, no son desarrollados por falta de apoyo económico.