Somini Sengupta es reportera climática internacional de The New York Times y corresponsal extranjera ganadora del premio George Polk. Como corresponsal de The Times en las Naciones Unidas, informó sobre los desafíos globales desde la guerra hasta los derechos de las mujeres.

Las consecuencias del cambio climático afectan a las personas más vulnerables del mundo. Algunas partes de Afganistán se han calentado el doble que las del promedio mundial. Las lluvias han disminuido y eso preocupa a los agrícolas. Afganistán atraviesa una crisis internacional donde los peligros de la guerra se enfrentan con los del cambio climático. Afganistán no tiene la capacidad para enfrentar la situación. Los efectos del calentamiento actúan como lo que los analistas militares llaman multiplicadores de amenazas, los cuales amplifican los conflictos por el agua y dejan sin trabajo a los agricultores.

Muchas personas no han podido cosechar sus cultivos debido a la guerra. Una sequía prolongada en Siria se agravó por el cambio climático y expulsó a la gente del campo aumentando las quejas contra el gobierno. Esto provocó un levantamiento en 2011 y una guerra civil. La sequía volvió a Siria en 2021 particularmente en la provincia nororiental de Hassakeh. Una violenta insurgencia ha dificultado que los agricultores y pastores se enfrenten a una sucesión de sequías e inundaciones en Malí.

El Comité Internacionales de la Cruz Roja emitió un informe donde dice que la unión de los riesgos climáticos con los conflictos civiles agrava la seguridad alimentaria, económica y las disparidades de salud, además debilita la capacidad gubernamental e institucional para brindar apoyo. El aumento de las temperaturas y sus consecuencias no es producto de una sola guerra, pero si de lo que Marshall Burke, profesor de la Universidad de Standford llama “un dedo en la escala que empeora el conflicto subyacente”. Esto sucede en lugares que han pasado por un largo conflicto y las instituciones de gobierno no son fuertes.

El Dr. Burke, quien es coautor de un artículo de 2012 que analiza el papel del cambio climático en diversos conflictos, dice que el clima no es el único factor responsable del conflicto. Ahman Samin Hoshmand quien era miembro del gobierno afgano, dijo que el colapso del gobierno dificultará las participación del país en las conversaciones internacionales sobre el clima. Ahman había logrado que Afganistán prohibiera las sustancias que agotan la capa de ozono, las cuales están prohibidas por el Protocolo de Montreal. Este acuerdo internacional había sido ratificado por Afganistán días antes de que los talibanes tomaran el control de Kabul en 2021.

Los traficantes de sustancias ilegales a quienes ayudó a arrestar ahora están libres y quieren vengarse. Hoshman huyó a Tayikistán y quiere irse a otro lugar porque su visa caduca en poco tiempo. Él espera que la comunidad del Protocolo de Montreal lo ayude.

La geografía de Afganistán es complicada, tiene las montañas Hindu Kush en el norte, granjas de melones en el oeste, una zona árida hacia el sur y hay tormentas de polvo. Los datos climáticos son escasos en Afganistán, pero un análisis reciente indica que la disminución en las lluvias de primavera ya a afectado a gran parte del país. La parte más afectada ha sido el norte porque agricultores y pastores dependen mucho de las lluvias para cultivar y para sus rebaños.

Naciones Unidas advirtió en un informe de 2016 que el cambio climático dificultaría alcanzar y mantener logros económicos y de desarrollo. El informe indicaba que las consecuencias de las altas temperaturas traían problemas cada vez más graves y frecuentes y que eso afectaría a los medios de vida rurales, la economía nacional y la capacidad de las personas para alimentarse. Tres cuartas partes de la población trabajan en la agricultura y los problemas climáticos y políticos empeoran todo. Los talibanes están más preocupados por borrar las fotografías de mujeres en la calle que por los problemas climáticos. Los analistas dicen que la gestión del agua será clave para que los talibanes se legitimen con su población.

El agua siempre ha sido un elemento estratégico, una ocasión atacaron una presa para poder controlar Herat, una ciudad importante al oeste. Otra de las victorias importantes de los talibanes fue cuando controlaron una presa en la provincia de Kandahar. El problema climático podría interferir en los planes de los talibanes de eliminar el cultivo de amapola. Las amapolas requieren menos agua que otros cultivos y son más rentables. Las áreas de cultivo de amapola crecieron demasiado en 2020. Los analistas dijeron que los talibanes buscarían prohibir la amapola para ganar legitimidad de países como Qatar y China.

Los efectos del cambio climático se ven agravados por la pandemia de Covid-19. El coordinador humanitario de Naciones Unidas Ramiz Alakbarov dice que las personas se están viendo obligadas a recurrir al trabajo infantil, matrimonio infantil y la migración irregular por sus problemas financieros. El Dr. Akhundzadah dice que él y sus compañeros quieren emigrar, pero no tienen forma de hacerlo porque no han trabajado para otros gobiernos. Él cree que será difícil vivir en Afganistán.