Paul Mozur es corresponsal especializado en tecnología y geopolítica en Asia. Formó parte de un equipo que ganó el Premio Pulitzer 2021 en servicio público por la cobertura de la pandemia de coronavirus. Ha cubierto la propagación mundial de la desinformación en línea, el surgimiento de nuevas tecnologías de censura y vigilancia, el auge de la innovación de China y la competencia tecnológica emergente entre China y Estados Unidos.

En 2015 una empresa causó gran interés para las ambiciones de China en los semiconductores. La compañía con respaldo político y financiamiento, dejó boquiabiertos con una oferta de 23 mil millones de dólares para comprar el fabricante estadounidense de chips Micron.

Sin embargo, seis años más tarde, el aspirante a campeón de microchip de China parece más una decepción nacional. La decadente fortuna de Tsinghua Unigroup, es un fracaso para los funcionarios chinos que buscaron utilizar fondos y planes guiados por el estado para igualar a Estados Unidos en la competencia por el futuro de la tecnología.

Tsinghua Unigroup sirvió de ejemplo para los poderes del capitalismo dirigido por el estado, ya que está emergiendo como advertencia sobre el desperdicio que puede venir con la inversión y los subsidios fuera de lugar. Sin embargo, para los planificadores económicos chinos es probable que no importe.

China se dedicó a crear empresas de semiconductores (dato crucial 1), sin embargo, muchas de estas empresas fracasarán. La creencia en Beijing es que algunas pueden generar avances; es decir, es la tecnología y no las finanzas, lo que cuenta.

El objetivo de China es lograr la autosuficiencia en la fabricación de pequeños chips que hacen que todo funcione (desde automóviles hasta misiles y supercomputadoras). A medida que la relación de Estados Unidos y China se ha deteriorado, las prohibiciones estadounidenses de microchip han dado serios golpes a empresas chinas como Huawei, el gigante de la infraestructura de telecomunicaciones.

Pocas empresas como Tsinghua Unigroup, llegan al núcleo de la competencia tecnológica similar a la de la Guerra Fría entre China y Estados Unidos.

La oferta del 2015 por Micron, hizo poner alerta a Washington debido a que la medida fue vista como muy evidente de empresas chinas que utilizan financiamiento estatal para comprar tecnologías sensibles al por mayor. Tsinghua Unigroup parecía ser la jugada de China hacia el liderazgo en la industria de los microchips.

Empero, la oferta fracasó y se iniciaron una serie de acciones por parte de reguladores estadounidenses para moderar la capacidad de China de comprar directamente empresas de tecnología sensible. Ésta medida causó que Estados Unidos incluyera a varias empresas chinas en las listas negras estadounidenses por cuestiones de derechos humanos y seguridad nacional.

Tsinghua Unigroup creció rápidamente en los últimos seis años, ya que su líder, Zhao Weiguo, gastó miles de millones de dólares para hacerse cargo de algunas de las firmas de microchips más prometedoras del país, lo que le ha llevado a convertirse en una de las mayores empresas de diseño de chips para teléfonos inteligentes de China.

Asimismo, Zhao, llegó a grandes acuerdos con algunas de las marcas más conocidas de Estados Unidos (dato crucial 2). Para poder financiar todo, Zhao recaudó dinero de los fondos estatales asignados para ayudar a China a ponerse al día con las capacidades extranjeras de producción de chips.

"Tsinghua Unigroup es más una historia de éxito político que una historia de éxito tecnológico", dijo Wang y agregó que las tensiones geopolíticas que Tsinghua Unigroup ayudó a desencadenar han terminado por ayudar a algunos de sus negocios.

Este año 2021, los funcionarios dieron a conocer un plan quinquenal que trazaba iniciativas clave de gobernanza, trazaron metas ambiciosas para la industria tecnológica y enfatizaron su importancia para la seguridad nacional. Recordando Made in China 2025, un plan anterior que ayudó a llenar a Unigroup con fondos del gobierno con la esperanza de que, a pesar del desperdicio, se genere suficiente dinero.

Parte del dinero ya ha tenido un impacto en las empresas locales de diseños de microchips, y las fundiciones que los fabrican; sin embargo, el progreso ha sido lento, ya que la gran inversión de China no ha logrado tantos avances en cuanto a su dependencia de microchips extranjeros (dato crucial 3).